TOMA DE POSESIÓN DE LA RECTORÍA, TEMPLO DE CARMELITAS, Pbro. José Hdez. Peréz.

Querétaro, Qro.,  21 de junio del 2018.

 

 La Tarde del día 21 de junio del 2018,  Mons. Martín Lara Becerril, Vicario General de la Diócesis de Querétaro presidió la Santa Misa, en la que el Pbro. José Hernández Pérez, Tomo Posesión de la Rectoría del Templo Expiatorio de Carmelitas, ubicado en Balvanera y Ocampo # 4 Nte. Col. Centro,   Qro.,  y perteneciente a la Parroquia  del Sagrado Corazón de Jesús.

Mons. Martín agradeció a Dios,  el Don del sacerdocio del  Padre José, y  su disponibilidad para tomar el ministerio como nuevo Rector de este templo Expiatorio de Carmelitas, de tiempo completo, teniendo la encomienda de brindar a los feligreses el Sacramento de la Confesión, la Santa Eucaristía y la oración a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía de manera perpetua, además el padre José tendrá una misión diocesana que será impulsar y recorrer las parroquias para que en todos los lugares y en todas las parroquias se anime a los sacerdotes y los fieles para que todos en todas las parroquias no haya ningún Sagrario solo, y allá La Adoración Perpetua.

Esta Sagrada Eucaristía fue concelebrada por  algunos otros sacerdotes pertenecientes al clero diocesano que acompañaron a Padre José en esta nueva encomienda. En su homilía Mons., les compartió diciendo:

“Hoy le damos gracias a Dios por todos nuestros sacerdotes, pero de una manera muy especial por el  padre José,  que ha sido constituido sacerdote para siempre y ahora  con un nuevo oficio sacramental qué es,  ser el Rector de aquí de este Templo,  El Templo Expiatorio y El Templo Expiatorio como es característico de este lugar expía los pecados, que no son otra cosa que la cruz de Cristo, que se ofrece por nosotros y para el perdón de nuestros pecados, la cruz de nuestro Señor Jesucristo y en este templo ya desde hace varios años aquí en Querétaro tiene esta misión, el ofrecer la Confección,  en este lugar a todos los fieles de nuestra Diócesis y de otras Diócesis.

Y hoy pues el padre José inaugura su Ministerio al frente de esta Rectoría y el centro de esta Rectoría no es otra cosa más que,  la oración a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y por eso como todos ustedes saben está Rectoría nunca cierra sus puertas, ni de día, ni de noche, ni en vacaciones ni nada, porque la Adoración a Jesucristo es permanente y es una riqueza muy grande que nosotros tenemos, sabemos nosotros como católicos que la oración es la columna que sostiene a la iglesia y desde aquí de este lugar imagínense ustedes ¡cuántos ojos han contemplado a Jesucristo en la Eucaristía!, piensen ustedes ¡cuántos corazones arrepentidos en el silencio y en la noche han tenido tiempo para encontrarse con Dios!, piensan ustedes que en este lugar ¡cuántas gracias a derramado en los corazones!,  ¡cuánta fuerza se ha levantado de aquí de este lugar! y por eso este lugar realmente para nosotros y para toda nuestra Diócesis de Querétaro.

Es muy significativo, muy especial lo llamamos El Templo Expiatorio, aquí donde todos venimos a expiar nuestros pecados, a orar por nuestra salvación y por la salvación del mundo entero, otra misión que tiene muy particular este templo no solamente es la Adoración de la presencia real de Jesús, sino es los sacramentos, y distingo uno,  la Santa Confesión, por eso una de las preocupaciones del padre José será eso, que haya sacerdotes aquí para que perdonen los pecados a los fieles, de tal manera que todo hombre que viene a este lugar aquí encuentre la salvación, el perdón de sus pecados por medio del Sacramento de la Confesión, que ninguno se vaya de este lugar sin sentir,  sin experimentar la presencia de Dios mediante el perdón de sus pecados, que todos los corazones que vienen aquí se vayan en paz, después de experimentar el perdón de Dios, que todos los que vengan aquí a este lugar sientan y experimenten la misericordia de Dios a través de este Sacramento del perdón de los pecados, la santa confesión.

Y otro de los sacramentos que también se ofrece es la Santa Misa, la Santa Misa como acto supremo de amor de Jesús hacia nosotros y el acto de amor supremo ahora se ofrece aquí en el altar para la expiación de los pecados del mundo entero y de los que se acerquen aquí a recibir esta gracia tan grande. 

Por eso hermanos todos, es  muy alta   la vocación, muy alta la adoración de Jesucristo en la presencia real en El Sacramento de la Confesión,  en El Sacramento de la Eucaristía son las tres tareas que aparecen de una manera muy peculiar de este lugar; pero también reconocer que el Padre José como rector de este templo estará al pendiente como indudablemente lo ha hecho hasta hoy, pero ahora para dedicarse de tiempo completo a este lugar, atendiendo una tarea diocesana aparte de ser el responsable del templo, el padre José su misión diocesana es impulsar y recorrer las parroquias para que en todos los lugares y en todas las parroquias animar a los sacerdotes y los fieles para que todos en todas las parroquias no haya ningún Sagrario solo, que en las parroquias donde existe Sagrario allá La Adoración Perpetua; es decir desde que sale el sol hasta su ocaso incluyendo la noche el hombre tenga un lugar donde encontrarse con Dios y adorarlo en su presencia real en la Eucaristía, tendrá esta tarea de impulsar en la diócesis a las familias para la Adoración del Santísimo Sacramento y que todos los fieles pues tengamos esta posibilidad.

Ya en la Diócesis tenemos que decirlo hay varias parroquias que ya tienen este servicio de la Adoración Perpetua y claro que nos da muchísimo gusto porque miren ustedes, cuando un católico  Adora a Jesús en la Santa Eucaristía, cuando lo contempla en la hostia consagrada, cada hora de adoración al Santísimo, cada momento de adoración al Santísimo no es otra cosa más que contemplar ya a Jesús en su presencia real, contemplar ya adelantadamente a Jesús en el cielo, cada hora en el Santísimo, cada adoración es estar una hora en el Santísimo, porque ¿qué vamos a hacer en el cielo? -Así contemplar a Dios,  ¿qué cosa es la oración en la tierra? -es contemplar a Jesús en su presencia real en la Eucaristía, aquí lo contemplamos en su misterio, allá lo contemplaremos cara a cara, pero que es el mismo Jesús del cielo, él mismo que está presente en la hostia, la misma Adoración que le damos aquí en la tierra, será la misma de Adoración que le demos en el cielo.

Por eso hermanos todos, quiero pues animar a todos ustedes a que muchos de ustedes ya están muy acostumbrados e invito a los que todavía no estén tan acostumbrados, que dediquen una hora a Adorar a Jesús Sacramentado y si no pueden 1 hr., pues aunque sea media hora de rodillas en la presencia del Señor, porque cada minuto, cada hora que dediquemos es estar orando ya el cielo en la tierra y por eso es tan bonito tener este reconfortante lugar, ya sabeos que el padre José es un enamorado de la Eucaristía indudablemente,  él nos contagiara y a todos, nos impulsará a que realmente busquemos a Cristo aquí en este lugar, en este lugar tan famoso porque donde Dios está presente nada falta, ahí donde Dios está presente ahí está la salvación plena, ahí donde Dios está presente ahí está el cielo.

Pues hermanos todos, realmente hoy le damos gracias a Dios por esta disposición de nuestro Señor Obispo Nuestro Pastor Diocesano, para que un sacerdote a tiempo completo, promueva en nuestra Diócesis el amor a la Santa Eucaristía, esto es realmente un regalo que el Señor Obispo hace a nuestra Diócesis al dedicar un sacerdote para que nos ayude a todos en esta misión; es decir de adelantar el cielo a la tierra, pues bienvenido padre José, bienvenido a tu casa que desde hace mucho ya era tu casa, pero ahora de una manera permanente, que ahora el padre José ya no tendrá la tarea de la conducción de una parroquia, ahora estará de tiempo completo atendiendo aquí este lugar y realmente nos da muchísimo gusto, que él haya aceptado este nuevo ministerio y desde luego traerá muchísimos frutos a nuestra Diócesis, y estos frutos serán frutos de salvación, pues que el Señor bendiga nuestra Diócesis, bendiga a cada uno de ustedes y que la fuerza del Espíritu Santo sea en cada uno de ustedes el amor a la  presencia real de Jesucristo. Que Así Sea”.

Al terminar la celebración, la asamblea allí reunida le brindó un aplauso al Padre José, por su nuevo ministerio en el Templo Expiatorio.