La Palabra de Dios, el corazón de toda la actividad eclesial

Como la Constitución Dogmática “Dei Verbum”, la Iglesia ha logrado, entre otras cosas, un mayor acercamiento a la Palabra de Dios a través de versiones de la Biblia en lengua vulgar; sin embargo aún se está lejos de haberla asumido como alma de toda pastoral.

En el discurso de Aparecida, en el numeral 3, el Papa Benedicto XVI planteaba la pregunta: “¿cómo conocer realmente a Cristo para seguirlo y vivir con él, para encontrar la vida en él y para comunicar esta vida a los demás, a la sociedad y al mundo?”. A manera de respuesta el mismo afirmaba: “ante todo, Cristo se nos da a conocer en su persona, en su vida y en su doctrina por medio de la Palabra de Dios (…) es condición indispensable el conocimiento profundo de la Palabra de Dios”.

Es necesario señalar que la Nueva Evangelización exige este conocimiento y obediencia a la Palabra para afrontar los nuevos desafíos, al conocer la realidad tan cambiante en la que se ha desarrollar, es necesario “sembrar en ella la semilla del Evangelio, es decir, para que el mensaje de Jesús llegue a ser una interpretación válida, comprensible, esperanzadora y relevante para la vida del hombre y de la mujer de hoy” (DA 194)

En la Dimensión Bíblica hemos preparado un subsidio con esta temática para mostrar la riqueza teológica pastoral de la Palabra de Dios en la Iglesia, a través de un recorrido histórico de la Pastoral Bíblica, citando algunos documentos eclesiales, descubriremos su identidad y función, para asumir la Animación Bíblica de la pastoral, como un camino para reavivar la pastoral de la Iglesia y favorecer la formación de los agentes de pastoral y la misión permanente.

Una de las finalidades de ese material de apoyo es despertar, suscitar y organizar en cada parroquia de nuestra Diócesis, “Equipos de Animación Bíblica Parroquial” (EABP), que después de tomar el Curso Básico, durante todo el año litúrgico, estén impulsando el estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Dios (talleres de “Lectio Divina”, “círculos bíblicos”, mes de la Biblia, campañas permanentes de donación de Biblias, etc.), y sea así, el alma de toda la vida y actividad de la Iglesia que nos lleva a ser discípulos misioneros de Jesucristo en estado permanente de misión.

El subsidio puede adquirirse en la Escuela Bíblica Diocesana,ubicada en Av. Corregidora Nte. 72, Col. Centro, Santiago de Querétaro, Qro., Tel. (442) 223-76-09.

Pbro. Rogelio Olvera Vargas
Publicado en el periódico «Diócesis de Querétaro» del 14 de septiembre de 2014