Homilía en la Misa con los Medios de Comunicación Social

Fiesta de San Francisco de Sales 
Parroquia  Sagrado Corazón de Jesús, “Santa Clara”, ciudad episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a 24 de enero de 2014
Año de la  Pastoral Litúrgica  – Año Jubilar Diocesano
 
 
Muy queridos comunicadores,
hermanos y hermanas todos en el Señor:

  1. Me complace poder reunirme con ustedes en esta mañana y poder celebrar juntos la Eucaristía en el contexto de la festividad de San Francisco de Sales, Patrono de los Comunicadores. Este hombre que en la sencillez de su fe, supo experimentar que  “Dios es el Dios del corazón humano” (cf. Tratado del amor de Dios, I, XV) y que con su vida estaba llamado ser un testigo ejemplar del humanismo cristiano. Con su estilo familiar, con parábolas que tienen a menudo el batir de alas de la poesía, recuerda que el hombre lleva inscrita en lo más profundo de su ser la nostalgia de Dios y que sólo en él encuentra la verdadera alegría y su realización más plena.

2. Les saludo a cada uno de ustedes, representantes de los Medios de Comunicación Social en esta ciudad y quienes vienen de otras partes; les agradezco que hayan aceptado asistir a esta celebración para agradecer a Dios la vida y el trabajo de cada día. Saludo  a cada uno de los sacerdotes aquí presentes. De manera especial al P. Saúl Ragoitia Vega, Presidente de la Comisión Diocesana para la Pastoral de Comunicación.

3. Esta mañana en la litúrgia de la Palabra, hemos escuchado el Evangelio de Marcos donde se nos relata la elección de los doce discípulos (Mc 3, 13-19), y llama la atención que el evangelista precisa la triple finalidad de la elección: en primer lugar para que  cada uno de ellos tuviera la experiencia de estar con Jesús, con la finalidad de enviarlos a predicar y, finalmente, para que tuvieran el poder de expulsar los demonios. Esto nos ayuda a comprender que no fueron ellos los que escogieron a su maestro. Fue Cristo quien los eligió. De otra parte, ellos no fueron convocados para algo, sino para Alguien, elegidos para vincularse íntimamente a su Persona (cf. Mc 1, 17; 2, 14). Jesús los eligió para “que estuvieran con Él y enviarlos a predicar” (Mc 3, 14), para que lo siguieran con la finalidad de “ser de Él” y formar parte “de los suyos” y participar de su misión.

4. Queridos comunicadores, quizá muchas veces hemos escuchado este texto, sin embargo, quisiera que cada uno de nosotros esta mañana lo hiciéramos nuestro y que en el lugar de alguno de los nombres de los doce discípulos,  pusiéramos cada uno nuestro nombre. Pues en realidad la verdad es que Jesús al elegir doce, está diciendo que te eligió a ti y que me eligió a mí. Y lo ha hecho porque quiere que tengamos la experiencia de estar con él. De intimar con él. Cada uno de nosotros estamos llamados a  experimentar, que la vinculación íntima con él en el grupo de los suyos, es participación de la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones (cf. Lc 6, 40b), correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer nuevas todas las cosas. En concreto esa es la finalidad de la llamada. Muchos de ustedes por profesión constantemente se interesan de las personas famosas e importantes, desean saber y conocer el modo de vida, qué piensa, qué opina, qué enseña. Quisiera invitarles a que tengamos la valentía de interesarnos por saber cómo vivió Jesús, cómo pensaba, cómo actuaba ante tal  cual situación, cómo era su relación y diálogo con su Padre. Esto nos llevará a conocerle y por ende podremos llevar la notica de su mensaje y de la novedad de su doctrina. “La comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes sociales son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo” (cf. Mensaje para la 48° Jornada Mundial de las comunicaciones Sociales).

5. La Iglesia les necesita a cada uno de ustedes, en primer lugar para invitarles a dejarse encontrar y cautivar por el mensaje y la persona de Jesús. La realidad nos dice que no existe ningún lugar del mundo que no pueda ser alcanzado, y por lo tanto, que no caiga bajo el influjo de la cultura mediática y digital, que se impone cada vez más como el lugar de la vida  y de la experiencia social. Sin duda que la difusión de esta cultura implica innumerables beneficios como la posibilidad de mayor conocimiento, nuevas formas de solidaridad y la posibilidad de promover una cultura cada vez más a dimensión mundial; sin embargo, se manifiesta una profunda atención egocéntrica reducida a las necesidades individuales. Se afirma la exaltación emotiva de las relaciones y de los vínculos sociales.

6. Ante esta realidad  es fundamental que quienes se dedican al campo de las comunicaciones tengan un encuentro personal con Jesús y así su tarea y compromiso con la sociedad no sea una tarea “simple o novedosa”, sino sobre todo “evangélica y evangelizadora”.  Pues  como decía en estos días el Papa Francisco a un grupo de comunicadores “la calidad ética de la comunicación, sea fruto de conciencias atentas, no superficiales, siempre respetuosas de las personas, tanto de las que son objeto de información, como de los destinatarios del mensaje. Cada uno en su papel y con su responsabilidad, está llamado a vigilar para mantener un alto nivel ético de la comunicación  y evitar esas cosas que hacen tanto daño: la desinformación, la difamación y la calumnia” (cf. 18/01/2014).

7. Además, es importante  — como ha dicho el Papa Francisco en su mensaje para la 48° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales — que las comunicaciones sociales contribuyan para promover una cultura del encuentro y no la desvirtúen. “En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos”. Esto será posible cundo en actitud de discípulos misioneros hagamos nuestras las actitudes del buen samaritano. “El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro. Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad»” (cf. Mensaje ).

8. Es importante, queridos amigos, la atención y la presencia de cada uno de ustedes en el mundo de la comunicación con una sana antropológica del hombre, para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo. En el encuentro de una persona con Cristo, entran Cristo y la persona. Este es el desafío. Llevar al hombre al encuentro con Cristo siendo conscientes, no obstante, de que nosotros somos medios y que el problema de fondo no es la adquisición de sofisticadas tecnologías, aunque sean necesarias para una presencia actual y significativa. Que nos quede siempre claro que creemos en un Dios apasionado por el hombre, que quiere manifestarse mediante nuestros medios, aunque siempre son pobres, porque es Él quien obra, transforma, salva la vida del hombre.

9. Les invito a tener de verdad a San Francisco de Sales como su intercesor, él les sabrá enseñar el camino para seguir a Jesús de cerca, para ser siempre comunicadores de la verdad y sobre todo para que aprendan a conocer del corazón humano y hacerlo todo por amor. En alguno de sus escritos encontramos que decía: “El hombre es la perfección del universo; el espíritu es la perfección del hombre; el amor es la del espíritu; y la caridad es la perfección del amor” (cf. San Francisco de Sales, Tratado del amor de Dios,  Libro X, cap. I). Por ello como afirma el Santo Padre  “El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno de la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura. La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas” (cf. Mensaje para la 48° Jornada Mundial de las comunicaciones Sociales).  Pidámosle que nos ayude a encontrar la libertad verdadera en el amor incondicional a Dios, nuestra verdadera alegría y nuestra plena realización. Amén.

† Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro