DESDE LA CEM: Cuidar la Casa Común

Queridos amigos y lectores de Mar Adentro:

Les saludo a todos con mucho cariño: “La paz esté con ustedes”. El próximo 04 de octubre celebraremos la Jornada Provincial del Medio Ambiente, para promover iniciativas relacionadas con el cuidado de la Creación. Es una invitación para que juntos nos hagamos responsables en el cuidado de la Casa Común y de resolver los problemas que se relacionan con el medio ambiente, a través de respuestas sustentables como las que nos propone el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Sí’.

“CUIDAR LA CASA COMÚN”

 

Clara conciencia de que es una necesidad que se ha vuelto urgencia para toda la humanidad. El deterioro que hemos causado afecta a todos. Ante la reacción de algunas de las autoridades más poderosas del mundo, es mayor conciencia de que ha de haber una autoridad a nivel mundial, con poder coercitivo para obligar a todos en cuestiones que atañen al bien de toda la humanidad: el cuidado de la casa común, el rostro humano de las migraciones, la distribución del agua…

También ha crecido la conciencia de la necesidad de que se hagan cumplir las normas de cuidado ambiental por parte de nuestros gobernantes y si no son suficientes las normas existentes, se elaboren las más pertinentes. Sin embargo, a nivel individual, muchos no hemos comprendido que urge que cambiemos algunos hábitos de conducta personales.

  • Necesidad de una vida más sencilla: No comprar lo que no necesitamos y no dejarnos crear necesidades irreales. Seguir utilizando lo que todavía nos sirve: vencer el prurito de lo nuevo. El vacío existencial no se llena con cosas.
  • Ahorrar el consumo de energía y de agua: que al menos no se desperdicien.
  • Evitar lo más posible el uso de desechables, la adquisición de “botellitas de agua” y de refrescos embotellados, sobre todo en envases no retornables. Salir de nuestra casa con una botella de agua y con ella regresar para lavarla y volverla a llenar.
  • Llevar a la escuela o al trabajo una torta o un sándwich o un tamal o una papa cocida o una fruta… para amortiguar el hambre de manera sana, sin comida chatarra.
  • No hacer basura lo que no lo es: el papel, el cartón, el pet, el fierro, el aluminio…, no son basura. Valen dinero, tal vez poquito, pero de poco en poco se hace una cantidad considerable; sirven para otras cosas y así se evita la mayor depredación de los recursos de nuestro mundo y llenarlo de basura.
  • Plantar árboles frutales en los límites de los terrenos, como delimitación, como barrera y como fuente de alimentos.
  • Hacer la prueba y cultivar sin agroquímicos una pequeña parte de la parcela, cuidándola de manera orgánica.
  • Sembrar dos metros de hortaliza en nuestros patios o 5 macetas con verduras en nuestra casa, como espinacas, acelgas, cebollas, tomates, rábanos, lechugas, repollos, zanahorias,… Así tenemos el gusto de comer de lo que cultivamos de manera limpia, orgánica, ayudamos a la oxigenación del medio ambiente y evitamos un poco el uso de agroquímicos.

Invito a todos para que a través de estas acciones concretas nos responsabilicemos en el cuidado de nuestra Casa Común y promovamos entre nuestras familias y nuestras comunidades el respeto por la Creación.

Con mi oración y bendición

En Dios, nuestro Padre

 

+ Leopoldo González González

Arzobispo de Acapulco