SOLEMNE CONCELEBRACIÓN EUCARISTICA POR EL LXXVI ANIVERSARIO DE CORONACIÓN  PONTIFICA DE NUESTRA SEÑORA DE EL PUEBLITO.

Santuario de la Virgen de El Pueblito, Corregidora, Qro., 30 de octubre de 2022.

Mons. Martín Lara Becerril, Vicario General de la Diócesis de Querétaro, presidió la Eucaristía, por el LXXVI Aniversario de Coronación Pontificia de Nuestra Señora de El Pueblito, el 30 de octubre de 2022, en el Santuario de la Viren de El Pueblito, y concelebrada por los Frailes Franciscanos, quienes resguardan esta venerable imagen.  

En el momento de la Homilía Mons. Martín les comento diciendo: “Hoy hacemos una reflexión que nos ayude para vivir como cristianos, donde nos reunimos como comunidad cristiana, para celebrar nuestra fe, en la iglesia con la mas excelso que es la santa Misa,

Por esos somo llamados a participar de esta Asamblea Santa, en donde escucharnos la palabra de Dios, que nos da el criterio para vivir la fe, y luego en el altar comemos el vivo y el pan.

La coronación es un reconocimiento, una ofrenda y una vida, y nuestros antepasados, reconocieron contundentemente, a la virgen, y le pusieron una corona material en su cabeza, y al niño Jesús lo reconocieron como rey de reyes y señor de señores, y también le pusieron una corona sobre las cienes del niño y a la madre como una ofrenda agradable, nacida del trabajo y la generosidad de los hijos de Dios, lo que responde al cariño que sentimos por la madre y el niño.

La segunda es un reconocimiento, que hay un único rey que se llama Jesús después de su muerte fue dado el poder el honor y el reino y al solo nombre de Jesús toda rodilla se dobla, reconocemos que el es el rey del cielo y la tierra, y que ante solo su nombre y su presencia aun los demonios se inclinan.

Nosotros reconocemos que somo esclavos delante de Jesús y su madre, nosotros somos esclavos, porque el esclavo es aquel, que tienen listas sus manos para hacer lo que su amo ordena, y la coronación es un reconocimiento del señorío, del señor en donde participa su madre y nosotros lo reconocemos.

Una vida que nos recuerda que hay un reino, donde hay un estilo de vida, aquel que el rey ha ordenado y ha dicho, y cual es este reino, hoy lo hemos escuchado con Zaqueo, el simple deseo de conocerlo, lo planifica, y le dice hoy cenare contigo, y se encuentra cara a cara, zaqueo puede encontrarse con Jesús.

Primera característica del reino, donde los siervos se pueden encontrar cara a cara con su rey, la segunda al encontrarse con Jesús, Zaqueo dice si yo he robado a alguien le devolver cuatro veces más,  el corazón de zaqueo se convierte da, un giro en su vida, además la vida se vuelve generosa, restituye un reino de justicia.

Este es el reino en donde nosotros pertenecemos, al ponerle la coroza en su cabeza, y quiero invitarles a vivir en este reino, primero encontrarte con Cristo, pon un altar en tu casa allí donde tu puedas arrodillarte, para platicar con cristo, arrodillarte y escuchar la palabra con Jesús, un lugar luminoso, para poder encontrarte, y donde no falte la cruz, la imagen de la virgen, las flores y la luz, donde se fortalece la relación con Dios.

Segundo la mesa, Zaqueo se encuentro con Jesús en una comida, por eso nunca sacrifique la comida en familia, al menos una al día, para compartir los alimentos, porque allí Zaqueo se encontró con Jesús y se convirtió su alma; por eso la mesa es el principio del reino y de la salvación.

Tercero el poco o mucho dinero que tengamos hay que compartirlo con los más pobres, porque el reino es generosidad, para restablecer la justicia, si tu tomaste algo de los demás, devuélvelo con un corazón arrepentido y generoso.

Por último, debemos salir a buscar al pecador, seguramente conoces a alguien que ha perdido su vida, míralo cara a cara y llévale un mensaje de salvación.

Este es el reino, esto significa la corona que hace LXXVI años nuestros antepasados colocaron, y hoy con mucha alegría y con mucha esperanza, renovamos esa ofrenda y reconocemos lo que tú eres y hoy tenemos el compromiso de tener una vida nueva.

Al terminar la celebración de la eucarística, se entonó la Salve, para reconocer el patrocinio de la Virgen se El Pueblito como protectora e intercesora de quien la invoque. Y finalmente dar la bendición, y pasar a la convivencia fraterna que se preparo para esta ocasión.   

«Bendeciré al Señor eternamente.»