CONFIRMACIONES PARROQUIA LA DIVINA PROVIDENCIA.

Col. Los Sauces, Querétaro, Qro.  16 de junio de 2019.

EL día 16 de junio de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, IX Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Sagrada Eucaristía, en la Parroquia de la Divina Providencia ubicada en Priv. Roma N.º 1 esq. andador Nº 1, Col. Los Sauces, Querétaro, Qro. En la cual 180 niños y 10 adolescentes y Jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación, mediante la Unción con el Santo Crisma, una vez que se prepararon con la catequesis adecuada a su edad, el Pbro. Lic. Luis Salas Herrera, Administrador Parroquial, presento a los confirmandos a el Señor Obispo dando testimonio de que fueron preparados, para recibir tan grande regalo del Espíritu Santo, concelebraron el Pbro. Marco Antonio Cornejo Hernández, Pbro.  Israel Arvizu Espino y Pbro. José Luis López Gutiérrez.

Se hizo la presentación de los Niños por el Administrador Parroquial, Pbro. Lic. Luis Salas Herrera con la siguiente formula: Sr. Obispo, estos niños, algunos adolescentes y jóvenes, fueron bautizados con la promesa de que serían educados en la fe y de que un día recibirían por la Confirmación la plenitud del Espíritu Santo. Ese fue el compromiso que sus papas y padrinos adquirieron en el Bautismo, yo, como responsable de la instrucción catequética, tengo la satisfacción de poder decir a toda la comunidad aquí presente y a usted que estos niños, adolescentes y jóvenes han recibido la catequesis conveniente a su edad.  Demos gracias a Dios

En el momento de la Homilía Mons. Faustino les compartió lo siguiente: “Muy queridos hermanos, hermanos sacerdotes, hermanos todos de esta comunidad en la cual celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad como patrona de la comunidad. Saludo a los niños y jóvenes que hoy son presentados para recibir y vivir el Sacramento de la Confirmación, en un día muy especial que la Iglesia celebra esa gran fiesta, la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ¿Cómo se puede hacer la diferencia de cada una de estas tres personas de la Santísima Trinidad? -Si nosotros miramos el Padre es presentado ya de una cierta edad, como un anciano, sin embargo, es para que nosotros entendamos que tiene una misión muy específica, un papá tiene como referencia a su hijo también Dios Padre, la misión de Dios Padre es enviar a su Hijo Jesucristo a hacer una tarea aquí entre nosotros, y la misión del Hijo de Dios es salvarnos de las tinieblas, de todo aquello que sea obra del maligno, es decir del pecado; y esa fue una misión específica y la realizo con todo el amor que es posible realizarla, dando su vida por nosotros, derramando su sangre por nosotros en la cruz, y así ya nos a redimido;  ahora lo que falta es que nosotros nos dejemos salvar por Él, que lo aceptemos en el corazón como nuestro Señor, como aquel que es capaz de liberarnos de todo mal, como aquel que es capaz de conducir mi vida, porque Jesús no es el copiloto de mi vida, es el chófer de mi vida, es aquel que lleva el manubrio, es aquel que la conduce, sin embargo a veces nosotros queremos tomar el papel de conducir ese coche en el cual vamos Él y yo,  el que conduce y tiene que conducir nuestra vida es Dios.

Por eso, constantemente a veces hay quien dice “yo ya no quiero escuchar esas cosas”, constantemente se está diciendo “acércate a Dios”, cuando la mamá ya anciana, la esposa, les dice a los hijos “acércate a Dios” no lo dice para molestar a nadie, sino cuando alguien les diga acércate a Dios, es porque esa persona ha vivido ese acercamiento a Dios, porque te quiere desear lo mejor. Yo sé que hay padrinos y madrinas que a veces como que se les olvida venir a la Misa y que bueno que vinieron hoy, sean padrinos y madrinas más seguido, hay otros padrinos y madrinas que sin duda viven el precepto dominical y tratan de estar muy cerca de Dios; hoy ustedes, padrinos y madrinas, tienen un compromiso, a enseñar a su ahijado a estar cerca de Dios, como le van a hacer, que Dios les ayude, y la mejor manera de dejarte ayudar por Dios es acercarte a Él;  por eso la tarea que ustedes hacen hoy es una misión que Dios pone en sus manos, no les llego de casualidad, de tal manera que estos niños por ser pequeños necesitan de alguien que los guié, también espiritualmente, y ese alguien eres tú padrino, madrina junto con los papás; entonces la tarea de Dios es conducirnos, la tarea del Hijo de Dios es que Él sea el Señor de mi vida, porque ya me ha demostrado el amor que me tiene muriendo en la cruz, ahora falta que yo le demuestre a Él; a veces cuando venimos a Misa se nos olvida lo que la Palabra de Dios nos dijo al salir, ojalá poco a poco vayamos asimilando lo que la Palabra nos dice, ¿cómo? Leyéndola tú en tu casa, lo que se lee aquí, léelo tú en tu casa y veras los frutos grandes que vas a recoger, porque si siembras cosas buenas en tu vida, cosechas frutos buenos, el que siembra semilla mala, pues cosecha frutos malos, es decir, si tu siembras espinas, pues cosechas espinas, si tu siembras una buena semilla de una fruta que te gusta eso es lo que vas a cosechar, si tu siembras Palabra de Dios en tu familia, en tus hijos, en tu esposa, en tu esposo, vas a cosechar eso, y ¿qué hay que hacer?, a veces caminar contra corriente, esa es la visión de Cristo, salvarnos, pero Dios no puede solo, sino que necesita de tu ayuda, entonces el Padre envía a su Hijo, el Hijo tiene una misión, salvar a la humanidad.

En la Semana Santa pasada fuimos testigos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, después celebramos cincuenta días del tiempo pascual, y en ese tiempo celebramos la Ascensión de Cristo a los cielos, y que nos dice Jesús, más o menos las palabras del Evangelio de hoy: “Yo les enviare al Espíritu Santo”, entonces la misión de Dios Padre es enviarnos a su Hijo, la misión del Hijo es salvarnos, y la misión del Espíritu Santo, ¿Cuál será? Fortalecer nuestra fe, santificarnos, hacernos crecer en el amor de Dios, darnos la fuerza para defender nuestra fe. Y esta tercera persona de la Santísima Trinidad es la que invocamos hoy imponiendo las manos en la cabeza de cada uno de estos niños y jóvenes para que se quede el Espíritu Santo en su corazón y no caminen nunca solos en la vida.

Aquí el problema es que, todos estamos confirmados ¿no? ¿Todos los padrinos están confirmados?, ¿todas los padrinos y las madrinas tienen el Espíritu Santo? El problema es que a veces no se nos nota, y no se trata de que se nos note la palomita en la cara, sino en la conducta, como estamos viviendo este momento; un padrino y una madrina tiene que venir confesado, a ser padrino de su ahijado, ¿por qué? -porque así le da ejemplo a su ahijado de que acercarse a Dios es lo máximo, que acercarse a Dios y comulgar el Cuerpo y Sangre de Cristo es lo mejor que nos puede pasar, porque me uno real y sustancialmente a Dios. El Espíritu Santo también haga su misión en nosotros, haga su misión en ti, no se te olvide, por eso cada mañana, cuando empiezas a trabajar, a comer, a hacer algo importante o no, hasta los futbolistas cuando entran a la cancha dicen “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, entonces cuando nosotros vayamos a iniciar una jornada, un trabajo, cualquier misión, tenemos que consagrarnos a Dios, y que mejor manera de consagrarnos a Dios que dejarnos ungir por Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y como le vamos a hacer: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Enseguida nosotros vamos a profesar nuestra fe y en la profesión de nuestra fe mencionamos a Dios Padre: <<Creo en un solo Padre Dios todopoderoso, después creo en el Espíritu Santo>>, que vino a concebir al Hijo de Dios, o sea la Santísima Trinidad está en todas partes, cuando un niño es bautizado, “yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, cuando mamá se despide del niño o papá ellos siempre dicen: “que te vaya bien en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” es una buena práctica de los papás, que se hace unidad, cuando los niños se vayan a la escuela hazles la señal de la cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, esa es la Santísima Trinidad, a mí me causa siempre admiración cuando veo a papas que traen a su niño en brazos y empieza la Misa o da la bendición el sacerdote y el papá le toma la manita al niño y le hace la señal de la cruz, porque el niño no sabe, los niños no saben, y ustedes les tienen que decir hasta como vestirse ¿no? ¿a un niño lo van a vestir de niña? -Nunca hagan eso, niño es niño y niña es niña, a los niños los educan los papás, nadie tiene derecho a meterse en la educación de los papás, ¿o sí, quieren dejarlos que los educen otros y no los papas? -No, ustedes papás tienen la responsabilidad hasta en esos detalles, hacer que el niño profese la fe que tu profesa, si ya es viejo y dice: “yo quiero irme allá a la India” pues que Dios te bendiga hijo, yo te enseñe esto. Entonces los responsables de la fe de sus hijos y de sembrar valores en sus hijos son los papás, no dejen que nadie se meta con sus hijos, para imponerles un habito, una costumbre o una ideología, eso no, para eso somos adultos y crecemos.

Pues que sigamos creciendo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que la Virgencita también sea para nosotros, la Santísima Virgen María, nuestra Señora de los Dolores de Soriano, sea para nosotros guía; ¡papás enseñen a sus niños a amar a la Virgen!, hay niños pequeñitos que le tiran besitos a la Virgen, ¿Quién le enseño? En una escuela del Estado, ¿no? Los papás, ¿Quién le enseña a un niño de dos años a rezar el Padre Nuestro? O sea, papás ustedes tienen a sus hijos en sus manos, para bien o para bien, nada de mal. Dios se los presto no para mal, se los presto para bien, que les enseñen las cosas de Dios y les enseñen los hábitos buenos, ¿y cómo se los van a enseñar? ¿Exigiéndoles nomas?, -no, hay que exigirles con la palabra, pero también con el ejemplo, esa es la tarea de ustedes padrinos, enseñarles a sus ahijados con el ejemplo, si este joven le dice al niño: Ve a Misa, y él no va, ¿está bien?- no, tenemos que decirle, <<hoy vamos a Misa>>, yo no le puedo decir a un sacerdote: ¡vas a ir a misionar! y luego yo no voy, yo tengo que decirle: <<vamos a ir a misionar>>; ¡vamos a  ir a un curso para aprender nuevas cosas! y yo no voy, tengo que decirle: <<vamos a ir al curso>>; vamos a ser más santos sacerdotes, tenemos que decir <<vamos>>, no <<ve>>;  por eso hacer las cosas en el nombre de Dios es involucrarme yo, en esta tarea que Dios ha puesto en mis manos para hacer el bien o el bien. Que la Santísima Virgen María ayude a esta comunidad de los Sauces, que fue la primera parroquia que visite hace hoy ocho años, recién llegadito.

Al terminar la celebración Mons. Faustino les dio la bendición y felicito a los que se confirmaron, y los allí reunidos le brindaron un fuerte aplauso.