50 ANIVERSARIO SACERDOTAL PBRO. JULIÁN RESÉNDIZ HERNÁNDEZ.ANIVERSARIOS SACERDOTALES DEL MES DE JULIO 2019.

Cadereyta, Qro., 24 de junio de 2019.

El Día 24 de junio de 2019, Mons. Mario de Gasperin Gasperin, Obispo Emérito, de la Diócesis de Querétaro, presidio la Santa Eucaristía, por el 50 Aniversario Sacerdotal de Pbro. Julián Reséndiz Hernández, en la Parroquia de San Pedro y San Pablo, ubicada en Melchor Ocampo # 109, Cadereyta, Qro. Concelebraron esta Misa un gran numero de sacerdotes que acompañaron al padre Julián;  el su mensaje Mons. Mario invito a seguir orando por los sacerdotes,  a pedir vocaciones al sacerdocio pero sobre todo a  cultivarlas desde la familia.

En el momento de la Homilía Mons. Mario les compartió diciendo: “Me da mucho gusto hermanas y hermanos compartir con ustedes esta Eucaristía y agradezco al padre Julián que ha querido que lo acompañan esta Acción de Gracias,  juntamente con el padre Enrique que también cumple 50 años de Ordenación Sacerdotal, desde luego que me da mucho gusto compartir la Eucaristía con mi hermano Obispo Monseñor Florencio, que tantos años trabajo en esta Diócesis, que sigue dando su servicio, atendiendo en Nuestra Diócesis, y después me da mucho gusto ver a mis hermanos presbíteros y tener la oportunidad de agradecerles también todo el tiempo  me acompañaron durante mi ministerio episcopal al servicio de esta Diócesis, los presbíteros son como la mano derecha con la que el Obispo, bendice, santifica, gobiernan a la Diócesis, que alegría para un Obispo estar con su sacerdotes, el padre Enrique se ve muy bien, de lo que es el servicio sacerdotal, así que verdaderamente quiero manifestar esta Acción de Gracias a los dos padres que con celebra su 50 aniversario,  pero también a todos mis hermanos presbíteros y a todos ustedes hermanos y hermanas porque verdaderamente estoy muy agradecido con ustedes.

Recuerdo muy bien cuando me recibieron por primera vez aquí, con su afecto, con su cariño y a todos ustedes que me dieron la bienvenida, se los agradezco mucho, a los muchos años de vida en esta Diócesis, me da gusto ver cómo ha crecido la organización que se ha hecho, es un momento de alegría como muchos la presencia de ustedes, la presencia de sus sacerdotes del seminario, aquí está un Sacerdote se acaba de Ordenar el padre Miguel, que está aquí de Peñamiller; así que Dios siga bendiciendo a su pueblo con los hermanos sacerdotes y después todos los que construyen este hermoso templo, toda su comunidad, verdaderamente un esfuerzo maravilloso que es expresado en la comunidad, desde luego el coro que siempre ha cantado muy hermoso y a las hermanas religiosas que también están en nuestra parroquia, ¡cómo ha crecido pues la comunidad! y también ha crecido el cariño hacia sus sacerdotes, porque sin el sacerdote se muere la fe.

Que la gracia y la búsqueda del corazón en la lectura de la carta de San Pablo a los Corintios, les dice que Dios que hizo reinar al principio del mundo que es la luz, para crear todas las cosas, ese mismo Dios da el sentido que encendió la luz en su corazón, fíjense ustedes todo el poder de Dios, todas las cosas más bellas la luz del mundo, todas las fuerzas que se necesitan para encender lo que hay en el corazón de un cristiano, el sacerdote enciende esa lucecita con todo el poder de Dios, por eso crecemos en el alma y en el Espíritu Santo de Dios, y lo hace de por medio el sacerdote, encender la fe y mantener la fe en la comunidad, como ha sucedido aquí en esta parroquia, eso es el don de un sacerdote; que maravilla para el que tiene fe, encender esta fe, es obra de poder maravilloso de Dios.

Así también los demás sacerdotes, lo demás Evangelios porque la lucecita del Evangelio se enciende y crece en la penitencia, crece en el matrimonio, crece desde luego a la Santa Eucaristía, nos habla de cuando Jesús celebró la primera misa la última cena del Señor como el Señor se queda en ese pedazo de Pan. Aquí Debe de haber muchos papás y mamás como la esposa pone la mesa y después el esposo se sienta a la mesa con sus hijos y comparten. Qué significa todo el trabajo del Padre de Familia del campo, ¿mientras sale? pues que en la escuela y en su vida está entregando la vida con el sudor de su frente, para llevar el pan a la mesa, eso es lo que se hace en el altar, lo administra, lo distribuye eso es lo que hace el sacerdote, consagro la vida de Jesús tomó pan, lo partió lo bendijo y lo distribuyó diciendo: “Este es el pan, es mi cuerpo entregado en vida, por ustedes, así el Padre de Familia entregaran la vida por sus hijos y así el sacerdote celebran la Eucaristía para que otros hermanos repartiendo entregan la vida, entregando su vida.

Y dar vida a Dios en la comunidad, eso sólo lo puedo hacer un sacerdote y lo mismo el cáliz, vaso de agua, vaso de vino para celebrar la fiesta de la salvación “tomen dijo Jesús del cáliz de la copa, del vino tomen ese vino, repártanlo entre ustedes, porque esta es mi sangre, mi sangre derramada por ustedes”,  es un pan de vida cuando se muere se deshace para darnos vida, la sangre se derramó para el perdón de nuestros pecados y para darnos vida, eso es lo que hace también el sacerdote sobre todo él se ofrece en ese pan y en ese vino lo ofrece y ofrece a Jesucristo siempre, al padre que da la vida.

A toda la comunidad de modo hermanas y hermanos, que es un milagro el misterio de la salvación, que se va haciendo presente es don de Dios que nos llega por medio de las manos sacramentales de un sacerdote, por eso bendecimos a Dios agradecemos a Dios por este don de sacerdocio, que ustedes han tenido aquí con el favor de Dios sacerdotes que lo has atendido en las cosas de Dios, cada uno va dejando su huella, cada uno va dejando parte de su vida en las comunidades, que  visita; su servidor pues agradece infinitamente al padre Julián, al padre Enrique y a todos los hermanos sacerdotes aquí presentes y a todos los de la Diócesis, el haber colaborado en este hermoso servicio hacia la comunidad, por el pueblo santo de Dios, que  oren fuertemente con el corazón por sus sacerdotes y que vayan saliendo más sacerdotes de sus familias, oren por las necesidades del mundo.

Y ustedes pueden experimentar la situación, cómo se va descomponiendo algunos sectores de la sociedad y como cada vez nos va costando más ser cristianos, pero se nos va exigiendo un testimonio mucho más claro de la presencia salvadora de Dios en nuestras vidas; y para eso necesitamos todos las manos sacerdotales de los presbíteros. Damos pues gracias a Dios hoy en este día, está de las vísperas de las fiestas de San Juan, el cual anuncio el medio del Espíritu Santo y de ahí llegó el precursor de nuestro Señor Jesucristo, San Juan Bautista; y de ahí nos dan testimonio de que Jesús es el Cordero que quita el pecado del mundo, la misión comienza en el seno de una mamá, porque aquí comenzó la salvación para nosotros, comenzó en el seno de la Virgen María, comenzó en el seno de Santa Isabel, saltaron las dos creaturas, el niño Juan en el seno de Santa Isabel al saludo de Jesús, en ese saludo, en esa buena noticia del Evangelio, en ese saludo en el seno de dos madres fieles a Dios; la vocación sacerdotal comienza en el seno de la comunidad, de ser de la madre en la presencia paternal del Padre de familia y de la fraternidad en un lugar en un hogar cristiano; oren por sus sacerdotes, no sólo de la parroquia sino de todos los sacerdotes. Que Dios bendiga a toda la familia del padre Enrique, del padre Julián, que todos ustedes hermanos presbíteros ruguen por los sacerdotes, que Dios nos escuché por intercesión de San Juan Bautista y la Virgen Santísima y nos haga crecer en el amor a su hijo Jesucristo Nuestro Señor, Nuestro Sumo y Eterno Sacerdote. Que así sea”.

Al terminar Don Mario, les dio la bendición y los felicito por su entrega y servicio en esta Diócesis, de igual manera felicito a sus familias.