Circular N° 4: Cuaresma, tiempo para la conversión del corazón

Prot. N° 17/2015 – Circular N° 4/2015

Asunto: Cuaresma Tiempo para la Conversión del Corazón

 

A los hermanos presbíteros,

a los miembros de la vida consagrada,

y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:

En el marco de la acentuación pastoral que el Plan Diocesano hace de la comunicación social animando la Misión Permanente y dentro del año de la vida consagrada, emprendemos la cuaresma como un tiempo de renovación para la Iglesia, las comunidades y para cada creyente; deseo hacer eco de las enseñanzas que el Santo Padre Francisco nos propone este año en su mensaje de cuaresma, apoyado en un texto del Apóstol Santiago, el Papa desarrolla su reflexión sobre la indiferencia ante Dios y ante el prójimo.

Dios no ha sido indiferente al mundo sino que lo ha amado en su Hijo Jesucristo, Muerto y Resucitado, abriendo definitivamente la puerta entre el cielo y la tierra, ahora la Iglesia es la mano que mantiene abierta esta puerta mediante la predicación de la Palabra, los sacramentos y la caridad. Por el rechazo del mundo a Dios y a la Iglesia, hoy tenemos más necesidad de renovarnos y de evitar la indiferencia a Dios y al hermano.

  1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26). La caridad de Dios rompe el egoísmo del hombre. En la Iglesia los cristianos nos revestimos de Cristo para ser como él, y solo podremos testimoniar este amor si nosotros lo experimentamos primero. Esto nos enseña Jesús en el lavatorio del jueves santo, y solo dejándose lavar por él, tendremos parte con él y así servir a los demás. Por eso la cuaresma es tiempo para dejarnos servir por Cristo, y esto ocurre en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía haciéndonos uno con él.
  2. ¿Dónde está tu hermano? (Gn 4,9). La Iglesia vive esta realidad de ser miembros de un solo cuerpo, también cuando se ocupa de los miembros más pobres, pequeños y débiles, atendiendo a Lázaro que yace en la puerta. (Este lazo es el que une a la Iglesia del cielo que no abandona a la Iglesia peregrina, nosotros participamos de la alegría de los santos pues su alegría es ver que la Victoria de Cristo, es fuerza que nos ayuda a no ser indiferentes y duros de corazón con los demás). La misión de la Iglesia es testimoniar el amor de Cristo Resucitado recibiendo a los hermanos, por quienes Cristo murió y resucitó.
  3. Fortalezcan sus corazones (St. 5,8). También como individuos sentimos la tentación de la indiferencia. La Cuaresma es un tiempo para la oración, por ello impulsamos la iniciativa del Santo Padre que nos pide: 24 Horas para el Señor, los días 13 y 14 de marzo en todas las parroquias de la Diócesis.

También podemos ayunar y hacer gestos de caridad mostrándo interés por el hermano; sus sufrimientos nos llaman a la conversión al recordarnos lo limitado de nuestra vida. La cuaresma es un camino de formación del corazón en la misericordia, cerrado al tentador y abierto a Dios.

Ruego al Señor para que nos dé su Espíritu Santo, quien nos sostendrá y guiará a superar la indiferencia.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 9 días del mes de febrero de 2015.

Fraternalmente en Cristo y María.

 

† Faustino Armendáriz Jiménez

Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto

Canciller