TOMA DE POSESIÓN DEL PBRO. ARMANDO LÁZARO MORENO COMO RECTOR DEL TEMPLO EXPIATORIO DIOCESANO CARMELITAS.

Templo Expiatorio Diocesano Carmelitas, 17 de abril de 2021.

El día    17 de abril de 2021, Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro, visito el Templo Expiatorio Diocesano de Carmelitas para celebrar la Eucaristía en la cual el Pbro. Armando Lázaro Moreno, tomo posesión como Rector del Templo Expiatorio, y Director Espiritual de la Adoración Nocturna de la Diócesis de Querétaro, le acompañaron el Pbro. Saul Rigoitia Vega, Decano del Decanato de Santiago, Pbro.  Francisco Gavidia Arteaga, Párroco del Templo de Santa Clara y al que pertenece esta rectoría de Carmelitas y Pbro. Rogelio Olvera Vargas, Vicario Episcopal de Pastoral de la Diócesis de Querétaro. 

En el momento de la homilía Mos. Fidencio se dirigió a la asamblea diciendo: “Saludo al padre Armando Lázaro, también saludó a mis hermanos sacerdotes y a todos ustedes, hermanos y hermanas, quiénes presencialmente o espiritualmente están en contacto con nosotros en esta santa eucaristía, -la paz esté con ustedes.

 Nos hemos reunido para dar gracias a Dios por la vida, y el trabajo pastoral, del presbítero José Hernández, de su colaborador del padre Eusebius  y de todos  hermanos y adoradores  que han vivido su Pascua,  causada por la pandemia covid-19.

Les invito a todos a ponerse de pie encomendarnos a Dios que Descansen en paz así sea al mismo tiempo hermanas y hermanos estamos reunidos para recibir con fe y Esperanza a su sucesor el padre Armando Lázaro Moreno A quién vengo dar posesión de esta rectoría de Carmelitas de las responsabilidades que ya hemos razonado al comienzo de esta eucaristía.

El padre Lázaro no viene por cuenta propia él no eligió venir a Carmelita y asumir estos cargos que le encomiendo el padre Armando viene en el nombre de Dios y que desde el día de su ordenación acepto con gozo y Libertad Gracias padre Armando Lázaro oportunidad te recuerdo que el buen pastor es el que da la vida por nosotros bienvenido.

En este contexto ante una crisis ocurrida esta noche y ante la presencia física y virtual de miles de adoradores nocturnos, el Evangelio que acabamos de escuchar unas cuantas palabras ha recogido el miedo de una crisis también vivida en la noche por los discípulos, en el mar de Galilea, así lo describe, el evangelio: “caída la noche, me imagino cuando van llegando con sus banderas hacer la fraternidad eucarística en las distintas comunidades por dónde se va peregrinando.

Ya había caída la noche, soplaba el viento, las aguas del lago se habían encrespado,  la barca estaba literalmente amenazada por las olas  en medio de  la noche y muy lejos de tierra, y como si fuera poco, el viento era contrario,  pero hay algo todavía más grave los discípulos se sienten solos,  Jesús no está físicamente con ellos en la barca,  cuando Jesús se acerca caminando sobre las aguas los discípulos no lo reconocen,  y ahora todavía más aferrados comienza a gritar llenos de incertidumbre y de miedo.

El evangelista tiene buen cuidado de señalar qué su miedo no está causado por la tempestad, sino por su incapacidad para descubrir la presencia de Jesús en medio de aquella crisis.  Eso es lo que nos pasa con frecuencia también a nosotros hermanos y hermanas en tiempos de crisis, en lugar deber a Jesús vemos fantasmas;   sin embargo la crisis es también un momento privilegiado para hacer   la experiencia de la fuerza salvadora de Jesús,  la iglesia, la familia cada persona, puede atravesar situaciones muy críticas y oscuras a lo largo de la vida, las crisis son parte de la historia de quiénes se disponen a caminar en el seguimiento de Jesús;  sin embargo la verdadera crisis comienza cuando el corazón  es incapaz de reconocer la presencia salvadora de Jesús y de María en medio de la crisis. La verdadera crisis comienza cuando se pierde la capacidad de escuchar el grito de Jesús, que nos dice: “ánimo soy yo no tengas miedo y el consejo de María hagan lo que él les diga”.

 Ante esta crisis, que estamos viviendo causada por la pandemia y ante esta realidad eucarística que estamos viendo,  nos ilumina  la expresión de Pedro en aquella crisis, “si eres tú”, decía Pedro: “mándame ir caminando sobre el agua”, aquí aparece hermanas y hermanos otro principio de la vida cristiana, la crisis es también el momento privilegiado para hacer la experiencia del encuentro, la experiencia de la fuerza salvadora de Jesús, el tiempo privilegiado para Jesús de aumentar nuestra fe,  más que en tradiciones humanas, apoyos sociales o de funciones piadosas, en el encuentro y en la adhesión con Jesús y con su madre la Santísima Virgen, que siempre cuido de los discípulos de su hijo, cómo cuido de su hijo Jesús.  La fe, la imagen y el sentimiento de Jesús en tiempos de crisis, es la mejor ocasión, es para él la mejor ocasión para dar testimonio de nuestra adhesión a su proyecto de vida.

En este sentido, la crisis que estamos viviendo, es también tiempo para purificarnos y liberarnos de intereses mundanos, de triunfalismos engañosos y de deformaciones que nos ha ido alejando a lo largo del tiempo; Jesús está actuando hermanos hermanas en esta crisis, en esta noche y la Adoración Nocturna en este tiempo de crisis, es un tiempo privilegiado para el encuentro, él nos está conduciendo hacia una iglesia en salida misionera, más evangélica más eucarística, y más sinodal, con Jesús, María y José llegaremos a buen término. Jesús nos dice: “Yo soy, no tengan miedo, José sencillamente adora y es feliz de adorar y María nos vuelve a recordar: “hagan lo que él les diga”. Que así sea”.

Momentos antes de recibir la bendición, se hizo la entrega del ramillete espiritual, que se preparó para el nuevo rector del Templo Expiatorio Diocesano de Carmelitas, posteriormente se le entrego al Padre Lázaro como nuevo director espiritual de la Adoración Nocturna, la Bandera que les distingue, él enseguida dirigió unas palabras a toda la asamblea diciendo:  

 “Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar, -por siempre sea bendito a alabado, Ave María Purísima -sin pecado concebida. Invocamos al Espíritu Santo que llene nuestros corazones y encienda en nosotros el fuego de su amor, ilumine cada momento de nuestras vidas, para que cada momento seamos creados y respondamos con todo el corazón a las peticiones que Dios nos hace y al señor que nos renueva en cada instante de nuestras vidas.

Queridos hermanos, primeramente, quiero agradecer a Dios por esta bendición tan grande que me concede por medio del señor obispo Mons. Fidencio López Plaza, agradeciéndole también la confianza que pone en mis manos, procurando siempre ser fiel a nuestro padre Dios y también a él como nuestro pastor diocesano.

Quiero agradecer también a Mons. Don Mario de Gasperin, que me ha concedido también en don del sacerdocio y al señor obispo Don Faustino Armendáriz Jiménez que también confío en mí las parroquias entre ellas la de: Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, como también en la Parroquia como Párroco donde le agradezco a Dios después de haber estado el padre José Hernández durante 20 años, tuve la dicha de seguir sus pasos en la parroquia de Agua zarcas, agradeciendo también por y pidiendo que Dios lo tenga en su gloria, y hoy se repite la historia y confianza hermanos en este hermoso lugar para seguir trabando con alegría, teniendo también la oportunidad de servir en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de la Estancia, agradezco a las personas que me acompañan de esta hermosa parroquia por su presencia.

 En estos días la pregunta de algunas personas que me han dice, y ¿Cómo se siente padre?  me siento como se sintió Abraham, en aquel tiempo cuando escuchó la voz de Dios que le decía: “deja tu patria y ve a la tierra  que te mostraré, te bendeciré y Abraham partió escuchando la voz del Señor, ahí es donde encuentro  la respuesta de la gente que me pregunta; ahora cómo Abraham quiero partir, dirigirme  a esta tierra prometida que Dios me conceden la autoridad, maravillosas así es el señor en sus caminos, así como Abraham edificó el altar al Señor y lo dedico a Dios, así quiero edificar para Adorarlo con todo el amor.

Ante la realidad del covid-19, tenemos que responder con nuestra fe, para ser esa iglesia en salida, como no lo pide el santo papa Francisco, que nos exhorta para que siempre nazca y renazca la alegría del señor a nuestra iglesia, como lo dice el documento “La alegría del Evangelio”, Jesús es la alegría que renueva que da vida, que fortalece, confío en el señor que el me dará la luz, y es el Espíritu para llevar a delante estos proyectos.

El mundo actual es un mundo que nos ofrece las abrumadoras ofertas de consumo, es una tristeza individualista que cada uno quiera vivir a su gusto, a su manera, que se puede ver los sufrimientos y las  tristezas a las alegrías superficiales,  a vivir un vida pensando únicamente en yo, y solamente en mí,  cuando la vida interior se transforma en algunos intereses personales, y no hay paso para los demás, solo hay paso para mí, esa tristeza yo no la quiero vivir, quiero ser como los apóstoles verdaderos adoradores y como María Santísima, la primera mujer adoradora eucarística, como lo contemplo y siempre se dirigió a él con todo su amor. Ahora viene y ahora es el tiempo de Adorar al Señor, es el camino que él nos muestra, dice Jesús, para pedir perdón para que hijo del hombre sea glorificado.

Ahora también recordando los orígenes de la Adoración Nocturna, cómo la tuvieron los primeros apóstoles que se reunían a celebrar y ante las horas de la noche se agrupaban en rededor de la tumba de los apóstoles, y los mártires, eran los primeros adoradores, y después de celebrarla, celebraban la Eucaristía, allí donde nacen las vigilias de Adoración Nocturna, desde los primeros tiempos, inspiradas en las vigilias pascuales, en la capilla de la resurrección de Cristo.  

San Agustín nos dice: “Esa vigilia de Pascual, es la madre de todas vigilias”, de todas las que hacen los adoradores, adoradoras, los hermanos de cofradía, esas son las vigilias verdaderas de nuestros primeros maestros en la fe, los apóstoles de Cristo, por eso San Agustín dice: “esa es la madre de todas las Vigilias, por ser precisamente encontrar la luz de cristo la Adoración Nocturna por primera vez establecida en Roma, en 1809, en los primeros ensayos que se hacían invitando a compañeros que quisieran pasar una noche entera para contemplar la grandeza del Señor.

Después en parís en 1948, también aquel pianista Pulido Perlman, que tuvo la osadía de convocar y adorar a Jesús sacramentado y así continuar el camino en 1893, hasta llegar a nuestra adoración nocturna mexicana de cual tenemos que sentirnos orgullosos porque cristo es el centro, salvador y señor de la vida, el redentor que nos ama.

El compromiso que creo que el señor nos pide hoy es: de amor, de entrega y de ayuda de presencia en este lugar. Le pido al señor que me acompañe todos los días y a su madre santísima que sea la compañera de mi vida, para cumplir fiel mente con ella y con ustedes esta tarea que me encomienda mi señor obispo, quien confía, que he de seguir el camino que el padre José construyo, el padre Eusebius colaboro con tanto amor y todos los adoradores y adoradoras, monaguillos Inesitas, también Tarsicios que seguiremos el camino hasta que un día Dios nos haga llegar a la vigilia principal de su Gloria, por los siglos de los siglos. Amén.  

Enseguida Mons. Fidencio agradeció la presencia del Padre Saul Rigoitia,  padre Decano, al Padre Francisco Gavidia párroco de Santa Clara y a quien pertenece esta rectoría, y al padre Rogelio Olvera quien estuvo al pendiente de esta rectoría en la sede vacante. Y al Finalizar les dio la bendición, y los allí presentes le brindaron un fuerte aplauso.