SANTO DEL DÍA: SAN PROSPERO DE AQUITANIA, DISCÍPULO DE SAN AGUSTÍN.

𝐇𝐨𝐲 𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐧 𝐏𝐫𝐨́𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐪𝐮𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢𝐚, 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐢́𝐩𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐧 𝐀𝐠𝐮𝐬𝐭𝐢́𝐧.
San Próspero de Aquitania fue teólogo seglar, discípulo de San Agustín de Hipona que participó activamente en las principales controversias religiosas de su época, especialmente las concernientes al pelagianismo y a lo que después se denominaría semipelagianismo; además, en calidad de laico, fue servidor y colaborador del Papa León I durante su pontificado.
El semipelagianismo fue una doctrina que intentó conciliar las ideas de los pelagianos con la doctrina de la lglesia en torno a la gracia y el pecado original. Los pelagianos negaban la existencia del pecado original, falta que, sostenían, habría afectado exclusivamente a Adán; además, aseguraban que la vida eterna podía ganarse sin concurso de la gracia divina. El semipelagianismo fue condenado como herejía en el concilio ecuménico de Orange en el año 529, después de más de 100 años de controversias. Próspero de Aquitania se dio a conocer gracias a sus escritos, en medio de esta compleja disputa doctrinal. Sus obras, afortunadamente, se conservan hasta hoy.
Próspero de Tiro -como también se le conoce a este santo- nació en la antigua región francesa de Aquitania en el siglo IV y fue formado por los monjes del monasterio de San Víctor en Marsella.
En 428 Próspero escribió una carta a San Agustín –que en ese momento se hallaba en Hipona– sobre las dificultades surgidas, en Marsella y sus alrededores, contra la doctrina que Agustín había desarrollado.
Por esta razón, Agustín escribió dos tratados: “Sobre el don de la perseverancia” y “De la predestinación de los santos». Mientras tanto, en apoyo de su maestro, Próspero redactó un breve tratado sobre la gracia y la libre voluntad. Entre sus obras teológicas se cuentan, asimismo, “Adversus Ingratus” (Contra el pelagianismo), “Pro Augustino Responsiones” (Una defensa de San Agustín) y “De gratia Dei et libero arbitrio” (Sobre la gracia y el libre albedrío), obra escrita en oposición a las tesis de San Juan Casiano.
También San Próspero es reconocido por ser el autor de una “Crónica” sobre la Iglesia, relato histórico que comprende el período desde la creación hasta la conquista de Roma por los vándalos en el año 455. Este escrito fue una suerte de síntesis de la obra del mismo nombre que escribió San Jerónimo, pero al que Próspero añadió algunas correcciones y precisiones.
San Próspero terminó sus días como secretario seglar nada menos que del Papa San León Magno. Murió después del año 455. Lamentablemente no ha sido posible determinar con exactitud el año de su muerte.