PEREGRINACIÓN DIOCESANA A LA BASÍLICA DE SORIANO. Pastoral Profética.

Soriano Colón, Qro. 22 de mayo de 2016.

IMG_1150

“ORACIÓN Y FORMACIÓN, FUNDAMENTO DEL CATEQUISTA MISIONERO” Mons. Faustino Armendáriz.

En el marco de la celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad, el domingo 22 de mayo, la pastoral profética realizó su tradicional peregrinación anual a la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, con el lema “En camino con María, Madre de la Misericordia.

La Celebración Eucarística estuvo presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de la Diócesis de Querétaro. De igual forma, estuvieron presentes: el padre Rogelio Balderas responsable de la Comisión Diocesana de Pastoral Profética y de la dimensión de catequesis y el padre Ezequiel responsable de pastoral de la misión ad gentes.

En su homilía Mons. Armendáriz, invitó a los catequistas y agentes de pastoral a tener en cuenta algunos puntos que son importantes en nuestra vida como difusores del Evangelio:

En primer lugar.- «Fortalecer nuestra espiritualidad, ser hombres y mujeres de oración. Nunca nos confiemos en nosotros mismos, en nuestra capacidad, en nuestras estrategias solamente, en nuestros planes. Catequista o agente de pastoral que no ora hace las cosas a medias. Catequista y agente de pastoral que pone en la oración todos los proyectos personales y de la comunidad da muchos frutos. Recuerden que en la oración pedimos la presencia del Espíritu Santo y donde el Espíritu Santo se hace presente se diluyen todas las incertidumbres y todos los miedos».

«No dudemos que el mejor tiempo invertido es el de la oración. La oración personal es fundamental porque te enfrentas cara a cara a Dios y no una vez en el día. La oración no es magia, la oración es dialogo con Dios, la oración es poner en sus manos aquellas necesidades, pero también aquellas acciones de gracias que necesitamos: Oración».

En segundo lugar.- «Para catequistas y agentes de pastoral es importantísima también la formación. Nadie puede dar lo que no tiene. Por eso, en la formación tenemos que llenarnos de las cosas de Dios, llenarnos de su doctrina y fortalecer así nuestra fe. Cuando estamos seguros de que Dios es el camino y que camina con nosotros, no le tenemos miedo ni al cansancio, no le tenemos miedo a las resistencias que podamos encontrar en el camino, ni tampoco le tenemos miedo a aquellos obstáculos que vayan generando miembros de nuestra propia comunidad. Por eso abramos derecha, con la ayuda de Dios y que la formación sea parte de ese tripié que necesitamos en nuestra vida para realizar nuestra misión».

En tercer lugar.- «Oración, formación, pero también no podemos quedarnos con aquello que gratis recibimos. Tenemos que compartirlo. Y aquí es donde entra la catequista o el catequista misionero, el agente de pastoral misionero. Por eso, en el caminar de nuestro plan diocesano de pastoral hemos destacado la Misión Permanente».

Que esta peregrinación que ustedes han hecho significativa sea el reflejo de lo que queremos hacer en nuestra vida de todos los días. Caminar. Y caminar buscando a aquellos hermanos y hermanas que necesitan del amor de Dios. Porque “tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo Único y hoy nos envía a nosotros para que seamos ese Jesús en las comunidades, que hablemos del amor de Dios, concluyó.