BENDICIÓN DE LA CAPILLA DEL SEÑOR DEL SANTO ENTIERRO, San José Iturbide , Gto.

 Templo Parroquial  de San José, Nicolás Campa Nº 5, Centro, San José  Iturbide, Gto.

29 de Enero de 2017

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El 29 de Enero de 2017, la comunidad parroquial  de San José, ubicada en la ciudad de San José  Iturbide, Gto., recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien asistió a dicha lugar para presidir  la Santa Misa, con motivo de la Bendición de la Capilla del Señor del Santo Entierro. Al inicio de la celebración se leyó el reseña histórica de la Venerada Imagen:

“Excelencia Reverendísimo, cuando en este valle solo existía una pequeña iglesia resguardando al Señor, que se consagro en el año de  1765, cuando la modesta habitación  del Venerable Bachiller,  José Casco Olvera,  insigne Párroco de San José,  Casas viejas,  servía de refugio ante los grupos beligerantes, en la guerra de Independencia se dio uno de los grandes prodigios, a  esta Iglesia local de San José, la llegada  de  la venerada y milagrosa imagen  del Señor del Santo entierro, esta artística escultura  propia del Siglo XVIII.

Toco a la puerta uno de los feligreses de esta Parroquia,  hace poco más de dos siglos, su llegada se subraya en el hecho de su elección de permanecer entre nosotros, las múltiples historias contadas por los abuelos nos  narra que una noche tempestuosa llamo a la  puerta un niño forastero en la casa parroquial, y  encontró un generoso recibimiento por parte de su párroco, después de pernoctar esa noche el visitante, desapareció dejando una caja,  que meses después fue abierta encontrando en su interior, la prodigiosa imagen del Señor del Santo Entierro.

Esta  narración tiene mucho de Evangelio, el  recibir y socorrer al más humilde de todos,  es recibir   al mismo Cristo, su devoción  creció de tal manera que en el presbiterio de la antigua iglesia parroquial ocupo el lugar central y a los costados el Patriarca San José,  patrono de este lugar y la Santísima Virgen María en su advocación de la Purísima, se le obsequian finos   objetos  para su culto, se imprime tu estampa y se elaboran escapularios.

A lo largo de su  historia, sus fieles devotos ha recibido distintas gracias dadas por los señores obispos,  en  el año 1841 el antiguo Obispo de Linares, otorgo 240 días  de indulgencia y el Obispo titular Eladio otros 240, su insigne predecesor de feliz  memoria Don Ramón  Camacho, Segundo Obispo de  Querétaro, en su visita Pastoral, en diciembre del año 1870,  otorgo 40 días de indulgencia por cada  Credo o  Padre Nuestro rezado con las disposiciones debidas ante la venerada imagen, en el año 1973, Don Alfonso Toris Covián, Séptimo Obispo de  Querétaro, otorgó indulgencia parcial a quien  rezase con devoción su Triduo Mítico, arreglado por el Sr. Cura  Filiberto Carrillo, de grata memoria entre muchos feligreses, unas celebraciones y liturgia en su honor cuando en este altar se ofrecían las Misas Pontificales, y la elocuente predica  resonaba en el pulpito de esta iglesia a cargo de los padres del  oratorio Filipense de San Miguel de Allende en el tiempo de los Sres. párrocos Felipe y Domingo Muñiz.

La manera en que los fieles demuestra su gratitud por los múltiples favores recibidos por el Señor del Santo Entierro, fueron los retablo y exvotos que cubrían los muros de su capilla, por la salud recibida, por librar de los desastres naturales, o los accidente, por la aflicciones familiares,  y cantidad de gracias que se estamparon en esta manifestación, del arte popular.

Dada la importancia, de su culto al  construirse esta nueva iglesia Parroquial, se consideró edificar la capilla propia del lado de la epístola para su veneración,  sin menos cabo del titular de esta iglesia el Patriarca San José, que ocupa el ciprés de este altar, el inició de su construcción data del año 1866, se  bendijo junto con la Sacristía, en 20 de abril del año 1872, celebrando la primera Misa el Padre Cipriano Rodríguez,  Vicario de  esta parroquia,  quien fue su principal artífice, se colocó el piso de mosaico y se decoró sus muros,  por primera vez en el año de  1925,  el altar de granito que contiene a la imagen, donación del bienhechor de esta Parroquia don  Julio Ledezma, se bendijo el  16 de Julio de 1926, por el Señor Obispo,   Francisco Vanegas Galván, se restauró y renovó su decoración en el año de 2016, debido a la generosidad de la familia Loyola Vera, y que hoy  su excelencia se dignara bendecir estas obras.

Que el Señor del Santo Entierro, continúen prodigando sus gracias y prodigios a esta comunidad, que Dios nuestro Señor lo conserve por muchos años” En la homilía, Mons.  Faustino, expresó:

«Muy queridos hermanos,

 Es una oportunidad  grande el  poder encontrarnos en esta  ocasión, con motivo de la bendición de esta capilla que ha sido restaurada y dedicada al Señor del Santo Entierro,  hemos escuchado el itinerario histórico, y de fe de una  comunidad, la de San José, que a lo largo de siglo ha invocado a Jesús,  al del Santo Entierro, son los mismos años  de la presencia de un gran Santo como es San Junípero Serra,  que vino a traernos en deseo de la fe, son los mismos años del siglo XVIII, en que esta venerada imagen se queda entre nosotros y a lo largo de este tiempo, sin duda  su adoración  ha fortalecido la fe de esta comunidad de Gto.  de la  Diócesis de Querétaro.

Sin duda, esta  restauración que se hace hoy, es el fruto de la fe, de la fe de una comunidad, de los corazones que aman a Jesús, y que quieren sintonizar sus vidas y sus corazones, con el corazón de Jesús.

Esa imagen que nosotros miramos de Jesús, es la imagen que nos ayuda a crecer en el amor a Dios y a predicarlo; porque de los inicios de la  comunidad Cristiana lo que predicamos es “A Cristo muerto y resucitado”, y en ello se refleja el amor de Dios por nosotros.

A Cristo que allí en el Santo Entierro también refleja el amor por nosotros, el amor por la humanidad, al dar la vida, al derramar su sangre, por ti y por mí, ese es el Cristo que hace suyas las  bienaventuranzas y no solamente las predica, es el Cristo que lloro y que fue perseguido, es el Cristo que experimento la tribulación en la traición, es el Cristo que experimento el sufrimiento, que experimento la muerte.

Sin duda al mirar esta  imagen, miramos a ese Jesús que camino entre nosotros no sin dificultades a pesar de nuestras resistencia, él, recorrió los caminos de la humanidad fue muerto y fue crucificado, pero resucito;  en este Cristo vemos la esperanza, nuestra esperanza de que a pesar de la muerte,  estamos destinados a resucitar y este es el  camino del Cristiano y en este Señor del Santo Entierro,  miramos a este sendero  esperanzador.

 El camino del cristiano que lucha todos los días,  tu  camino;  que haces un esfuerzo a veces titánico para vencer la prueba, es el camino  del creyente,  del discípulo de Jesús,  que le ama, el seguidor de  Jesús,  que realiza su misión,  que vive de Jesús,  alimentado de los sacramentos y de su palabra en el Evangelio, este Jesús es el Cristo de las bienaventuranzas.

Por eso,  Jesús en el Evangelio que hemos  escuchado,  predica con su persona con sus obras, y así lo hace en esta  narración donde nos propone un camino seguro y único para conquistar el cielo el reino de Dios,  este es el modo que se nos ha proclamado haciendo una  síntesis, de la vida cristina hablando desde un monte, como lugar tradicional de la manifestación de Dios, y lo hace como un maestro rodeado de sus discípulos y donde los  destinatarios somos también nosotros hablando al hombre,  al corazón.

Hermanos las bienaventuranzas  que hoy hemos proclamado  y que Jesús nos ha dejado, no como un manual de normas  morales, sino como las condiciones de discípulo del seguidor de Jesús para ir tras él, es decir para vivir  el estilo de la vida de Jesús; pero también son un resumen de lo que viene después,  donde San Mateo va señalando las pistas que  conducen a la verdadera felicidad, los que viven al estilo del reino ya encarnan estas actitudes,  ó sea los que practican la justicia aunque sean perseguidos, serán  dichos y tendrán su recompensa en Dios.

Por eso en cada una de las  bienaventuranzas existe un contraste, entre lo que se está viviendo ahora y lo que pasa en el futuro, de tan manera que los pobres, los que lloran, los que sufres, verán un cambio o una nueva salvación porque la actual situación no es la querida por Dios, y esto nos clarifica que las bienaventuranzas van dirigidas a personas no a situaciones, Dios nos ama y no quiere  que suframos, por eso se dirige a nosotros.

Las bienaventuranzas en las manos del hombre, serian manipuladas para sí,   Dios no quiere injusticias,  no quiere que aquellos poderosos se aproveches de los más débiles, es más no quiere siquiera que se  gloríen de sus cosas, porque “hay de aquel que presuma delante de Dios”,  dice San Pablo.

Lo que dicen las Bienaventuranzas es que, sea cual sea, la  situación del hombre, de sufrimiento,  de marginación, quien busca a Dios de todo corazón y cumple sus mandamientos tiene a Dios de su lado,  y él le concederá el gozo de participar  de su vida, y podrá conseguir la verdadera felicidad, ya que la verdadera felicidad no está en la cosas del mundo, la verdadera felicidad está en Dios; y hay una  manera de vivir que no garantiza la felicidad por lo que tenemos, o por lo que nuestras manos tocas, sino en Dios, que es fuente de todo bien y amor.

Hermanos esto es lo  que tenemos que descubrir cada día que nuestra felicidad está en Dios, asiendo de cada  jornada un trozo del banquete, haciendo de cada  jornada un evangelio vivió, es cierto que no es fácil, experimentar  la felicidad verdadera cuando se tiene todo, porque realmente confundimos el  bienestar con la felicidad, que se alcanzan cuando se tienen esa  ausencia de Dios en la vida y transforman de la vida independientemente de lo que se tengo o no.

Dios se pone a favor de los que tienen  necesidad, y lo reconocen porque viene a curar a los enfermos, no  viene a curar a los sanos como él mismo lo predicó,, podemos decir, que las  bienaventuranzas esta dirigidas a los que toman en serio su experiencia de Dios, aquel que se encuentra con Jesús, aquel que es capaz de trasformar el dolor, aquel que es capaz de  transformar la agresión en perdón, es decir aquel que a la luz de su  experiencia de Dios es capaz de amar como Dios nos ama. 

Hoy la invitación es a vivir este programa de vida, que más que un código del   Evangelio, son el  anuncio gozoso de la realización del reino, el gran premio, es llevar este Evangelio en la vida  personal y comunitaria, el Papa Francisco en una ocasión dirigiéndose a los Jóvenes comentando las bienaventuranzas señalo:  “Dios desde el comienzo de la Biblia no deja de dirigirse a los hombre, de toda  condición llega como buscador de la felicidad, pero no una  es una falsa felicidad, de quien dice sentirse bien,  cuando es realidad se encuentra entre el abismo de la tristeza y la angustia, es una felicidad sin máscaras sin falsas apariencias, es la felicidad de quien cumple un sueño, la felicidad de quien encuentra a Jesús en sus expectativas,  no solo son cumplidas sino superadas”

Hermanos que el camino de nuestra vida Cristiana, sea un camino donde nos vayamos dejemos acompañar por este  Jesús de la bienaventuranzas, por este Jesús que nos ama y que ha sufrido por nosotros, por este Jesús que contémplanos en la imagen del Santo Entierro que refleja el amor de Dios, por la humanidad al regalarnos a su hijo Jesucristo.

Privilegiada es esta comunidad, por tener esta imagen que les recuerde cada día el amor de Dios, por cada uno de ustedes, por cada una de sus familias que sea también un compromiso de  llevar este amor de Dios a los demás, ese Dios que ha enviado a su hijo único  que derramo su sangre por nosotros,  de ese Jesús  que seguirá siendo el único camino que nos habré esa esperanza, que nos ayuda a construir la paz, el único camino que nos ayuda a ejercer esa justicia.

Pidamos a Dios que Dios bendiga a esta comunidad de San José Iturbide, a Querétaro, a México. Que así sea».

El Sr. Obispo, procedió  a realizar la  bendición del agua para la aspersión, proclamando la siguiente oración:

Le pedimos al Señor que bendiga esta agua criatura suya, con la cual seremos rociados en señal de indulgencia y el recuerdo del Bautismo, que el mismo Señor nos ayude con su gracia para que dóciles al Espíritu Santo, que  hemos recibido permanezcamos fieles en su iglesia.

 Dios  nuestro, fuente de luz y de  vida, que tanto amas a los hombres, que no  solo los alimentas con solicitud paternal, sino que  los purificas del pecado con el roció  de la caridad y los guían constantemente hacia Cristo su cabeza y así has querido  en tu designio misericordioso que los pecadores, al sumergirse en el baño bautismal mueran con Cristo y resuciten inocentes, sean  hechos miembros suyos y coherederos del Reino eterno.

Santifica por tu bendición esta agua, creatura tuya para que rociada sobre nosotros sea señal del bautismo, por el cual lavados en Cristo llegamos a ser templos del Espíritu, ten piedad de nosotros y a cuantos en esta iglesia celebraran los sagrados misterios llegar a la celebración  de la Nueva Jerusalén, por Jesucristo nuestro Señor, Amén».

Una vez terminada la espercion , se continuo con la celebración Eucarística, al termino  de la  Santa Misa , la comunidad rompió en  un fuerte aplauso,  mientras un gran numero de fieles se acerco para  venerar  la amada  imagen.

 

 

 

 

 

 

 

 

“Le pedimos al Señor que bendiga esta agua criatura suya, con la cual seremos rociados en señal de indulgencia y el recuerdo del Bautismo, que el mismo Señor nos ayude con su gracia para que dóciles al Espíritu Santo, que  hemos recibido permanezcamos fieles en su iglesia.

Dios  nuestro, fuente de luz y de  vida, que tanto amas a los hombres, que no  solo los alimentas con solicitud paternal, sino que  los purificas del pecado con el roció  de la caridad y los guían constantemente hacia Cristo su cabeza y así has querido  en tu designio misericordioso que los pecadores, al sumergirse en el baño bautismal mueran con Cristo y resuciten inocentes, sean  hechos miembros suyos y coherederos del Reino eterno.

Santifica por tu bendición esta agua, creatura tuya para que rociada sobre nosotros sea señal del bautismo, por el cual lavados en Cristo llegamos a ser templos del Espíritu, ten piedad de nosotros y a cuantos en esta iglesia celebraran los sagrados misterios llegar a la celebración  de la Nueva Jerusalén, por Jesucristo nuestro Señor, Amen.