TEMPLO Y CONVENTO DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS O MEJOR CONOCIDO POR EL «TEMPLO DE TERESITAS».

Templo y Convento del Santo Nombre de Jesús o «Templo de Teresitas».

Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga.
Cada 3 de enero la Iglesia celebra el Día del Santísimo Nombre de Jesús.
En el Centro histórico de la ciudad de Santiago de Querétaro existe un Templo que recibe el nombre de esta festividad y que conocemos como el «Templo de Teresitas»
Templo y Convento son una joya del neoclásico y es el último monumental convento construido en la ciudad de Querétaro, de 17 existentes durante la colonia.
Antonia Gómez Rodríguez Pedroso y Soria de Pedroso, Marquesa de Selvanevada, viuda de Manuel Rodríguez de Pinillos López Montero y García Cortés, renunciando a su título y al mayorazgo a favor de su hija mayor, entró de criada al convento de San Jerónimo, en la ciudad de México. Más tarde cedió su caudal de más de ciento cinco mil pesos para fundar en Querétaro un convento y enseguida tomó el hábito en el convento de Regina Coelli, también en la ciudad de México.
El 25 de junio de 1802 se expidió la cédula real para la fundación de dicho convento, iniciándose provisionalmente en una casa rentada en la calle de Posadas, junto al Mesón de San Antonio, las gestiones habían comenzado desde 1797. Además de la marquesa de Selvanevada, entonces llamada sor Antonia De Los Dolores y posteriormente, Sor María Josefa de Santa Teresa, vinieron del Convento de Santa Teresa La Antigua, ubicado en la ciudad de México como fundadoras, además de la marquesa las carmelitas, Sor María Bárbara de la Concepción, Sor María Ignacia de San Elías, María Eufrosina de San Juan Bautista y Sor María Clara de San Eliseo.
La celebración de la noticia del nuevo convento se celebró en Querétaro el 22 de octubre de 1802, con repiques de campanas y el 22 de abril de 1803 llegaron a Querétaro estas monjas fundadoras de «Teresitas», alojándose en el Convento de Santa Clara y después llevadas solemnemente a su convento provisional por el clero secular y regular y la población entera.
El día 21 de junio de 1803 se colocó la primera piedra de convento definitivo con asistencia del Arzobispo de México, Francisco Xavier de Lizana. Se bendijo el convento y se dedicó el templo en uno de enero de 1807, a un costo de 150 mil pesos oro y cuyos benefactores fueron además de la Marquesa de Selvanevada, Juan Antonio Del Castillo y Llata, José de Escandón y Loreto Ma. De La Canal y Samaniego.
Los planos para el futuro convento fueron realizados por el arquitecto Manuel Tolsá y enviados a la corte española con una carta del virrey Miguel de la Grúa Talamanca y Branciforte el 20 de noviembre de 1797. El proyecto de Manuel Tolsá, realizado sin saber siquiera donde iba a ser edificado, nunca se realizó, sino que se contrató al arquitecto Pedro Ortiz, para realizar otro y ejecutarlo. La presencia del arquitecto Eduardo Tres Guerras, fue principalmente para la decoración que existe. Los frescos del coro, los del ábside, entre los ventanales, el apostolado de la sacristía, coro alto, entre otras muchas obras más.
Desde el año de 1856 que fueron las últimas profesiones que hicieron a religiosas de este Convento, no volvió a ver más, por los tiempos tan malos; pues siguió la persecución de las Órdenes Religiosas.
En la ciudad de Querétaro tuvo su culminación el triunfo del liberalismo con el Sitio de la ciudad del 11 de marzo al 15 de mayo de 1867, qué terminó con el fusilamiento del Emperador Maximiliano y los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el Cerro de Las Campanas el 19 de junio del año de 1867. Con la terminación del Sitio de la ciudad y la ocupación de ella por las fuerzas liberales, la salida de las religiosas de su Convento fue el 14 de mayo de 1867, fue inmediatamente ocupado por las tropas; el 17 de mayo fue trasladado prisionero el emperador Maximiliano, del Convento de la Santa Cruz a este Convento de Teresitas. Dice el Doctor Alberto Hans, médico del Emperador en su libro “Querétaro” página 204; “El 17 de mayo nos trasladaron con el emperador al Convento de las Teresas, cuyas religiosas acababan de ser exclaustradas. Nuestra posición se mejoró un poco. El Convento de las Teresas vasto, elegante y contiene numerosas celdas conservadas entonces con aseo”.
Según se dice, el Emperador ocupó una de las piezas del piso alto a la izquierda (según se entra) en el primer patio. Y parece que nada más estuvo allí tres días; pues según dice el mismo doctor Hans en la página 206: “Al concluir la noche del 19 de mayo fecha del fusilamiento del General Ramón Méndez, se nos separó del Emperador, a quién se encerró más estrechamente a un con Miramón y Mejía en el Convento de las Capuchinas”. Con esta exclaustración, las religiosas se dispersaron, volviendo unas al seno de sus familias y otras encontraron caritativa acogida en el seno de las familias cristianas
El segundo Obispo de Querétaro, el Excmo. Sr. Don Ramón Camacho, quien gobernó esta diócesis del 19 de julio de 1867 hasta su muerte, acaecida el 30 de julio de 1884, en tiempos difíciles para la iglesia, no permitió volver a las religiosas dispersas a reunirse en Comunidad, tanto por el peligro latente de una nueva exclaustración, según la constitución política imperante, como porque los edificios conventuales de todas las Órdenes Religiosas habían sido ocupados por los gobiernos civiles que se sucedieron, y porque los capitanes formados por los dotes de las religiosa también habían sido usurpados por el Gobierno.
El amplio y precioso Convento fue convertido en cuartel y más tarde, durante el gobierno de Don Francisco Villaseñor, en escuela de Artes, dejándolo casi en ruinas y sumamente deteriorado.
Fue hasta 1880, cuando el Sr. Canónigo Don Francisco Figueroa compró, de su propio peculio el edificio de su adjudicatario pensando dedicarlo a casa de ejercicios; pero el Ilmo. Sr. Ramón Camacho instaló en él al Seminario Diocesano, siendo reconstruido y adaptado para las exigencias escolares por el M. I. Señor Canónigo Don Florencio Rosas, quién fue Rector de dicha casa de estudios por largos años, y benefactor insigne de la sociedad queretana. Seminario Conciliar (1883 a 1908 y de 1950 a 1966); después el colegio Liceo Católico. En la Sacristía de este Templo el 18 de febrero de 1892 se fundó la escuela de Música Sagrada, actualmente el exconvento es sede de la Curia Diocesana y Conservatorio y Escuela de Música Sagrada J. Guadalupe Velázquez.