Mensaje del XIX Encuentro Nacional de Agentes de Pastoral de Familia y Vida

Santiago de Querétaro, Qro., octubre de 2014

 

Sres. Diputados Federales de la LXII Legislatura del H. Congreso de la Unión:

Los que participamos en este XIX Encuentro Nacional de Agentes de Pastoral de Familia y Vida, entre los que nos encontramos Obispos, sacerdotes, religiosos, matrimonios y movimientos católicos de todo el país, nos dirigimos respetuosa y corresponsablemente a ustedes para expresarles que reconocemos la actitud de escucha que percibimos en muchos de ustedes al tener en cuenta las voces de la sociedad, sus instituciones y de tantas personas que estamos siguiendo con mucha atención el desarrollo del proyecto de decreto por el que se crea la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Conscientes de que no es una tarea fácil y que constituye un gran desafío el crear una ley que integre y armonice lo dispuesto en nuestra Constitución, los Tratados Internacionales y lo dispuesto en los Códigos Civiles y Familiares de nuestros estados, sin perder de vista el interés superior del menor, así como el derecho de los padres para educar a sus hijos conforme a sus convicciones, particularmente, en el verdadero sentido y responsabilidad de la sexualidad humana, nos preocupa que haya algunas voces que confundan o hasta identifiquen el derecho a la protección de la salud de las niñas, niños y adolescentes, con supuestos “derechos sexuales y reproductivos”, que suelen identificarse con el uso indiscriminado de métodos anticonceptivos, el aborto y la píldora del día después.

Tenemos la certeza, por nuestra experiencia de trabajo como Iglesia Católica en México, que la gran mayoría de los padres de familia en nuestro país desean el bien de sus hijos, ser ellos los primeros educadores de sus hijos en el tema de la sexualidad, de sus valores y principios, con el apoyo subsidiario de las instituciones. Por lo tanto les solicitamos respetuosa y corresponsablemente que legislen para que, en todo punto del mencionado Proyecto, se establezca, respete y promueva el insustituible derecho de los padres y madres de familia a educar integralmente a sus hijos.

Nosotros, agentes de pastoral familiar y de la vida del Episcopado Mexicano, reconocemos que el matrimonio y la familia son instituciones naturales de validez objetiva y universal, patrimonio de la humanidad. Consideramos también que la vida humana y su dignidad, desde la fecundación hasta la muerte natural –no provocada- es un valor esencial, prioritario e inalienable. Por este motivo, estamos comprometidamente interesados en su promoción, cuidado y educación.

Les ofrecemos nuestra oración y aliento para que, en el importante servicio que le prestan a la Nación, definan y establezcan dentro de este Proyecto de Ley que el derecho a la protección de la salud de las niñas, niños y adolescentes (cfr. art. 4º. Constitucional), no se confunda e identifique con supuestos “derechos”. Queremos ofrecerles también, desde las Dimensiones Episcopales de Familia y de Vida del Episcopado Mexicano, nuestro deseo de diálogo permanente con ustedes sobre los temas de matrimonio, familia y vida.

Gracias por su atención y escucha. Que Dios los bendiga e ilumine con su Sabiduría, oramos por ustedes.

En nombre de todos los participantes,

 

† Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca
Responsable de la Dimensión Episcopal Familia
 
† Mons. Rodrigo Aguilar Martínez
 Obispo de Tehuacán
Responsable de la Dimensión Episcopal de Vida
 
Pbro. Rafael Alemán Jasso
Secretario de la Dimensión de Famillia
 
Pbro. Javier Coellar Ríos
Secretario de la Dimensión de Vida