Anuncio de las Puertas Santas de la Misericordia en la Diócesis

El excelentísimo señor obispo diocesano Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, por voluntad de Dios y de la Sede Apostólica, en nombre del Romano Pontífice,  ha determinado que durante este Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia (cf. Misericordiae Vultus, 3)  además de la “Puerta Santa de la Misericordia” de la Santa Iglesia Catedral, en la Diócesis de Querétaro, se abra como “Puerta Santa de la Misericordia” la puerta  de los siguientes  templos  y santuarios diocesanos:

  • Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Soriano Colón, Qro;
  • Santuario de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, San Juan Dehedo, Amealco, Qro;
  • Santuario de  Nuestra Señora del Pueblito, El Pueblito, Corregidora, Qro;
  • Santuario de Santa María de Guadalupe, San Juan del Río, Qro;
  • Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, La Congregación, Centro Histórico;
  • Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, Cerro Grande, Victoria, Gto;
  • Santuario de Schoenstatt, Rancho los Olvera, El Pueblito, Corregidora, Qro;
  • El Templo parroquial de Santiago de Jalpan, Jalpan, Qro;
  • El Templo Parroquial de Santa Rosa de Lima, Santa Rosa Jáuregui, Querétaro, Qro;

 

  • El Templo Expiatorio de Carmelitas, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Qro;
  • El Templo de San José de Gracia, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Qro;
  • El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús de la Misericordia, Col. Jardines de Querétaro, Santiago de Querétaro, Qro;
  • Las Capillas de los Centros de Readaptación Social y los Reclusorios presentes en el territorio diocesano.

Con el firme propósito de que sean manantiales de la misericordia del Padre, especialmente en la celebración alegre y festiva de los Sacramentos de la Eucaristía, la Reconciliación, la Unción de los Enfermos y; además, atendiendo al deseo del Santo Padre que sean lugares donde se pueda lucrar con la ‘Indulgencia Plenaria’, siempre y cuando se cumpla con las condiciones establecidas por la disciplina de la Iglesia, como lo es: la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Los fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en esta santa Iglesia Catedral o en las Iglesias establecidas antes mencionadas. Será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por sí mismos y por las intenciones que se lleven en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo”, especialmente por los difuntos.