MENSAJE EN LA PEREGRINACIÓN DIOCESANA DE LOS CONSEJOS PARROQUIALES DE PASTORAL A LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA  DE LOS DOLORES DE SORIANO.

Muy estimados sacerdotes y diáconos,
Queridos miembros de la vida consagrada,
Estimados miembros de los Consejos Parroquiales de pastoral,
Hermanos y hermanas todos en el Señor:

 

«Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo…Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente» (Ef 1, 2.17).

Con estas palabras del Apóstol san Pablo que dirigió a los cristianos de Éfeso, esta mañana quiero dirigirme a todos y cada uno de ustedes, quienes con fe y devoción han venido en esta significativa peregrinación  de cada una de sus parroquias, para agradecer a Dios, por manos de la Santísima Virgen María Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, nuestra patrona diocesana, todos las bendiciones que constantemente nos regala, especialmente en la vida pastoral de cada comunidad parroquial.

La experiencia de recorrer durante estos años las comunidades, me ha hecho valorar y reconocer el invaluable trabajo que los Consejos de Pastoral realizan continuamente, de tal forma que haciendo la voluntad de Dios, vamos dando respuesta a los desafíos de la nueva evangelización. Nunca nos cansemos en apostar todo en pro de la espiritualidad de la comunión.

Continuemos trabajando bajo la guía del Plan Diocesano de Pastoral que sin duda es la voz de Dios para la vida de nuestras comunidades; en los próximos días les visitaré en los decanatos restantes para realizar la Asamblea Decanal y poder seguir conociendo sus grandes esfuerzos que junto con sus sacerdotes realizan para impulsar la comunión y la misión.

Les imparto de corazón mi bendición episcopal.

 

Fraternalmente en Cristo y María.

 

Ciudad episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a 05  de febrero de 2018.

 

+ Faustino Armendáriz Jiménez

IX Obispo de Querétaro