50 ANIVERSARIO, ADORACIÓN NOCTURNA MEXICANA. Parroquia, Ezequiel Montes.

Ezequiel Montes, Querétaro, Qro. 3 de Septiembre de 2016.

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La noche del pasado 3 de Septiembre de 2016, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, acudió a la comunidad parroquial de Ezequiel Montes, para presidir la Sagrada Eucaristía de Acción de Gracias, por el 50 Aniversario de la Sección Adoradora Nocturna Mexicana del Santísimo Sacramento, en dicha comunidad.

A su llegada, le recibieron: El Pbro. Luis Salas, juntamente con miembros adoradores:( Activos, Honorarios, Honorarias, Inesitas y Tarcisios) de la comunidad junto con sus familiares, así como los adoradores provenientes de distintas secciones de la Diócesis de Querétaro. Quienes se dispusieron a participar de la solemne celebración de Acción de Gracias. Asistieron más de 100 abanderados representando sus respectivas secciones adoradoras, Mons. Faustino, bendijo, a 8 nuevos adoradores, así como a los nuevos monaguillos, Tarcisios e Inesitas y jóvenes adoradores de dicha sección. En su homilía Mons. Faustino, expresó:

«Sin duda, al celebrar estos 50 años es providencial, que, estemos a unas cuantas horas de que una mujer que se alimentó de la Eucaristía sea canonizada. Y, quisiera mi intención, unirla a la iglesia universal, que madre Teresa de Calcuta, será elevada a los Altares una santa de nuestro tiempo, una Santa que seguramente muchos de nosotros estuvimos atentos a su apostolado a través de los medio de comunicación a quizá alguno de nosotros conoció personalmente.

Cada día por la mañana, esa gran mujer, en la Santa Misa, se postraba previo en oración y a lo largo del día, era una tarea incansable en favor de los pobres , pero de los más pobres entre los pobres , y este es el camino que ella eligió dado por Jesús , ¿cómo le hacía madre Teresa para aguantar esa jornadas de manera inagotable , esa jornadas duras, sin comodidades y atendiendo como si fueran sus hijos a tantos niños , atendiendo como si fueran sus hermanos a tantos ancianos adultos jóvenes, enfermos y a lo largo de la jornada necesitaban de una mano que se extendiera , y esto solo lo podemos explicar cuando hay una motivación profunda en el corazón del hombre , para ir mas allá de sus propios intereses, de su zona de confort, de sus comodidades. Qué difícil es que nos saquen de nuestra comodidad y nos hagan ir más allá, a no ser que sea algo que nos guste.

Sin embargo, madre teresa lo hacía y lo hacía en medio de sus luchas interiores, porque también como ser humano las tenía, la explicación está en la oración, ella misma lo decía, sin la oración no se puede absolutamente nada, por eso cada día en sus documentales la vemos postrada, y concentrada dialogando solamente con su esposo, Jesucristo con el que era la motivación de su vida y en un momento dado.

Aun siendo ya religiosa se le presenta Jesús en un hermano que estaba agonizando en la calle y al mirarlo y al abrazarlo, solamente le dice,»Tengo sed», y aquel hombre al ser abrasado por la madre tersa de Calcuta sonrió y murió. Y esto, madre Teresa lo interpreto como la presencia de Jesús y de Jesús en la cruz, quien le expresaba la sed de la humanidad. No tanto de un poco de agua, no tanto de un poco de pan, sino la ser de Dios, la sed de caridad, de tantos hermanos anónimos que nosotros vemos deambulando por las calles y nosotros vemos como indigentes, a veces como migrantes, a veces manifestados de muchas maneras, y a los cuales en muchas ocasiones nosotros llegamos a decir, ya no se sabe a quién si y a quien no, porque abusan de nosotros.

Madre Teresa era diferente, y la diferencia la marco Jesús en su vida, por eso a partir de ahí, Dios le inspiro fundar a las Misioneras de Amor, a las Misioneras de la Caridad, y en sus templos en todas sus capillas y conventos tienen ese letrero con aquellas palabras de Jesús y de aquel moribundo, “Tengo sed” para recordarnos la sed de amor que tienen nuestros jóvenes, niños y familias, y a nosotros nos envía, como Misioneros de la Caridad, para que nosotros, sin tener muchos recursos calmemos esa sed.

La oraciones, lo que alimento siempre a madre Teresa. Y, como era impresionante su mirar, al acercarse a comulgar, como después, sumirse en una profunda oración,  haciéndose una con Jesucristo, y ahí está el secreto.

Hermanos Madre Teresa nos puede inspirar a nosotros para que no allá secretos en nuestra vida como cristianos.Ustedes aman la eucaristía, ustedes son hombres y mujeres de comunión, ustedes portan un distintivo una medalla, están en una asociación, gracias, porque a lo largo de 50 años, esta comunidad ha dado testimonio de amor a Jesús Eucaristía.

Queda en nuestra conciencia ¿qué hay después con nuestro testimonio? Después de acercarnos a comulgar, al participar en tantas vigilias, de oración, y de tantas vigilias Eucarísticas, al participar, en tantos actos eucarísticos, que seguramente estamos llenos de Jesús. Por eso, queda en nuestra conciencia mirar, si ¿somos capaces de abrazar al hermano para hacerlo sonreír, aunque muera inmediatamente?
Solamente es compartir el amor de Dios y de Jesús Eucaristía, que lo comparte a nosotros, como lo hemos escuchado. En el evangelio: «Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre» “Tomen y coman”. Pero, no para que se queden con él, sino para que vayan con los otros. Ojala en un momento dado no solamente, todos portemos esta medalla sino todos nos fórmenos en esa procesión, en esa peregrinación para recibir a Jesús Eucaristía.

Me alegra, y animo a todos esos cristianos católicos que han valorado tanto a Jesús, hacen el esfuerzo por alimentarse de él todos los días, que cualquier cansancio cualquier cosa tengan para ir a celebrar la santa Misa.
Porque en Querétaro afortunadamente su se puede porque tenemos tantas alternativas, para todos los días estar delante de Jesús en el sagrario; para visitarlo y no dejarlo solo para ser parte de ese gran reto que tenemos en nuestra diócesis, que nunca este solo y ser parte de la respuesta, y cuidar el Sagrario, y podemos decir, cuidar a Jesús, porque Jesús se deja cuidar.

Le agrada que lo cuidemos, le agrada que estemos delante de él, y sin duda le agrada entablar ese dialogo con nosotros, cuando de tú a tú, le hablamos delante del Sagrario, mostrandole no solamente nuestras necesidades, quizás la vida, sino también nuestra acción de gracias, por tantos dones que él nos regala. Hoy el Señor, quiere seguirse ofreciendo, como ese regalo, ese regalo que ha alimentado a los santos. No hay santo que no haya sido un santo, que viva de la Eucaristía.

Hermanos y hermanas, nuestra vocación es a la santidad, por eso, es un paso importante el que ya ofrecemos: Yo amo la Eucaristía, yo me postro ante Jesús, en esa hora santa, en esas oraciones eucarísticas que tanto fortalecen la vida espiritual, pero también en estos momentos en los cuales entro en comunión con Jesús.
Hoy celebran 50 años para dar Gracias a Dios, por ese don, por ese regalo. Que este acontecimiento que la Providencia a puesto, en nuestra celebración, con la canonización de Madre Teresa de Calcuta, nos lance hacia el futuro como hombres y mujeres que, desde las primeras horas del día alimentados con Jesús Eucaristía, nos lancemos a ser misioneros, en nuestro trabajo, a ser misioneros en nuestra escuela, a ser misioneros en nuestro hogar, ser misioneros en las plazas. A ser adoradores misioneros.

Y este es el reto, esta es la tarea, “vayan por el mundo y comuniquen la buena noticia de la Eucaristía” de lo que Dios ha hecho contigo, de lo que Dios ha hecho con madre Teresa de Calcuta, de lo que Dios ha hecho en la iglesia a lo largo de los siglos, y especialmente a lo largo de estos 50 años en esta comunidad de Ezequiel Montes.

Seguramente el Señor ha trasformado a tantos, que dan testimonio y que nosotros miramos con admiración, como se postran ante Jesús a su paso, en el templo, como se postran ante Jesús en el altar, ante tantos momentos en los cuales tenemos la oportunidad de estar en contacto con el señor que se nos regala, el señor que se hace pan para que nosotros nos alimentemos, el señor que nos ayuda a darle una orientación a nuestra vida, como madre Teresa de Calcuta.

Alegrémonos por este gran acontecimiento en nuestra iglesia, la canonización de una gran Santa que nos da testimonio de Jesús Eucaristía. Alegrémonos en este día por los 50 años de esta comunidad de Ezequiel montes, que la Adoración Nocturna lo celebra con gran solemnidad pero también con gran devoción.

Y pidámosle también, que nos haga junto con el amor a la Eucaristía, amar la Palabra de Dios, cuyo mes estamos celebrando en toda la iglesia en este mes de Septiembre, para que la leamos, la meditemos, pero sobre todo para que la vivamos.

La santísima virgen María, que no solamente en su mente acogió la palabra de Dios, sino que se hizo carne en ella, nos enseñe a hacer vida la palabra de su hijo Jesucristo.

Que, Así Sea.»