TOMA DE POSESIÓN DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SRA. DE LA ESPERANZA.

Fracc. Misión de Santa Sofia, Corregidora, Qro., 27 de agosto de 2019.

El día 27 de agosto de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Santa Misa, en la cual el Pbro.  Laureano López Saloma, Tomo Posesión de la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, ubicada en Fracc. Misión de Santa Sofia, Corregidora, Qro. como Nuevo Párroco y pastor de esta comunidad, en esta ocasión lo acompañaron varios sacerdotes de la Diócesis, entre los cuales estuvo el Pbro. Gustavo Licón Suárez, Decano de este Decanato del Pueblito, al que perteneces esta Parroquia, el Pbro. Víctor Manuel Avendaño Jiménez, anterior Párroco, y Pbro. Enrique Ugalde Rodríguez, entre otros.

En el momento de la Homilía, Mons. Faustino les compartió lo siguiente: Hermanos de esta comunidad parroquial, le saludo a todos con afecto y agradezco al padre Víctor Avendaño toda la tarea evangelizadora en estos años de manera específica desde el 2007, agradezco el embellecimiento de este templo, que con buen gusto y con mucha dedicación, y en un trabajo de equipo solidario, han venido realizando. Gracias padre Víctor por este itinerario de trabajo, de dedicación y por tu disponibilidad para ahora servir en el Santuario Diocesano la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano; centro de nuestras peregrinaciones, de nuestra devoción, el lugar en el que veneramos a Nuestra Patrona Diocesana, Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, a quién te encomendamos en esta nueva misión; un lugar en el cual los desafíos se acrecientan para evangelizar a los peregrinos, para que se convierta o sea siempre una fuente de espiritualidad y también de misión en nuestra Diócesis.

Agradezco también la presencia de los hermanos sacerdotes que hoy acompañan al padre Laureano, después de un tiempo en la comunidad del Santo Niño. Hoy hemos querido que le dé continuidad a este gran proyecto evangelizador y también constructivo.

Hoy la palabra de Dios ilumina esta celebración y destacó aquello que en la segunda lectura el apóstol nos dice: “todo administrador tiene que ser fiel” -caminar en la fidelidad significa caminar en la verdad y por lo tanto caminar en Cristo, el sacerdote tiene la garantía que tuvo el profeta Jeremías “no temas, no estás solo, yo estoy contigo” porque es una tarea sobrenatural, no es una profesión, y vivimos de Dios y estamos aquí porque Dios nos ha elegido, con nuestras historias y con nuestras limitaciones, Dios nos ha elegido, pero Dios nos mira con esperanza como pastores pretendiendo que siempre seamos mejores, es decir, más santos, en la medida de que el sacerdote sea más santo en la comunidad, también recorrerá caminos de santidad, con su dirección espiritual, con su entrega en la administración de sacramentos, con su despliegue evangelizador, con su caminar misionero, por la bondad con qué hace la interlocución con sus feligreses, por la palabra alentadora a los jóvenes, por la preocupación en la catequesis a los niños y a los adolescente; es decir, por este gran empeño en esta pastoral, que más que funcional, es pastoral espiritual, es evangelizadora, y esto es lo que se admira del sacerdote, su tarea incansable.

Hoy te entregaremos, padre Laureano, los lugares y signos litúrgicos, iniciando con la entrega de las llaves de la parroquia, qué gran significado tiene las puertas, una Iglesia de puerta abiertas nos piden el Plan Diocesano de Pastoral, para que entre todos aquellos jóvenes y mujeres de buena voluntad a  ser bendecidos a orar, a enseñarlos, pero también a recibir formación, abiertos a todos porque no tenemos ningún derecho de rechazar a nadie, más aún, de sacarlo ni del templo, ni de la parroquia, más aún, nuestra gran tarea es abrir los brazos para que todos se encuentren con Dios en la persona del sacerdote, abrir los brazos.

Otro lugar litúrgico que también se te entregará como es el confesionario, un lugar, que dice el Papa Francisco nunca tiene que ser una sala de tortura, sino que tiene que ser un espacio de encuentro con Cristo, y el sacerdote tiene esa grande tarea provocar la confianza de los niños, de los adultos y de jóvenes, para que hagan esas largas filas, para acercarse a recibir la absolución; el lugar litúrgico del bautisterio creo que lo entendemos todos, los hijos de Dios allí nacen, sumergirlos en el Espíritu Santo, bautizarlos; el lugar litúrgico de esta sede desde donde tu enseñaras, santificaras, desde donde tú, con la autoridad que te da el Señor, delegado por el Obispo, realizarás una tarea de servicio,  porque esta es una cátedra de servicio, más qué de mando.

Iremos también a tocar la campana de la comunidad, donde convocas a los fieles a acercarse, a que encuentren las puertas abiertas, pero también, para que viniendo, después salgan a llevar a Jesucristo en la misión; sin duda el centro de cada parroquia, como decía San Juan Pablo II, es: el Sagrario, dónde te postraras y se te entregarán las llaves, para que lo custodies y para que la comunidad te ayude a custodiarlo, con la cofradía del Santísimo Sacramento, pero también para postrarte como simbólicamente y realmente lo harás hoy, como todos los días, para adorar al Señor, cuanto necesitamos todos reservar esos espacios de adoración al Señor, donde podamos reposadamente y con serenidad, no solamente platicar nosotros con Él,  sino escucharlo, dejar  que Él nos hable, que el Sagrario y la visita al Santísimo sea siempre un empeño a realizar, de tal manera que los niños, antes o después de la catequesis, vayan entendiendo que es importante estar con Jesús, qué es importante estar con Jesús, en cualquier momento del día, que nuestros jóvenes alrededor del Sagrario también encuentran sentido a su fe, que las familias se postren delante del Santísimo; sin duda, a través de una conveniente y adecuada Pastoral Familiar, tu les orientaras al encuentro con Jesucristo, y desde ahí, desde el Sagrario, fortalecer la vida espiritual de la comunidad, de tal manera que el sacerdote y la comunidad tengan la gran preocupación, no solamente de estar bajo estas cuatro paredes celebrando los sacramentos, si no lo que aquí se celebra llevarlo a los demás en la misión.

Por eso te encargó a ti y al padre Daniel estás 5 capillas, y estas 60 colonias que conforman esta comunidad parroquial, allí los quiero ver caminando en la misión, allí los sacerdotes estamos empeñados en realizar ese encuentro con las familias, para llevar la luz de Jesucristo, para llevar el consuelo a las familias, para llevar una palabra de aliento a esos que todavía nos faltan de visitar. Siempre ser Párroco es, un gran desafío, si, es una delicada misión de nosotros los sacerdotes, pero nuestra actitud de corresponsabilidad tiene que ser tal, que lo realizamos con una entrega, con una consagración y como dice el Papa “no traigamos a los demás con proselitismos, sino con llevarlos a Jesucristo y hacerles sabrosa la presencia del Jesús en sus vidas”.

Padre Laureano, Dios te bendiga en esta tarea, en esta nueva parroquia, consciente de que los desafíos siempre estarán presentes, consciente de que, como decía el sacerdote al cual le acabo de entregar la parroquia en el Salitre, le decía a la comunidad: “no vengo a cambiar nada, vengo a darle continuidad a lo que ustedes están haciendo y a lo que el sacerdote anterior les estaba orientando a realizar”. Esa es la actitud de un párroco, conocer la realidad y respetar todos aquellos procesos, porque sin procesos no se puede encontrar la luz. Padre Laureano qué seas un sacerdote misionero, por qué el sacerdote o es misionero o no es sacerdote, por qué el sacerdote tiene la gran tarea de Jesús, no es un invento de nadie:  “vayan y evangelicen”; una tarea que es una orden, no una alternativa, de Marcos 16 y Mateo 28, qué seas un sacerdote misionero, inspirado en Marcos 3, porque Él te ha llamado para que estés con Él y para enviarte a predicar.

Estamos en el marco de la celebración del Año Jubilar Mariano, donde celebramos el 50 Aniversario de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, como patrona de esta comunidad, la gran misionera, que tuvo que pasar grandes desafíos, estuvo enterrada cerca de 14 años, después de la destrucción de su capilla y posteriormente salir de los escombros para seguir caminando en los caminos de nuestra Diócesis de Querétaro, y ser proclamada hace 50 años como Patrona la qué nos protege, la que nos alienta, el punto de referencia para llegar a Jesús, ella nos lleva a Jesús. Que este año Jubilar Mariano siga siendo impulsado en esta comunidad mariana de Nuestra Señora de la Esperanza. Que así sea”.

Momentos antes de terminar la celebración, el Padre Laureano se dirigió a loa asistentes a esta celebración, diciendo: «Buenas noches a todos, en la Sagrada Escritura se nos dice que la esperanza es la certeza de lo que se espera, nuestro Papa Emérito, el Papa Benedicto en SPEI Salve decía “tenemos todos pequeñas y grandes esperanzas, pero la única gran esperanza en nuestra vida es nuestro Señor Jesucristo”

Hoy, yo me pongo a los pies de nuestro Señor Jesucristo, como la única gran esperanza de mi vida y de la Santísima Virgen, nuestra Madre, Nuestra Señora de la Esperanza; pero en estas también pequeña y grandes esperanzas, hoy quisiera también agradecer a mis hermanos sacerdotes que están aquí acompañándome, porque me brindan también esa confianza, esa certeza, de que en este ministerio no estoy solo sino que soy parte también de este presbiterio, nuestros hermanos sacerdotes diocesanos y religiosos, hermanos todos en el Señor.

También agradezco la confianza de nuestro Señor Obispo, que a pesar de mis limitaciones, de mis miserias ha querido a bien encomendarme la cura pastoral de esta parroquia, la confianza también de nuestro padre Decano, el padre Gustavo, al padre Decano del Santo Niño, al cual yo pertenecí, también le agradezco, padre Cesar, y hoy también agradezco a todos los que han puesto su fe, su esperanza, su confianza en este templo, en esta parroquia, especialmente al padre Enrique Ugalde que desde esta parroquia hermana de la Virgen de la Anunciación, del padre Rodo, del padre Gabriel, del padre Wences, también estuvo presente en esta parroquia y de dos grandes sacerdotes que con su fe, su esperanza han edificado esta parroquia, el padre Víctor y el padre Daniel; agradezco también con gran esperanza a mi familia, a mis papas, a mis sobrinos que se encuentra aquí, y a todos los que me han dado confianza en este caminar desde que empecé bajo los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe en la Congregación; a las personas que me acompañan el día de hoy, junto con su párroco, el padre Francisco, muchas gracias padre, de mis queridos jóvenes de San José Pinal de Amoles, de la Sierra Gorda, muchas gracias, y toda la comunidad maravillosa de la que fue mi primer parroquia, la parroquia que el Señor Obispo tuvo a bien encomendarme como primer encomienda como sacerdote,  la parroquia del Santo Niño de la Salud.

Decía el Papa Benedicto, pequeñas y grandes esperanzas tenemos, cuando un servidor vio este templo de Nuestra Señora de la Esperanza lo primero que pensé: “esta comunidad de verdad tiene mucha fe, mucha esperanza” porque para construir una Iglesia tan grande hacen falta muchas manos, hace falta mucho trabajo y eso lo he podido ver desde que un servidor llego a esta parroquia, desde Alma que está atendiendo la librería con mucho cariño, desde las personas que están allí presentes en la notaria, de este servicio litúrgico maravilloso, grandes esperanzas que también el Padre Víctor, el padre Daniel han ido construyendo esta parroquia y que también con su trabajo, con el esfuerzo de todos, que Dios nos conceda, también con esa certeza de la esperanza, que podemos terminar este templo y esta gran obra parroquial para todos ustedes, muchísimas gracias.

Al terminar Mons. Felicito al Padre Laureano, y los allí reunidos les brindaron un fuerte aplauso como signo de agradecimiento y bienvenida a su nuevo pastor.