En el II Domingo de Cuaresma: Eucaristía en la Catedral

IMG_9985(CODIPACSQRO) El segundo Domingo de Cuaresma, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez presidió la celebración de la santa Misa en la Iglesia Catedral, conformaron la asamblea un nutrido grupo de familias y jóvenes del movimiento “Quédate con nosotros”, y los médicos, voluntarios y familiares  de quienes participarán en la “Jornada por la Paz y la Salud” el 27 de febrero en Arroyo Seco, acción promovida por la Dimensión Diocesana de Fe y Política, también acompañaron los padres, Pbro. Efraín Gómez, fundador del movimiento y el Pbro. Filiberto Cruz Reyes responsable de la dimensión.

Monseñor Faustino describió esta celebración como un momento privilegiado de alegría y esperanza, de fe y fraternidad, especialmente después de la visita de Su Santidad Francisco a México. También destacó que si en el primer Domingo de Cuaresma apreciamos la humanidad de Jesucristo, hoy podemos contemplar su divinidad que se manifestó en su Transfiguración en el Monte Tabor.

El Pastor Diocesano enunció los elementos de la Transfiguración del Señor: la montaña, el resplandor, la oración de los discípulos, los personajes bíblicos y finalmente la voz de Dios. También recordó que este acontecimiento se da cuando Jesús va de camino a la Cruz.

Advirtió el señor obispo que los momentos de oración que tenemos son espacios de encuentro con Dios, de transfiguración, pero debemos tener cuidado de que una vez debemos bajar, volver a la realidad de todos los días y asumir el camino de la cruz, recordando que no podemos justificar la responsabilidad con los hermanos, escudados por el pretexto de la oración.

Concluyó la reflexión describiendo a los cristianos que asumen el camino de la cruz, como aquellos que no tienen derecho al fracaso y a la frustración, como aquellos que asumen la tarea evangelizadora con pasión, aquellos que solo siguen a Jesús, aquellos que en la oración y en el contacto con Jesús se hacen sensibles al enfermo, el migrante, al necesitado.

Jorge A. Rangel Sánchez