Campaña de concientización de la presencia indígena en nuestra Diócesis

Con motivo de la concientización de la presencia indígena en nuestra Diócesis de Querétaro, hacemos la más cordial invitación al evento indígena que llevaremos a cabo con el Decanato de Amealco, en la parroquia de Santa María, Amealco, Querétaro, el día domingo 11 de mayo a partir de las 10 de la mañana. El objetivo de la campaña es “Reconocer la presencia indígena en nuestra Diócesis de Querétaro, para valorar su participación en la sociedad y en la Iglesia.” Y nuestro lema: “Somos raíces ancestrales, somos presente y futuro”, que en la lengua ñhäñho se dice: “Da yhuhe da ma ya bu, da nubyhe ne xudi”.

Tendremos la participación de danzantes, tunditos o pifaneros y música indígena; exhibición y venta de artesanías; de comida tradicional indígena; carteles con información y fotografías acerca de la presencia y situación indígena; y la presentación de videos documentales con el mismo tema.

Culminaremos con la celebración de la Santa Eucaristía que será a las 3 de la tarde, con cantos, danzas, signos y ritos tradicionales indígenas, cuya riqueza cultural religiosa es tan expresiva y tan profunda que ayuda mantener viva la relación con el cielo, es decir, con el Dios por quién se vive, pero también con los hermanos y hermanas con quienes estamos juntos y lejos y con la madre tierra que nos da de comer.

No nos quedemos pensando y menos sólo hablando o diciendo la palabra, todo eso es bueno y hace falta, pero es mejor ir, acercarse, ver y estrechar al hermano indígena, tiene pocas “cosas”  que darnos, pero mucho que enseñarnos, como  el respeto, la forma que entiende y vive la vida, la familia, el trabajo, su religión, la fiesta, la autoridad y lo que tiene que ver con el pueblo. Esto no es idealizar al indígena, porque son aspectos que los han hecho estar presentes y resistir a los embates de la explotación, la manipulación y el desprecio del que todavía sufre de una gran parte de la sociedad, incluso de algunos de nosotros los clérigos.

El Documento de Aparecida no sólo describe y reconoce la situación indígena en nuestro Continente sino que hace una denuncia al decir: “Hoy, los pueblos indígenas y afros están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas y degradadas, o no tienen tierras suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes. Su progresiva transformación cultural provoca la rápida desaparición de algunas lenguas y culturas. La migración, forzada por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio de costumbres, de relaciones e incluso de religión.” (Documento de Aparecida No. 90).

Pero lo más importante es que los señores obispos asumen su responsabilidad pastoral como un compromiso eclesial, nos dicen: “Nuestro servicio pastoral a la vida plena de los pueblos indígenas exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de Dios, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas, fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico. Jesucristo es la plenitud de la revelación para todos los pueblos y el centro fundamental de referencia para discernir los valores y las deficiencias de todas las culturas, incluidas las indígenas. Por ello, el mayor tesoro que les podemos ofrecer es que lleguen al encuentro con Jesucristo resucitado, nuestro Salvador. Los indígenas que ya han recibido el Evangelio están llamados, como discípulos y misioneros de Jesucristo, a vivir con inmenso gozo su realidad cristiana, a dar razón de su fe en medio de sus comunidades y a colaborar activamente para que ningún pueblo indígena de América Latina reniegue de su fe cristiana, sino que, por el contrario, sientan que en Cristo encuentran el sentido pleno de su existencia.” (Documento de Aparecida No. 95).

Es en esta misión evangelizadora con los hermanos y hermanas indígenas que nos ponemos al servicio de este sector de nuestra población, los indígenas, que merecen todo nuestro aprecio y respeto y el derecho a una vida digna sin tener que renunciar a su identidad cultural.

Los esperamos en la parroquia de Santa María, Amealco, Querétaro. Saludos y que Dios los bendiga.

Pbro. Gabino Tepetate Hernández
Dimensión Diocesana de Pastoral Indígena