216 ANIVERSARIO DE ERECCION DE LA PARROQUIA SANTA ANA, BARRIO DE SANTA ANA, QRO.

AÑO DE SAN JOSÉ.
PARROQUIA SANTA ANA. 22 de abril…. Pero de 1805
216 años de la Erección de la PARROQUIA SANTA ANA Barrio de Santa Ana. Santiago de Querétaro, Qro.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga
El lugar y sitio en donde se hizo la fundación indígena del pueblo de Querétaro no había ningún pueblo indígena, ni construcciones o ruinas antiguas, y esto se desprende claramente de la declaración juramentada de uno de los principales testigos de la conquista y fundación de Querétaro.
Fernando de Tapia (Conín, gobernador de la República de Indios) avecindó a todos los indígenas en el cerro del Sangremal alrededor de la Santa Cruz y hacia el barrio de San Francisquito y a los españoles les señaló para vivir el valle que se encuentra al Poniente, seguido en la traza de la población el viejo principio de la conveniencia de la separación entre los indios y los españoles. Fernando de Tapia hizo, seguramente con ayuda de Juan Sánchez de Alaniz, el primer trazo del pueblo de indios, en forma de ajedrez, de acuerdo con el ordenamiento urbano del Renacimiento y el modelo establecido por los franciscanos en el poblado indio de San Francisco Acámbaro.
Hacia el último cuarto siglo XVI el pueblo de Querétaro había dejado de ser pueblo de indios para ser un asentamiento heterogéneo. Los indios se acomodarán en los barrios extramuros.
Los barrios de los indios en Querétaro nacieron en época distinta, muchas veces se desconoce cuando nacieron. En la segunda mitad del Siglo XVII, existían por lo menos seis barrios; uno de estos barrios: “El barrio de Santa Ana”, ubicado al noroeste del centro de la ciudad de Querétaro. Se habla tradicionalmente que al final del siglo XVII algún vecino devoto de Santa Ana empezó a propagar en este barrio la devoción a Santa Ana entre los que Vivían cerca de él; representada por una delicada escultura de vestir, de origen desconocido, fue aceptada con simpatía. En las postrimerías del siglo XVIII se levanto en este barrio una ermita dedicada a Santa Ana, se dice que en el año 1713 ya existía dicha ermita. Los vecinos, ante el crecimiento de tal devoción, a mediados del siglo XVIII, hicieron posible con la cooperación de los vecinos que se transformara en una Capilla de regulares dimensiones donde se pudiese decir misa cada domingo, y en ocasiones que solemnizaba la Iglesia Católica.
Como la población de la ciudad crecía a un ritmo acelerado, la Parroquia de Santiago, aun con su auxiliar de San Sebastián que llamaban de la otra banda, resultaba insuficiente para atender a todos lo feligreses que vivían en ella por lo cual, el 22 de abril de 1805, el Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Xavier Lizana y Beaumont, Arzobispo de México, procedió a la división de la Parroquia de Santiago en cuatro curatos: el que conservó el nombre de Santiago, el del Espíritu Santo, el de Santa Ana y el de la Divina Pastora.
En el Barrio de Santa Ana quedando así constituida la PARROQUIA DE SANTA ANA. Su primer cura, fue el Dr. D. Félix Osores Sotomayor, el cual adquirió un terreno, para edificar un templo, pero por falta de recursos económicos no logró realizar su intento. En el año de 1845, el hermano de Don Félix, el entonces cura don Fermín Osores, edificó las casas para el curato. Resultando para Santa Ana y para Espíritu Santo jurisdicciones no extensas, el 14 de diciembre de 1830 el Cabildo Metropolitano dispuso que se reunieran en una sola. Así quedó formada, desde el 6 de diciembre de 1831 que se ejecutó el decreto, la PARROQUIA DE SANTA ANA Y ESPÍRITU SANTO.
El templo parroquia que actualmente conocemos, las obras comenzaron en el mes de diciembre de 1856, por el entonces cura y después Arzobispo de México, Ilmo. Sr. Dr. D. Próspero María Alarcón y Sánchez de la Barquera, la Parroquia pasó interinamente al Templo del Hospital (San José de Gracia) en donde permaneció hasta las llamadas “Leyes de Reforma” que se posesionaron de este Templo y Convento, pasando la Parroquia a Santa Rosa de Viterbo por algunos años.
Prosiguió la obra su sucesor el Pbro. D. Cipriano Luis Contreras, y la alcanzó a terminar, para que pudiera celebrarse la primera misa en él el 26 de julio de 1868. La fachada y otras mejoras de menor importancia se concluyeron por el Sr. Cura Francisco de P. Caro, estrenándose el 26 de julio de 1874.