Editorial: Buscar la verdad, llevar la paz

Este 21 de octubre, con motivo de la inauguración del Año Académico de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, se nombró el Aula Magna de la misma como “Benedicto XVI” en honor al Obispo Emérito de Roma, como “un gesto de gratitud por cuanto ha hecho por la Iglesia en calidad de perito conciliar, con su enseñanza de docente, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y finalmente, con su precioso magisterio”. El Arzobispo Georg Gänswein, Prefecto de la Casa Pontificia y Secretario particular de Benedicto XVI dio lectura a un texto que el Papa Emérito escribió para esta ocasión. Después de agradecer a las autoridades académicas y pontificias, así como a los alumnos, expresó sus reflexiones.

En primer lugar destacó que ahí acuden alumnos de prácticamente todo el mundo, y esto dijo, para ser formados en primer lugar como agentes de paz, mensajeros del Evangelio.

Posteriormente se hizo una pregunta crucial: “¿El diálogo puede sustituir a la misión?”. A lo que respondió diciendo que todas las religiones esperan su encuentro con Cristo, que todo encuentro es al mismo tiempo purificación y maduración. Criticó también la contraposición que algunos teólogos hacen entre fe y religión.

Afirmó también: “La alegría exige ser comunicada. El amor exige ser comunicado. La verdad exige ser comunicada. Quien ha recibido una gran alegría, no puede guardársela solo para sí mismo, debe transmitirla. Lo mismo vale para el don del amor, para el don del reconocimiento de la verdad que se manifiesta”.

Dijo cuál es la verdadera razón no sólo del diálogo, sino de la misión cristiana: “No anunciamos a Jesucristo para que nuestra comunidad tenga el máximo de miembros posibles, y mucho menos por el poder. Hablamos de Él porque sentimos el deber de transmitir la alegría que nos ha sido donada. Seremos anunciadores creíbles de Jesucristo cuando lo encontremos realmente en lo profundo de nuestra existencia, cuando, a través del encuentro con Él, nos sea donada la gran experiencia de la verdad, del amor y de la alegría”. Una vez más magister dixit (el maestro dijo).

Publicado en el periódico «Diócesis de Querétaro» del 26 de octubre de 2014