CANTAMISA PBRO. MIGUEL ÁNGEL MORENO MEJÍA.

El Sauz Bajo, Pedro Escobedo, Querétaro. 9 de julio de 2021.

En la Parroquia Santa María de Guadalupe, Sauz el Bajo, Pedro Escobedo, día 9 de julio de 2021, el Pbro. Miguel Ángel Moreno Mejía, celebró su “CANTA MISA”, o primera misa después de su ordenación Sacerdotal, en su comunidad de origen como es costumbre.

El Pbro. Alejandro Gutiérrez Buenrostro, fue su padrino de ordenación y compartió en la homilía: “En primer lugar estamos cantando la gloria de Dios, que abraza la fragilidad humana que la hace participe y derrama sus gracias.

Hoy también cantamos la vida del Padre Miguel y de su familia, como hijo de Dios, que a lo largo de su vida ha ido madurando en esta comunidad. Hoy cantamos que Dios ha puesto su mirada en él y que le ha abrazado con el don del sacerdocio.

Es interesante el día de tu ordenación, cuando dirigía el pequeño mensaje a ti y a tus compañeros, hablaba de que, en esta experiencia, de la decisión vocacional, cuando queremos responder a Dios, hay dos momentos importantes, uno decirle sí y éste sí que se confirma precisamente el día de la ordenación, tú sabes todo lo que ha implicado, igual que tus compañeros llegar a este momento, y recuerdo muy bien que también decía: el segundo momento es el permanecer.

Tú has elegido este texto de San Juan capítulo 15, donde nos habla de la vid verdadera y de los sarmientos y es interesante queridos hermanos como la viña es por tradición profética una imagen, muy frecuente en el Antiguo Testamento para designar precisamente al pueblo elegido por Dios, Jesús en el Nuevo Testamento Jesús es la nueva vida, en la persona de Cristo, la viña incluye a los sarmientos, y a los frutos.

Padre Miguel, hoy tú como padre, como sacerdote has elegido este texto del Evangelio que manifiesta como Jesús ahora, así como el pueblo de Israel fue elegido, tú también has sido elegido de parte de Dios y has sido elegido de parte de Dios, como este signo de la vid en medio de nuestros hermanos, es importante considerar que los sarmientos que son parte de la vid, no tienen vida por sí mismos, ni pueden dar fruto por sí mismos, así nosotros como discípulos y como sacerdotes de Jesús, si no estamos con Dios, no vamos a dar los frutos que se necesitan en medio de nuestra comunidad, y entonces vamos a convertir nuestro sacerdocio en una expresión de un sacerdocio estéril y sin frutos.

Padre Miguel, en la vocación sacerdotal dos momentos son de vital importancia, como ya lo decía el primero es responder y confirmar el llamado que Dios nos hace, el cual se dio el jueves hizo 8 días en la parroquia y el segundo es, el momento presente de nuestra vida sacerdotal es decir permanecer, en donde realmente vivimos la experiencia sacerdotal, en nuestra vida, es aquí donde tenemos que aprender a quedarnos a permanecer.

Para ello este pasaje que tú has elegido para tu “Canta Misa”, es importante que aprendas a leerlo en clave personal, pero también en clave comunitaria, ¿Por qué?, porque si solamente lo leemos en clave personal, se puede desvirtuar el proyecto de Dios y empezamos a poner nuestros proyectos, o anteponer nuestros proyectos personales a los proyectos de Dios.

Y segundo, si sólo se lee en clave comunitaria se tiene el peligro de pasar por alto, la experiencia de la savia de la gracia, que estamos teniendo en nuestra vida, por eso es importante que cada uno en nuestro contexto, y nuestra vida sacerdotal la leamos bajo estas dos claves, personal y comunitaria.

Vamos a detenernos en dos verbos que nos presenta el Evangelio “permanecer y podar”.

Primero permanecer en Cristo, es condición indispensable para poder dar frutos, esta es la condición personal fundamental, para que la comunidad de bautizados y que también nosotros como sacerdotes demos fruto o tengamos vida y demos frutos, es dar la oportunidad para que la sabia, es decir la gracia de Dios fluya el medio de nosotros, nos dé vida para saber vivir,  porque eso es lo que hace la gracia de Dios, es esa gracia que nos da la oportunidad de vivir para saber vivir, pero si nosotros no los dejamos llegar por esta gracia de Dios, podemos estar vivos, pero podemos actuar como si no estuviéramos vivos.

Jesús es la vid y nosotros somos los sarmientos, y debemos ser conscientes que está unión es natural, íntima, es vital, es dinámica, es permanente y es total, esas son las características que deben acompañar la permanencia en Cristo.

Recuerda padre Miguel el sacerdocio es de Dios, pero él se vale de nuestra condición de barro, para seguir acercándose a sus hijos, recuerda no somos la fuente de la gracia, sino que esta gracia primero nos abraza, esta misericordia primero nos envuelve y después por nuestro medio y fragilidad es derramada al mismo tiempo a nuestros hermanos que se nos van a encomendando a lo largo del ministerio sacerdotal.

Un sacerdote, por lo tanto sólo se entiende,  tiene identidad clara y se define en cuanto está verdaderamente relacionado a la Vid qué es Jesús,  es esta experiencia la que va a dar un verdadero dinamismo sacerdotal en nuestra vida y es lo que nos va a permitir la experiencia de la permanencia, unir nuestra permanencia sacerdotal o nuestro ser sacerdotal, precisamente a Jesús el sumo sacerdote, es una hermosa expresión sacerdotal de permanencia que tenemos que aprender a vivir, en el secreto de nuestra oración personal, pero que también tenemos que aprender a anunciarlo con nuestra vida.

Para ello padre Migue, te invito a que siempre le digas a Jesús: “Jesús contigo, Jesús sigo contigo, Jesús quédate conmigo”, pero sobre todo padre Miguel dile a Jesús: “Jesús me quedo contigo”, al ir viviendo estás expresiones “Jesús sigo contigo, Jesús quédate conmigo, Jesús me quedo contigo”, podrás respirar a Dios y podrás respirar este soplo espiritual que te permitirá la permanencia en Cristo y dinamizará la experiencia de Dios en tu vida, y del pueblo de Dios.

Segundo: “La poda”.

Y surge una pregunta ¿Se podan todos los sarmientos? -No, sólo se podan aquellos que dan más fruto, ¿para qué?, como escuchábamos más aquellos que no dan fruto son cortados, ahora Dios poda a los que están dando fruto, a los que aman, es un ejercicio tan sencillo, pero al mismo tiempo tan complicado en la vida de los hombres, porque es un ejercicio que hace tanto bien y hay que redirecciona la gracia de Dios en la vida de sus hijos, pero para ello es necesario ser conscientes de que, Dios quiere poder nuestra vida y ¿cómo puede ser esto? Jesús corta de nosotros los brotes de soberbia, los brotes de comodidad, de tibieza, de comodidad y son necesarios que los corten, en esta vida ministerial y nuestra vida bautismal, es necesario que nos dejemos podar por Dios de estos brotes que pueden crecer en nosotros como sarmientos.

Padre Migue deja que Dios corte los brotes de soberbia, de indiferencia, del acostumbrarte, del egoísmo de la comunidad, por decir algunos, pero brotes que impiden el crecimiento espiritual, sacerdotal y pastoral en tu persona, para que den frutos abundantes, en el ministerio sacerdotal.

Sabes, en ocasiones no somos conscientes de estos brotes, pero aún en medio de ellos Dios en su infinito amor creativo, sabe hacernos presentes y hay que cortar estos brotes que nuestro sarmiento están desviando la gracia y el lugar de dar fruto, nos están ayudando a que ser solamente como sarmientos, por ejemplo: Dios nos hace conscientes de la poda de estos brotes por medio de la comunidad y de la oración, eso nunca lo olvides, la comunidad y la oración va a ser la oportunidad que tenemos para ser conscientes de estos brotes que nos impiden crecer como sacerdotes,  del director espiritual, de los sacerdotes amigos, de los necesitados y pobres que nos que nos encontramos en nuestro camino, de los enfermos.

Nunca nos va a podar, que quede claro esto padre Miguel, nunca nos va a podar por medio de aquellos que se dice nuestros amigos, o qué son cercanos, y lo único que hacen es que alimentar broten brotes de egoísmo, de vivir en equivocaciones, es importante saber hacerlos a un lado.

Otra manera de cómo Dios nos hace ser consciente es, escuchar aquellos que te critican, porque cuando es una crítica objetiva, tenemos que aprender a escuchar porque tal vez nos estamos equivocando, para esto se necesita ser valientes y humildes, la mayoría de las podas vienen sin buscarlas y tienes que estar atento, porque la mayoría de las podas que Dios nos da, nuestro ejercicio sacerdotal vienen sin buscarlas a las trae el mismo ministerio, por ejemplo cuando conocemos a alguien que se toma el proyecto de Dios en su vida, ¡qué bonito! porque nos confronta, es un momento de hacer un alto y hacer podas personales para dar frutos, otro ejemplo cuando nos encontramos con un sacerdote, un sacerdote que acompaña y vive alegremente su ministerio.

Otra manera en los hijos de Dios que empiezan una conversión radical en su vida, en aquella familia que está buscando su unidad, estos son los brotes dan la vida sacerdotal y que también nos debe ayudar para confrontarnos.

Para concluir, involuntario o voluntario, a tiempo o a destiempo, las podas son el secreto de los sacerdotes que se han hecho fuertes, y dan frutos abundantes, en su servicio sacerdotal, que tienen vida, esa vida ministerial que disfrutan y que viven alegremente, que realizan el proyecto salvífico en donde quiera que Dios los ponga y por el tiempo que los ponga.

Padre Miguel, deseamos que tu vida sacerdotal sea fructífera, en la permanencia de Cristo, y en esta conciencia también de que cuando el sarmiento sacerdotal tiene que ser podado para dar frutos, estemos dispuesto para ellos. Pedimos la intercesión de la Virgen santísima María, la Virgen de Guadalupe que te ha visto crecer, no sólo aquí en tu comunidad, sino en el seminario y que te ha acompañado a lo largo de tu vocación, que el amor de la siempre Virgen María de Guadalupe camine junto a ti. Muchas felicidades«. Concluyo. 

Al terminar la celebración, se hizo la entre del manutergio y de la estola, a los papas del nuevo sacerdote y se les dio la bendición a la asamblea, para pasar después a una convivencia fraterna, que se prepara para esta ocasión.