Eucaristía por la Patria en la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores en la Catedral

 

El 15 de septiembre, el Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió en la Santa Iglesia Catedral la Santa Misa para recordar la festividad de la Santísima Virgen de los Dolores, Patrona de la Diócesis de Querétaro, pidiendo por su Iglesia local y por la paz de nuestra Patria, le acompañaron, el Vicario General de la Diócesis Pbro. Lic. Martín Lara Becerril; el Vicario General para la Vida Religiosa, Mons. Javier Martínez Osornio; el Pbro. José Luis Salinas Ledesma, Rector del Seminario Conciliar; sacerdotes formadores del seminario, seminaristas, religiosas y fieles de la Diócesis.

 

Unidos en oración la asamblea inició la Eucaristía dirigiendo la mirada a la Santísima Virgen María, la Virgen de los Dolores, a la que contemplaron a los pies de la Cruz de su Hijo, en su dolor; pero al mismo tiempo la contemplaron en su fe, porque sabe que la muerte de su Hijo es fuente de vida. Todos celebraron con alegría a nuestra Madre Santísima y pidieron por la Patria Mexicana.

 

El Pastor Diocesano ofreció la Santa Misa por nuestra Patria mexicana en este día en que recordamos la festividad de la Patrona de nuestra Diócesis de Querétaro, Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, por su intercesión pidió la comunidad por nuestra Diócesis, por la paz en México hoy que celebramos la libertad y la independencia.

 

En este día  que celebramos la libertad y la independencia, Mons. Armendáriz en su homilía afirmó: “Podemos sentirnos bendecidos por Dios por mediación de la Santísima Virgen por tantas manifestaciones y milagros de Dios a lo largo y ancho de nuestra Diócesis, quisiera resaltar especialmente, la oportunidad que a un servidor le ha dado para establecer contacto con toda la comunidad diocesana por medio de las visitas pastorales que pretenden en este año conocer prácticamente y de manera muy cercana el territorio diocesano, donde hemos querido impulsar la espiritualidad de la comunión en el presbiterio y con toda la feligresía y junto con ello, impulsar la Misión Continental Permanente, deseo y orden de Jesús y que los obispos la hemos asumido en América Latina. Veo con beneplácito el entusiasmo creciente de cientos o miles de misioneros que continúan haciéndole caso a Jesús, y sobre todo muchos hermanos y hermanas que crecen en la conciencia de esta tarea prioritaria evangelizadora”. “Con admiración veo los frutos de el proceso evangelizador asumido en nuestro presbiterio, formándonos de la manera más conveniente, siendo signo de discípulos misioneros en las calles, en los hogares”.

 

“María nos bendice en los diez nuevos sacerdotes ordenados, ellos son buenas noticias en sus comunidades y en toda la Iglesia”. “María nos ha acompañado en el camino de la administración del Sacramento de la Confirmación a miles de niños y jóvenes, que han sido fortalecidos para ser testigos de Cristo”.

 

“En el caminar de nuestra Diócesis María no ha estado ausente. Hoy le agradecemos que se haya quedado a ser madre de todos nosotros. Ella tomó la cruz de cada día, muestra son los siete dolores que atravesaron su corazón, ella asumía desde la fe su dolor, y lo superaba, hizo del dolor vida”.

 

¡Santísima Virgen de los Dolores, acuérdate que en la cruz, tu Hijo Jesús te hizo Madre de los pecadores!