ACCIÓN DE GRACIAS CLAUSURA CICLO ACADÉMICO 2018-2019.

Seminario Conciliar de Querétaro, Qro. Col. Hércules, Qro., 15 de junio de 2019

El día 15 de junio de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Eucaristía de  Clausura de Ciclo Académico 2018.2019, en el Seminario Conciliar de Querétaro, ubicado en Av. Hércules Núm. 216, Col. Hércules, Qro.  a la  cual asistieron los familiares y amigos de los seminaristas que concluyen estas etapas, y los sacerdotes encargados de su formación. En esta celebración Mons. Faustino les hizo mucho hincapié para que se tenga como modelo a María Santísima al dar sí, incondicional pero confiando siempre en Dios.

Al inicio de la celebración les comento Mons. Faustino: “Le damos gracias a Dios por estos jóvenes que se han esforzado y le pedimos a Dios que los siga fortaleciendo en esta misión y le pedimos a Dios que nos siga mandando vocaciones sacerdotales y religiosas.

En el momento de la Homilía Mons. Faustino les dijo: “Hermanos les saludo a todos hermanos sacerdotes, seminaristas, consagrados y consagradas, y a las familias de estos jóvenes, que hoy concluyen un ciclo más, académico y formativo. Cada uno de los seminaristas sin duda un tesoro de vida es necesario que hayan tomado una decisión y ciertamente las opciones de vida se hacen con la convicción interior para sostenerse teniendo siempre el deseo de resolución y la fidelidad, que se puede traducir como obediencia, que se puede traducir como responsabilidad, pero también como un esfuerzo permanente e incluso de sacrificio.

 Pero la fidelidad que nos ayuda a entender   la realización plena de nuestra persona, porque cuando se vive con duda el camino que se ha vivido, se vive tristeza, e incluso tener conflicto con quienes vivo, por eso tener opciones en la vida es con convicciones profundas y en el caso de un seminarista, lo que nos toca es saber que son muy humanas, pero también pidiéndole a Dios.

En el Evangelio y la Palabra de Dios, tenemos su secreto, el sí que se le dará a Dios, de tomar una opción principal que es el de su hijo Jesucristo, el camino de la vida Jesús lo conocemos como un estilo de vida que trato de compartir con sus discípulos y ahora el sí al Señor quiere tener el uso de partida y el destino de Dios. El sí, de Jesús es un si de fidelidad, a su padre haciendo su voluntad, que se manifiesta incluso en los momentos de pasión en momentos de cruz, “No se haga mi voluntad, si no la tuya”, momentos en los cuales, le dijo: SI es posible aparta de mi este cáliz, pero que no se haga mi voluntad”.

Y en las palabras de Jesús, están las reglas y el testimonio, nadie está obligado a hacerlo, y Jesús fue coherente para ayudar a sus discípulos a hacer, y hoy quiere animarnos a nosotros diciendo: “Cuando sea si, sean si, y cuando no, un no”. Pero la palabra de Dios en el Apocalipsis nos dice cuál es la consecuencia de las tibiezas, nos dice a los tibios lo vomitare de mi Reino, es decir aquello que se han alejado de este camino de libertad.

 Hermanos estos jóvenes, quieren imitar a Jesús, por so des de hoy tienen la luz y humildad de decirle Si, para legar a un simple quiero el día de su ordenación, en este discernimiento le puedo decir si a Dios no solamente en la ordenación sacerdotal sino en otro estado de vida, por eso les pido a seguir pidiendo por ellos, sabiendo que quien sostiene a un joven que quiere consagrarse a Dios es la Oración.

Esa es la vocación no una profesión, es un llamado de Dios y se tiene un tiempo amplio para ver que es lo que Dios quiere, todos los sacerdotes, hemos estado en un curso sobre la Santísima Virgen María, de tal manera que hemos podido reflexionar en el Sí, de María, que nos ayude a decir si, un si que María dio con alegría, un si que culmino cuando e dice: “Eh aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”, sea como seminaristas, religioso, religiosa sea, como sacerdote diocesano. Ahora nos toca a nosotros integrarnos a una comunidad, donde ese si se tenga que ir renovando.

 Le pedimos a Dios para que los jóvenes, que terminan estas etapas de formación, el Señor los siga iluminando para recorres este camino, y sigan diciendo si, a Dios, no cargado de tibiezas, no cargado de situaciones de tristeza, donde los miedos abunda, ese no es un sí quiero, el sí quiero es que nuestros jóvenes hoy sea un sí, a Dios con las sencillas palabras es un sí, un si que traiga al espíritu santo a quien se deja ayudar por él, que María nuestra Madre nuestra Patrona Diocesana Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, María que le dio su si al señor, siga siendo inspiración para los síes de cada día, de cada uno de nosotros. María nos siga acompañando en nuestra diócesis de Querétaro, que ella interceda por nosotros porque queremos ser buenos pastores como él. Que así sea.  

Al terminar la celebración se tomaron la foto del recuerdo los seminaristas y Mons. Faustino, y los allí reunidos les brindaron un fuerte aplauso, de felicitación.