FIESTA CHICA, EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, BASILICA DE SORIANO.

Soriano, municipio de Colon, Qro. 25 de septiembre de 2016.

14495293_1433215956692763_1792663227423223974_n

El día 25 de septiembre de 2016, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de nuestra Diócesis, se dio cita en la Basílica de Soriano, para presidir la solemne celebración Eucarística, con motivo de la Fiesta Chica, que se realiza, en Honor a Nuestra Señora de los Dolores, Patrona de nuestra Diócesis.

Participaron en esta Santa Misa, un gran número de peregrinos, venidos de varias Parroquias de la Diócesis y además también peregrinos del estado de México, que con gran fervor vienen a postrarse a los pies de nuestra Señora. Al inicio de la celebración Mons. Faustino dio la bienvenida a la basílica a los hnos. peregrinos y les dijo:

«Bienvenidos hermanos peregrinos y peregrinas a casa de nuestra madre Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, cada uno de ustedes, sin duda, trae en su corazón su oración, sus intenciones y peticiones, en las manos de Dios y en el altar las ponemos para que por su intercesión Dios nos bendiga, con esta intención iniciamos nuestro santa misa reconociendo que necesitamos de su perdón y misericordia«. Y, en la homilía, nuestro Pastor diocesano, expresó:

«Muy queridos hermanos peregrinos, los saludo en el nombre del Señor, ciertamente su presencia aquí, responde a una gran fe, la fe en la Santísima Virgen María; la fe en Dios, al cual llegamos por medio de María.Y  «a Jesús por María». Aprecio mucho este esfuerzo que hacen, de venir en esta fiesta patronal.

Y, en cada una de las fiestas de nuestra Madre, lo hacen, a través, de diferentes medios, incluso a través, de las bicicletas, jinetes, a coche, a pie. Pero en definitiva, en el fondo, en el corazón, la intención es la misma.

Postrarme a los pies de nuestra Señora de los Dolores, seguramente en ese corazón, que con sencillez se presenta a la santísima virgen María, hay muchos sentimientos, muchas actitudes, incluso muchos resentimientos; pero también hay gratitudes, la acción de gracias porque ha recibido tanto de Dios, y donde la virgen María ha sido la intercesora fundamental.

Por eso, su peregrinar es un peregrinar que no los devuelve iguales, sino que, en su retorno, seguramente experimentaran un corazón lleno de Dios y también con la bendición de la santísima virgen María, ante su bendita imagen ¿Quién no se conmueve, ante su mirada? ¿Quién no siente esa actitud maternal de la santísima virgen María? Qué nos protege y nos arropa, e incluso nos habla, y nos habla al corazón.

Cada uno pues, tiene su experiencia, y cada uno, se deja llevar por la fe y de la mano de la santísima virgen María, ojalá, que nuestro regreso a casa, esa sea nuestra postura, una postura de humildad, y dejarnos llevar por la mano de María; de tal manera que,así vivamos nuestra visa cristiana. No hay otra manera, recordando, que nuestro camino no es para quedarnos aquí en la tierra.

Hoy la palabra de Dios en el evangelio, nos dice, que nuestra vida va más allá, de esta vida física, que por unos años como peregrinos también vamos viendo y recorriendo. Dios nos da varias oportunidades, a unos le da menos años, a otro más años, según su plan de amor para nosotros; pero en esta vida, creo que vale la pena detenemos siempre, y sobre todo, ante la lectura de este evangelio; detenernos y pensar para nosotros mismos. ¿Que puedo presentar en mis propias manos ante Dios?. Pensando en aquello, que nos hablaba  el evangelio; de un hombre pobre, Lázaro, y de un hombre Rico, el hombre rico que se daba una vida de lujos, que no pensaba en los demás, ese fue su pecado, esa fue su actitud desagradable ante Dios, ser feliz a solas.

Y esto, nos puede pasar a todos, aunque no tengamos muchos lujos; responsabilizarnos del hermano que sufre, al final,  a este hombre las riquezas no le sirvieron de nada, al final,  la riqueza fue un obstáculo para la salvación, sin duda,  el que,  aquel hombre tuviera riquezas, no era desagradable a Dios, sino el problema era su actitud ante los demás, pero, motivado por su prepotencia y soberbia, motivado por su riqueza, él, que lo tenía todo no necesitaba de nadie ni de nada, ni mucho menos estaba en actitud de ayudar a aquel que si lo necesitaba, al final, muere el rico y se va al infierno,- dice la palabra de Dios- muy lejos de donde quedo Lázaro.

Lázaro, seguramente no se fue al cielo solamente por ser pobre, sino por la actitud de humildad y disponibilidad , que sin duda,  tuvo ante Dios, dentro de sus sufrimientos, porque se agarró de la providencia de Dios.

Seguramente, era un hombre, que en su corazón no tenía esas actitudes egoístas. Hermanos,para ir al cielo, no se necesita estar en una posición social determinada, para ir al cielo, se necesita tener actitudes que agraden a Dios, y ¿Cuáles son esas actitudes que agradan a Dios? El mismo Jesús nos lo dice, cuando en el evangelio enumera las obras de misericordia, desde visitar al enfermo, vestir al desnudo, dar posada al migrante, dar de comer al hambriento, al sediento, etc. y también, tanto las obras de misericordia corporales como espirituales.

Hoy el Papa, en este año, ha querido resaltar en entre la iglesia; que nosotros asumamos la responsabilidad de conducirnos en nuestra vida cristiana; haciendo la lucha para llevar a la práctica alguna o todas la obras de misericordia.

Por eso, cada quien, desde sus posturas, desde su situación, desde sus posibilidades, tenemos la oportunidad para atender a los innumerables lázaros, que seguramente los encontramos en el camino, ciertamente tenemos diversas oportunidades de hacerlo, pero, Dios también cuenta los pequeños detalles. No tenemos que hacer obras que deslumbren a los demás, que salgan en la prensa para agradar a Dios; lo más importante, es que los vea Dios, que lo sepa Dios, que el Señor lo tome en cuenta. Y seguramente, las obras que podamos hacer por los Lazaros de nuestro mundo, independientemente de nuestra posición social, será lo que haga sonreír y agradar a Dios.

Los invito hermanos,  a que a la luz de esta palabra de Dios y por la intercesión y la ayuda de nuestra madre la Santísima Virgen María, regresemos a casa, sabiendo que somos peregrinos que hoy han venido a un santuario; pero también, peregrinos que vamos de paso en esta vida y que el día de mañana a cualquiera de nosotros se le puede acabar su peregrinación.

Creo que urge que revisemos nuestra vida y le digamos a Dios- Señor, ayúdame a llenar mis manos y mi vida de buenas obras-, porque esas son las que trascienden, las que nos llevan a estar eternamente con Dios. Hace poco veía morir a una persona que tenía muchos recursos, y se moría solo, y he visto morir a tantos hermanos en el auxilio de la unción de los enfermos, y al final, terminamos solos en una cama sin llevarmos absolutamente nada.

Creo, que hoy, podemos decir al Señor, -Señor, gracias por todo lo que me has dado, pero también ayúdame a compartirlo, porque lo único que quiero es estar contigo y estar en la eternidad. Aquel rico Epulón, quería y le pedía a Moisés que enviara a Lázaro, a decirle a sus hermanos, que recapacitaran, que se portaran bien, porque después venía algo que les haría sufrir;sin embargo, la respuesta de Moisés es: «Tus hermanos ni aunque resucite un muerto cambiarían de actitud» Hermanos hoy tenemos la palabra de Dios y nos ayuda a iluminar nuestra vida, y sin duda, nos motiva a cambiar de actitud.

Que se la palabra de Dios, esa palabra que alimentó el corazón de la Santísima Virgen María, la que nos conduzca en este caminar, hoy le agradecemos a la Santísima Virgen María, nuestra Señora de los Dolores de Soriano que se haya quedado con nosotros, que podamos recurrir a ella, sabemos que desde el siglo XVII ella llego, aquí a nuestras tierras y después de tantas periferias llego a este templo de Santo Domingo, traída por los frailes dominicos.  Y se quedó con nosotros y ahora permanece como patrona de nuestra Diócesis de Querétaro; sigamos acudiendo a ella sabiendo que en ella encontraremos protección ayuda y bendiciones».
Que así sea.

Al término de la celebración Mons. Faustino, impartió a todos la bendición y deseo buen regreso a sus hogares a todos los peregrinos.