XXXII ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL PUNTUALIZACIONES DE MONS. FIDENCIO LÓPEZ PLAZA, X OBISPO DE LA DIÓCESIS DE QUERÉTARO.

𝗫𝗫𝗫𝗜𝗜 𝗔𝗦𝗔𝗠𝗕𝗟𝗘𝗔 𝗗𝗜𝗢𝗖𝗘𝗦𝗔𝗡𝗔 𝗗𝗘 𝗣𝗔𝗦𝗧𝗢𝗥𝗔𝗟
𝗣𝗨𝗡𝗧𝗨𝗔𝗟𝗜𝗭𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥 𝗙𝗜𝗗𝗘𝗡𝗖𝗜𝗢 𝗟𝗢́𝗣𝗘𝗭 𝗣𝗟𝗔𝗭𝗔
𝗫 𝗢𝗯𝗶𝘀𝗽𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗗𝗶𝗼́𝗰𝗲𝘀𝗶𝘀 𝗱𝗲 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲́𝘁𝗮𝗿𝗼.
1. El Papa Francisco, en un discurso el 04 de marzo del año pasado, decía que “la casita sagrada” donde vive la familia de Dios, está habitada por tres sectores que son emblemáticos y altamente significativos en este tiempo que estamos viviendo, y en ellos hay que poner una especial atención: mujeres, jóvenes y pobres. Son los grupos sociales donde más se nota el dinamismo de la esperanza; además, son mayoría en nuestra nación; ellos son lugares de encuentro con la nueva cultura emergente y con Jesucristo; con su presencia, su alegría y con sus sufrimientos son los protagonistas de este cambio de época que estamos viviendo.
2. ¿Por qué los jóvenes?
– Primero, porque todo comenzó con cuatro jóvenes, estamos aquí porque cuatro jóvenes comenzaron este gran movimiento. Estos cuatro jóvenes son: Andrés y Juan, que buscaban el sentido de su vida, como muchos jóvenes ahora; y acudieron a Juan el Bautista, otro joven, quien les dijo: yo no soy el Mesías, yo soy la voz, y cuando pasó Jesús cerca de ellos, dijo: Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
– Segundo, porque estos cuatro jóvenes: Andrés, Juan Evangelista, Juan el Bautista y Jesús, nos han enseñado el camino de ser discípulos y misioneros.
– Tercero, porque los jóvenes son llamados “ciudadanos actuales” de este nuevo mundo, y los adultos son llamados “migrantes”, a los jóvenes hay que acercarnos despacito porque son herencia y propiedad del Dios vivo.
3. El desafío más grande en Querétaro es convencer a los jóvenes que es bello y hermoso ser cristiano católico.
4. La multiplicación de los panes tiene que ver con los jóvenes, todo lo que ocurrió en ese milagro tiene que ver con los jóvenes. Por eso, yo invito a la Pastoral de los Adolescentes y Jóvenes a elaborar un proyecto que responda al hambre que está surgiendo por todos lados, causada por la pandemia COVID-19. No es casual la lectio divina con la que inició la asamblea, tenemos que tomarlo muy enserio, y los jóvenes aún más, porque a ese imperativo de Jesús: “Denles ustedes de comer”, Andrés y un muchacho fueron quienes encontraron una solución y fueron capaces de arrancar y despertar la solidaridad que se convirtió en un milagro ante el cual no solo se satisfizo el hambre sino que sobró, sobraron doce canastos.
Necesitamos hacer una reunión con el equipo de los jóvenes, con los sacerdotes responsables de la PAJ, para ver que podemos hacer con esta emergencia que surge con ocasión de la pandemia.
5. Una acción muy concreta es el Club Juvenil San Junípero Serra, pero es necesario un espacio físico para que puedan reconocerse como “casita sagrada” con las características que ya se han mencionado: “Los Obispos mexicanos queremos refrendar el compromiso de seguir construyendo una casita sagrada, porque representa un elemento común de identidad de este pueblo, signo de unidad, un espíritu de familiaridad, la casita sagrada es un lugar donde nadie se siente extraño, un lugar de encuentro, convivencia y cercanía con los seres queridos, un lugar donde se comparten las experiencias de la vida” (PGP 154). Los jóvenes necesitan un espacio físico grande, donde puedan hacer ahí su experiencia de fe y encuentro con Jesucristo, un refugio donde se sientan amados y donde puedan encontrar su identidad.
6. La opción por la Pastoral de los Adolescente su Jóvenes a de ser permanente en la Diócesis, porque como ya se ha dicho, la Iglesia necesita rejuvenecerse de modo permanente.
7. Es importante repensar las prioridades de nuestro Plan Diocesano de Pastoral, los Planes de Pastoral se diseñan por un periodo pero se programan cada año, evaluamos y programamos, las evaluaciones nos permiten orientar el Plan y también repensar algunas cosas que van surgiendo de acuerdo a los escenarios sociales y eclesiales que van surgiendo.
– Ante la emergencia sanitaria tenemos que repensar la Pastoral de la Salud y crear ministerios de consuelo, escuchar, esperanza y de sanación.
– Ante la crisis económica, que aún no llega a su vértice, como ya lo han dicho, tenemos que adelantarnos y la PAJ puede encabezar todo un movimiento de respuesta al hambre, desempleo y a tantas necesidades económicas que están surgiendo.
– Ante la inseguridad y la violencia, que pueden ser el resultado de la crisis sanitaria y la crisis económica, tenemos que pensar juntos como podemos revertir la violencia que se aprende, por que la violencia no es innata; también nosotros podemos aprender a ser pacíficos y a generar redes de pacificación, para no llegar a situaciones lamentables.