—Bienvenida—
Nuestro Obispo llegó acompañado por el Vicario Episcopal de Pastoral, Pbro. Rogelio Olvera, el Diácono José Ignacio Ruiz y el Diácono Fernando, misionero comboniano; a su llegada el alegre grupo de fieles que lo esperaba le dio un fuerte aplauso.
Monseñor Fidencio mostró a los presentes la Biblia abierta y saludó al Pbro. Carlos Navarro, Párroco y el Pbro. Laureano López, Decano, imponiéndoles la Biblia en la cabeza.
El coro de niños de la Misa de 1:30 entonó el canto “pescador”.
Cuando terminaron, Monseñor les impuso la Biblia y dirigió unas palabras a los presentes sobre cómo los primeros Cristianos celebraban en domingo aunque estaba prohibido, incluso hasta el extremo de llegar al martirio por eso. Habló también sobre el amor a la Eucaristía.
El Pbro. Carlos le presentó el Cristo y el Obispo lo veneró con un beso. después los con agua bendita mientras el pueblo cantaba “Bautízame Señor con tu Espíritu” y después invitó a todos a entrar al templo, cantando “Qué alegría cuando me dijeron”.
—Oración—
Los sacerdotes y Diáconos presentes se arrodillaron ante el Sagrario, orando por los frutos de la Visita.
El Párroco dirigió la oración por la Visita Pastoral, el Decano dió lectura a la circular que la anuncia y el Diácono Fernando leyó la monición de la Indulgencia Plenaria.
La oración de la Hora Tercia fue dirigida por el Sr. Fernando Jiménez, coordinador parroquial de los coros.
En el momento de la reflexión, Monseñor habló sobre los cimientos humanos y los cimientos materiales, enterrados, que son la base de la parroquia que será donde los hijos, nietos y bisnietos vivirán su fe.
Agradeció al Pbro. Carlos, Párroco, por su trabajo y por ser su representante; al Pbro. Laureano, Decano; al Diácono Ignacio, del cual mencionó que será ordenado en mayo; el Diácono Fernando, que también está próximo a ser ordenado este año y el resto del equipo que le acompaña.
Habló sobre el objetivo de la Visita Pastoral, ver cómo se encuentran y descubrir a Dios en los demás. Después reflexionó sobre la lectura breve de la Hora Tercia, que nos habla de que Dios resucitó a Jesús.
Mencionó que Dios resucitó a Jesús antes de morir porque todo lo que hizo Jesús cada día fue morir para vivir, para resucitar; y nosotros como cristianos, a su ejemplo, debemos aprender a resucitar antes de morir.
Algunas pistas que él ha encontrado en la Escritura, y más específicamente en las Misas del 2 de noviembre, para lograrlo son: practicando la justicia, pero como Dios la pide, es decir viviendo la fraternidad, sin sentirse superior ni inferior que los demás; amando, pues amar nos lleva a vivir como si ya estuviéramos en el cielo; compartiendo nuestra vida y nuestros bienes con los demás.
Al terminar la oración, el Pbro. Carlos Navarro le comentó al Señor Obispo que le tenían preparada, a modo de sorpresa, la construcción de la Casita de la Escucha y Casita Samaritana. Monseñor fue a conocerla y a darle la bendición.
Estando ahí habló a los presentes sobre la importancia de la Casita de la Escucha y los servicios que en ella se ofrecerán.
La foto grupal con todos los feligreses que lo recibieron se tomó en la Casita de la Escucha.
Al regreso de la bendición le explicaron a Monseñor el proceso y las etapas de construcción del templo parroquial.
—Asamblea Parroquial de Pastoral—
El momento inició con el estreno del Himno Parroquial, el cual alegró mucho a Monseñor, que les habló sobre la importancia de este elemento.
Después se rezó la oración de la parroquia e iniciaron con la presentación de los miembros del Consejo Parroquial y las personas que acompañan al Obispo en las Visitas Pastorales.
Nuestro Obispo les habló del papel del Consejo Parroquial y algunos puntos de sus estatutos.
Después reflexionó sobre la participación en las Tareas Fundamentales y dijo que ve que van por buen camino para llevar una Pastoral sana y equilibrada.
Mencionó que le dió mucho gusto ver como van avanzando en la construcción, la cantidad de gente que estuvo presente en la bienvenida y recordó que él estuvo presente en la bendición de la primera piedra y erección de la parroquia.
Explicó que parte del objetivo de la Visita también es conocer dónde celebra, dónde el Párroco representa a Cristo y al Obispo, y cómo esta parroquia tiene muchos centros, muchas capillas, quería conocerlas todas.
Al término de este primer momento se compartió un poco de pan, fruta y café.
Regresando del descanso, el Vicario Episcopal de Pastoral, Pbro. Rogelio Olvera, dirigió el momento de trabajo sobre la evaluación y actualización del Plan Diocesano de Pastoral.
Les habló un poco sobre la historia de las Asambleas Diocesanas de Pastoral, para llegar a la de Noviembre del año pasado (2023), que fue por primera vez en la casa de espiritualidad en Amealco y se presentó el Instrumentum Laboris, como herramienta de trabajo de este proceso.
Después compartieron un poco sobre lo que es la planeación y para qué sirve.
Explicó también cómo ha sido el proceso de elaboración del Objetivo Diocesano para la V Etapa del Plan Diocesano de Pastoral y las características del Objetivo Parroquial.
Juntos leyeron las claves para evaluar y actualizar el PDP de Monseñor Fidencio.
Al mediodía se rezó el Regina Coeli y se tuvo un descanso.
Regresando se contestó una de las fichas del encuentro de sinodalidad y después se trabajó sobre los criterios para generar el Objetivo Parroquial.
Dentro de este contexto, explicó la importancia de las etapas, y contó un poco de la historia de las diferentes etapas del Plan Diocesano de Pastoral y los diferentes Obispos que han guiado este proceso en la Diócesis.
Luego hablaron de las prioridades diocesanas.
A las 2:00pm se tuvo un descanso tanto del trabajo con el Consejo, como de la Visita a las capillas y se aprovechó para tomar la foto del Consejo Parroquial.
—Encuentro de Misión Permanente—
A las 4:30pm el Pbro. Rogelio Olvera dirigió el Encuentro de Misión Permanente y pequeñas comunidades con el Consejo Parroquial.
Les habló sobre la crisis antropológica y cultural que mencionan los Obispos en el PGP.
Reflexionaron y analizaron sobre los gritos de la Primera Carta Pastoral de Monseñor Fidencio. Dentro de este mismo tema hablaron sobre la importancia del análisis de la realidad para poder evangelizar.
El Pbro. Rogelio platicó la experiencia de diferentes parroquias que han llevado el proceso de evangelización en sus diferentes etapas, con un análisis de la realidad bien hecho y que por lo mismo ha dado fruto con pequeñas comunidades que fortalecen la pastoral y la vida parroquial.
Se tocó también el tema de la Casita de la Escucha. En este momento, como parte de la dinámica del tema, los participantes intercambiaron un abrazo y luego les habló sobre la importancia sí de decirle al otro que Dios lo ama, pero sobre todo descubrir cómo Dios ama al otro; aprender a escuchar lo que Dios quiere decirle a cada uno a través del hermano cuando se sale a evangelizar.
Además mencionó la importancia de que en las parroquias los fieles se sientan como familia, y recordó que la misión, la evangelización, no es tarea solo del equipo de Misión permanente o de la Pastoral Profética, sino de todos.
Después pasaron a hablar sobre la Segunda Carta Pastoral de Mons. Fidencio, principalmente sobre la espiritualidad de comunión, y también de la importancia de los círculos bíblicos y la Lectio Divina.
—Encuentro casita de la Formación—
A las 5:25 llegó el Pbro. Leodegario que comenzó el encuentro hablando un poco de la historia de la Escuela Bíblica y la formación en la Diócesis.
Después les habló sobre el proyecto que se tiene en la Diócesis de los diferentes niveles de formación y también de algunos documentos de la Iglesia que hablan sobre el trabajo educativo y de formación.
Platicaron sobre los pasos que se deben seguir para hacer una escuela de formación básica parroquial, hablaron de los criterios establecidos para este mismo fin y revisaron el programa de estudio por cuatrimestres con las materias que se impartirán.
El encuentro terminó compartiendo dudas y opiniones.
—Visita a las capillas—
Mientras el Pbro. Rogelio dirigió el momento de trabajo, Monseñor Fidencio, acompañado por el Párroco, el Decano y el Diácono Fernando, comenzó la primera parte del recorrido para conocer las capillas y comunidades pertenecientes al territorio parroquial.
La primera parada fue en la comunidad del Ranchito, en la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, donde los miembros de la comunidad recibieron a nuestro Obispo con un gran número de monaguillos y niños sosteniendo el letrero de bienvenida.
Entre porras, cantos, globos y mucha alegría, caminaron todos juntos hasta la capilla y el Sr Obispo les presentó la Biblia abierta para ver en ellos la Palabra encarnada. Después presentó al equipo que le acompaña.
El Decano y el Párroco dieron un mensaje a la comunidad y luego el Obispo les dirigió unas palabras en las que, entre otras cosas, les recomendó que sigan el consejo que la Virgen nos ha dado: “Hagan lo que Él les diga”. Luego los roció con agua bendita y les dió la bendición.
La segunda parada fue en la comunidad de la Poza, donde se ubica la capilla de Nuestra Señora del Pueblito.
Ahí lo esperaba un gran número de fieles y especialmente niños, que con mucha alegría, con globos y aplausos le recibieron. Entraron al templo juntos y el Sr. Obispo les presentó al equipo que iba con él.
Dijo a la comunidad que Dios visita a sus hijos todos los días para ver qué les falta y la Visita Pastoral es solo para recordárselos y para ver cómo se encuentran.
Expresó que los quería saludar con el saludo que Dios le dirigió la Virgen María “Alégrate” y esa alegría se hizo carne y puso su mirada entre nosotros.
La tercera parada fue en la comunidad de Purísima de San Rafael, en la capilla de la Inmaculada Concepción.
Ahí el Sr. Obispo les dijo a los presentes que con el bautismo nos hicimos purísimos e inmaculados, y tenemos la tarea de mantenernos así, pues sólo los limpios pueden entrar al cielo. Por el pecado lo hemos perdido, pero nuestra tarea es buscar estar otra vez limpios.
Quienes mueren manchados van al purgatorio para ser limpiados y poder entrar al cielo.
Recalcó que los limpios son una bendición para la comunidad.
La cuarta capilla que se visitó fue la de la Virgen de Guadalupe en la comunidad de Arroyo hondo, donde lo recibieron con una porra alegre, globos y cantos. También en esta capilla fue característico el gran número de niños.
El párroco presentó a la comunidad y al equipo que acompaña al Sr. Obispo.
Monseñor Fidencio les dijo que la Visita Pastoral es para decirles que cada uno es sacerdote, profeta y rey, es decir servidores, porque el día de nuestro bautismo fueron ungidos.
Mencionó que hace falta mucha evangelización para darnos cuenta del compromiso que tenemos de llevar a Cristo a la mayor cantidad de personas posibles, pues es necesario ver que la Iglesia es como una pirámide invertida: abajo está el Papa como simiente, luego los obispos y sacerdotes, y arriba los laicos para que despertemos y estemos listos y al pendiente para atender y solidarizarse con los más necesitados.
Al Obispo le dió mucho gusto ver que ya estuvieran organizados para promover la fe y animó a los laicos para que se acerquen a decirle al Padre que quieren servir y prepararse.
La quinta y última capilla que se visitó en esta primera parte fue la de la Santa Cruz, en la comunidad de Progreso, donde un gran número de niños, jóvenes y adultos recibieron al Obispo con globos, porras y mucha alegría.
El Sr. Obispo llegó con la Biblia abierta para que la comunidad viera la Palabra de Dios y que él pudiera ver a Cristo encarnado en cada uno de los presentes.
El párroco presentó a la comunidad y a los que acompañan al Obispo.
Monseñor Fidencio leyó la Palabra de Dios y reflexionó sobre que “todo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca, arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. Les dijo que el Reino de Dios es justicia, verdad, misericordia y amor; y su signo es la Santa Cruz porque desde ahí su hijo Jesús nos enseñó a amar hasta el extremo, a amar como locos, dice San Pablo.
Después roció a la comunidad con agua bendita y los sacerdotes juntos dieron la bendición.
Por la tarde se visitaron las tres capillas restantes:
La sexta capilla fue la de San Francisco de Paula, en la comunidad de San Francisco, donde lo recibieron con porras y globos, con mucha alegría y un gran grupo de niños.
El Párroco presentó a la comunidad y al equipo que acompaña al Sr. Obispo en la Visita Pastoral.
Nuestro Obispo les dijo que los Visita para ver cómo se encuentran y les explicó que la Visita es por decanatos, que son un grupo de parroquias que tienen características parecidas.
El Decano, Pbro. Laureano López, dirigió unas palabras a la comunidad sobre San Francisco de Paula, fundador de los Mínimos, y cómo todos debemos ser mínimos, debemos ser hermanos, como la porra que coreaban los niños al recibirlos.
Mons. Fidencio pidió al Párroco, Pbro. Carlos Navarro, que leyera el Evangelio de la genealogía de Jesús; después los roció con agua bendita y les dió la bendición.
La séptima capilla que se visitó fue la del Santo Niño de Atocha, en la comunidad de Vista Hermosa. Ahí lo recibieron con porras y gran alegría.
Monseñor llegó con la Biblia en alto y abierta para que puedan ver la Palabra de Dios y él pueda ver la Palabra de Dios encarnada en ellos.
Caminaron al templo cantando “tienes que ser un niño para ir al cielo”.
Ya dentro, se leyó la Palabra de Dios donde habla de la infancia de Jesús y el Sr. Obispo dirigió una reflexión con la comunidad sobre esto.
El Decano dió unas palabras y el Párroco presentó a la comunidad y al equipo que acompaña al Obispo.
La última parada fue en la Capilla del Señor de la Misericordia, en la comunidad del Paraíso. Ahí el Obispo pudo conocer la capilla.
—Misa—
Al inicio de la celebración Monseñor dijo que estaba asombrado de lo que ha pasado en la parroquia en los 8 meses que tiene de vida.
En la homilía comentó lo maravilloso que había sido el día, lleno de imágenes, rostros, sentimientos y revelaciones, y pidió a los sacerdotes presentes que compartieran lo que ha resonado en sus corazones de lo sucedido en el jornada.
Comenzó el Pbro. Laureano, Decano, quien reflexionó sobre lo que implica la frase “Bendito el que viene en nombre del Señor” y cómo en todas las comunidades fueron recibidos con mucha fe, manifestada de diferentes formas y esa misma fe caracteriza a la parroquia y les ayudará a construir el templo, la comunidad, material y espiritual.
Después el Vicario Episcopal de Pastoral, Pbro. Rogelio Olvera habló sobre las parroquias misioneras y cómo la comunidad anhela tener su templo, la casita sagrada, construida. Y recordó que el gran desafío es sentirse hermanos, apoyarse mutuamente y compartir la Palabra con el propio testimonio y la propia vida; confiando siempre en que el Señor es la Piedra angular.
El Diácono José Ignacio compartió que le llamó la atención como en el Evangelio Pedro va a pescar y los demás lo siguen ¿qué sigue después de la Visita Pastoral? Salir a dar testimonio, y así como los discípulos primero no pescaron nada, así puede llegar el desánimo, pero cuando Jesús les dice dónde tirar las redes la pesca fue abundante, por eso Él nos da ánimo y nos ayuda a no tirar la toalla. Por último, el Evangelio dice que Jesús tenía preparadas las brasas y pidió a los discípulos que trajeran pescados, así nosotros debemos poner todo en manos de Dios.
El Pbro. Carlos, Párroco, dijo que se queda con dos sentimientos: muchísima alegría y muchísima esperanza. Alegría al ver las comunidades que desde el primer día las encontró con mucha fe y sed de Dios y hoy los vio contentos y unidos, esto da esperanza de que todo se puede superar, todos pueden crecer y seguir por el camino en el que van avanzando.
Mons. Fidencio reafirmó lo que los demás Padres dijeron, resaltó cómo Pedro estuvo con Jesús mucho tiempo, pero fue hasta que Jesús resucitó cuando hizo el primer milagro, pero ya no luciendo Pedro, sino en el nombre de Jesús. Dijo que como discípulos debemos descentrarnos, porque el centro es Jesús.
Así los discípulos en el Evangelio, por sus propias fuerzas no pescaron nada, pero obedeciendo a Jesús tuvieron una pesca milagrosa. Lo mismo pasa cuando queremos buscar el éxito, la paz, la felicidad, pues solo lo encontraremos escuchando y obedeciendo a Jesús.
Exhortó a los presentes a abrir, leer, entender y obedecer la Biblia, para que la Palabra de Dios transforme nuestra vida y hagamos todo en nombre de Jesús.
Después platicó que se visitaron 8 comunidades, y en cada comunidad hay un resto de fieles: niños, adolescentes, jóvenes, adultos, que son la esperanza de la parroquia, bajo el cuidado de San Juan Pablo II.
Recordó que no termina la Visita Pastoral, sino que inicia una nueva etapa evangelizadora en la parroquia.
Antes de la bendición, el Diácono José Ignacio, Cronista, leyó el acta de la Visita Administrativa y la crónica de la Visita Pastoral; después se firmó el libro de providencias.
Al terminar la Misa el Pbro. Rogelio Olvera dirigió unas palabras de felicitación al Pbro. Carlos Navarro y luego se tomaron las fotos, tanto con todos los presentes, como con los monaguillos y el equipo de liturgia.
La jornada concluyó con una convivencia fraterna en el atrio parroquial.