FIESTA EN HONOR A SAN ISIDRO LABRADOR.

Parroquia  San Francisco Galileo,  El Pueblito, Corregidora, Qro. 15 de Mayo de 2017

 

El  15 de mayo de 2017, en la Parroquia de San Francisco Galileo, ubicada en la calle Madero No. 13, El Pueblito, Corregidora, Qro;  con motivo de la Fiesta en honor a San Isidro Labrador,  se llevó a cabo  la  Celebración de la Sagrada eucaristía,   presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, concelebraron el Sr. Cura,  Pbro. Raymundo Frausto Hurtado, y  el Vicario Parroquial, Pbro. Juan Manuel Granados Olguín. Al iniciar la celebración,  el Sr. Obispo, les compartió lo siguiente:

“Al celebrar este día de San Isidro, nos reunimos en torno al Altar del Señor, dándole gracias, por tenernos llenos de vida, como este gran Santo; pero también le damos gracias a Dios porque hay quienes difunden: su vida, su obra, como modelo de vida también y como Patrono de los Agricultores; pidámosle al Señor, por medio de San Isidro, que especialmente bendiga a quienes conforman la Corporación y que este Aniversario Treinta sea una oportunidad para agradecer a Dios, pero también para fortalecer la Fe y continuar en adelante difundiendo su fervor: a San Isidro y también fervor a María Santísima en el Rezo del Santo Rosario”. Y en su homilía,  Nuestro Pastor diocesano comentó:

“Les saludo en este día de Fiesta de San Isidro Labrador, uniéndonos a la alegría y a la Fe en este gran Santo, intercesor ante Dios;  saludo al Padre Raymundo, Sr. Cura, de esta Comunidad, al Padre Juan Manuel Granados, Vicario Parroquial, a los Sacerdotes que nos acompañan y a cada una de las Corporaciones que impulsan también el amor a Dios a través de la veneración de nuestras Imágenes, la Corporación de Santiago del Divino Redentor y hoy felicitamos a la Corporación de San Isidro en este Trigésimo Aniversario de servir a Dios, de servir a la Iglesia”.

“Cada uno de los movimientos, admiran a quien por primera vez como en mi caso, los contempla y en este caso, que son reflejo del amor a Dios, del amor a San Isidro; desde cada uno de los frutos y de los motivos que no son ornamentales, sino más bien, son reflejo de su amor a Dios y sobre todo contemplar el milagro de Dios en cada uno de ellos, desde un trozo de tierra que tiene la semilla fecundada en algunas plantas que bendijimos y, a nuestro paso por esta hermosa alfombra y esta procesión solemne hemos encontrado pues, este aspecto de la Fe de ustedes; gracias por compartirnos esa Fe,  gracias por testimoniar con estos grandes detalles: su amor a Dios, su amor a San Isidro”.

“Nuestra Fe siempre tendrá que ir a la vida, podemos sin duda mostrar a través de la hermosura de los detalles esta Fe, sin embargo, tiene que aterrizar en el día con día y la mejor manera es contemplar a quien hoy celebramos en la Iglesia Universal, a San Isidro”.

“San Isidro existió ya hace muchos años podríamos decir, por allá en el Siglo XI, en España, pero me llama la atención que las lecturas que uno hace del Santo, que la mayoría dice de cierto: ¡que sus papás le inculcaron el temor a Dios y el fervor al Señor!, esto es importante, le dan a San Isidro miembro de una familia donde se respira a Dios, donde se comparte a Dios y con ello, nuestras familias;  hoy en este Siglo XXI tenemos mucho que aprender: ¡La importancia de la Fe de los papás!, ¡La importancia de compartirla a los hijos!, y seguramente  no solo por la palabra los papás de San Isidro siguieron inculcando el amor a Dios, el amor a la Palabra, el amor al Sagrario, el amor al Templo, el amor a la Eucaristía el Amor a la Vida, ¡sino San Isidro viendo a sus papás!”.

“¡Los santos se hacen!, y se hacen como fruto del testimonio de otros y más cuando en el seno familiar encuentran estos buenos ejemplos; quizás alguno podría decir: mi esposa y yo somos muy buenos, pero los hijos son: ¡hay son otra cosa!; creo que ahí hemos dejado de lado la Fe o la hemos delimitado; ¡quien ora encuentra lo que busca y adquiere lo que pide!, ¡pidan y se les dará!; por eso desde la familia se tiene que orar, desde la familia se tiene que rezar más, desde la familia se tiene que vivir más la vida Cristiana para que surjan Santos como San Isidro”.

“San Isidro desde pequeño expresaba en su conducta, su amor a Dios y lo que quería ser en su vida, todos conocemos las diversas anécdotas que se cuentan de él, al grado de tener amigos Ángeles que le ayudaban en el arar la tierra; pero aquí lo más importante es que el dedicaba su tiempo a Dios, no desperdiciaba su tiempo, como niño, como joven, como esposo; es decir, San Isidro es un laico como todos ustedes o la mayoría de ustedes, San Isidro es un hombre sencillo, es un hombre del común del pueblo y esto los hace entender que: ahí donde vivimos, ahí se puede aspirar a la Santidad”.

“Pero, ¿Qué es la Santidad?, la santidad no significa hacer cosas grandes, la santidad no significa estar preparados para hacer milagros; la santidad significa, después de leer el Evangelio, querer ser como Jesús; ¡Eso es la Santidad!, y seguramente, aunque San Isidro no tuvo estudios, los papás le inculcaron aquello que podría aprender de la Palabra de Dios, y seguramente le hablaron del amor y le hablaron del perdón, y seguramente le hablaron de los milagros de Jesús, del amor de Dios, de la capacidad de Dios para perdonar y como él nos enseña a perdonar, ¡el Santo se hace así!, a la luz de la Palabra de Dios, no hay otro camino, por eso San Isidro conforme iba creciendo, iba experimentando la necesidad de compartir lo que él vivía”.

“Y era la razón por la cual se le acercaban jóvenes, se le acercaban pobres, porque él tenía el corazón dispuesto desde su pobreza para ayudar a los demás”.

“Hermanos, no nos compliquemos la vida cuando hablamos de Santidad, la Santidad se realiza y es un proceso a la Luz de la Palabra de Dios, y ciertamente en muchas ocasiones San Isidro tuvo la oportunidad de confrontar su vida con el Evangelio, San Isidro podemos decir, era otro Cristo en la tierra, era la presencia de Dios, porque su vida, su conducta, sus obras de caridad así lo reflejaban”.

“Hoy podemos hablar de este gran Santo, como Patrono de los agricultores, como Intercesor ante Dios y le pedimos que llueva, como me decían en algunas comunidades rurales, pero también hay que pedirle que nos ayude a tener un corazón sencillo como el suyo; que nos ayude y que interceda por nuestra familia, para que nuestra familia sea una familia cada vez más creyente, con más Fe, pedirle por nuestras familias para que sean familias unidas, que no le tengan miedo al Sagrario, que no le tengan miedo a venir a la Santa Misa, que le tengan amor a Dios, y lo demás viene por añadidura”.

“Hoy le pedimos que bendiga los campos, que bendiga las semillas, que bendiga los frutos de los campos, pero que bendiga con su Intercesión Dios nuestros corazones, que siga siendo San Isidro, un ejemplo y un testimonio para esta Corporación, para esta Comunidad y para el pueblo de Dios, que ama a Dios y que como San Isidro tradujo ese amor a Dios cumpliendo los mandamientos del Señor como hoy nos lo pide Jesús en el Evangelio, ¡eso es lo que hace un Santo!, cumplir la voluntad de Dios y eso es lo que hizo San Isidro”.

“Murió joven, sesenta años, y ya después por su intercesión se han realizado muchos milagros, esa fue la razón por la cual el Papa lo declaró Santo, junto a grandes Santos como San Ignacio de Loyola, como San Francisco Javier, es decir, es parte de ese grupo que quiere amar más a Dios en la tierra, que quiso compartir el amor de Dios a los demás”.

“Pidámosle al Señor que nos haga como San Isidro: sencillos, para vivir en la sencillez de nuestra vida, la vida Cristiana”.

Al término de la celebración, el  Sr. Obispo, felicitó a la Corporación de San Isidro, reconociendo ser la primera vez que contempla tanto colorido en esta celebración y donde le impresionó mucho la tierra cultivada que llevaron;  y concluyó:

“Sin duda se caracterizó San Isidro por el amor a la Santísima Virgen María, que también cada uno de nosotros amando a María nos acerquemos más a Jesús”.

“Sigamos sembrando la semilla como lo hacía San Isidro, no todos somos expertos en la agricultura, en el campo, pero sí podemos sembrar la semilla de la Palabra de Dios, como también San Isidro la sembró con su ejemplo, que siga siendo la Corporación: Misioneros del Santo Rosario, Misioneros de la Palabra de Dios y Misioneros de la devoción de San Isidro Labrador y con este propósito impartió la bendición”.

Así mismo, el Mayor de la Corporación de San Isidro, agradeció al Señor Obispo por compartir la Fe con su pueblo, al Padre Juan Manuel que coordina la Corporación, a los Padres que visitaron la Parroquia para compartir la vida de la Fe