TEMPLO Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE QUERÉTARO.

4 de octubre. San Francisco de Asís. Templo y Convento de San Francisco de Querétaro.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga.
Fue el primer edificio religioso que se construyó en Querétaro. Entre 1550-1598 se llevó a cabo la construcción del Templo y Convento de San Francisco, para 1567 y 1570, el Convento franciscano estaba ya en pleno funcionamiento. Es el conjunto conceptual más importante del siglo XVI. Pocas noticias tenemos de la construcción de este convento, pues al parecer el primitivo edificio se demolió para iniciar la construcción del monumental Convento que se concluyo hasta 1698 y la Iglesia hasta 1727. Pronto se convirtió en el centro de desarrollo urbano mas importante de la Nueva España. Aquí permaneció la primera parroquia queretana desde el siglo XVI y hasta el 7 de febrero de 1759, que se entregó el curato al clero secular. El Templo también funcionó como Catedral de Querétaro del 25 de julio de 1865 al 11 de enero de 1911. Además del Templo principal, el Convento comprendía un amplísimo atrio, destinado originalmente para cementerio; otras iglesias y capillas. Todas estas capillas fueron demolidas en la época de la guerra de Reforma.
En enero de 1861 se inició la demolición parcial de las bardas de los atrios de San Francisco, San Antonio y Santa Clara, ante el azoro de la población. ASÍ A PARTIR DE ESE AÑO DIO COMIENZO LA DESTRUCCIÓN DEL CONJUNTO FRANCISCANO. Fueron destruidas la Capillas, las bardas atriales; en el entonces Cementerio de San Francisco se amontonaron grande cantidades de imágenes religiosas que fueron “Convertidas en cenizas por medio de una grande hoguera”, ante el asombro de los creyentes.
El 17 de noviembre de 1863, la ciudad de Querétaro fue ocupada por las tropas imperialistas encabezadas por el general Mejía, seguido, el día 25, por el ejército francés al mando del general Douay; la ciudad no sería recuperada por los republicanos hasta la derrota del imperio, el 15 de mayo de 1867. El mismo mes de noviembre de 1863 volvieron los religiosos y religiosas a tomar posesión de sus ruinosos conventos.
Durante el sitio de Querétaro, del 12 de marzo al 15 de mayo de 1867, el claustro y el templo franciscano fueron convertidos en fortaleza y en cuartel, hospital de sangre y depósito de parque general del imperio. El sitio agravó aún más la pésima imagen de la ciudad.
A la caída de Maximiliano después de restaurada la república, el gobierno de Querétaro dirigido por el coronel Cervantes se enfrentó a la dura tarea de la reconstrucción. El coronel Cervantes se aprestó a proponer la división del convento franciscano en manzanas y en lotes, para proceder a su donación. Se esperaba que los nuevos propietarios al recibir los lotes gratuitamente, pudieran construir rápidamente y modificar el aspecto de destrucción y abandono. La construcción de los edificios, o por lo menos de sus fachadas en los distintos lotes a que se comprometieron los donantes, aún no se había realizado cinco años después de firmarse las escrituras de donación. Al no haber modificado en el tiempo señalado, no haber obtenido prórroga del gobernador, el gobierno retoma la posesión de los lotes de la manzana y de los inmuebles de la manzana II y III. Es muy probable que la principal dificultad con la que se enfrentaron los donantes para cumplir su compromiso con el gobernador, haya sido el alto costo de la demolición de las ruinas del conjunto, sin contar con las erogaciones necesarias para levantar las nuevas edificaciones.
El Convento de San Francisco el 15 de mayo de 1867, fue devuelto a sus legítimos dueños, pero la Revolución decomisó el Convento, que hoy esta convertido en el Museo Regional de Querétaro. A partir de 1867 y con el paso de los años en la huerta, atrio y terrenos del convento se construyó, una plaza que recibió el nombre de Jardín Zenea (En un tiempo Obregon). Un “Gran Hotel” (1891-1986), comercios, dos Mercados, dos cines. El gobernador Francisco González Cosío limpió de escombros en el lugar de la antigua huerta del convento y se colocó un tianguis. En 1882, con motivo de la llegada de la primera locomotora a la ciudad, se estrenó un nuevo mercado, dedicado al doctor Pedro Escobedo.
El Excmo. Sr. Don Rafael S. Camacho y García, (Tercer Obispo de Querétaro) quien obedeciendo indicaciones de la Santa Sede busco primero adquirir terrenos que habían pertenecido al Convento de San Francisco, -Hoy gran Hotel- y ubicar ahí la Catedral, pero ante los precios, tuvo qué desistir de la idea.
En 1934 parte del Convento se destina para Museo, formalizándose completamente hasta 1936. Este uso con fines educativos y recreativos, es el, que se mantiene hasta nuestros días, como “Museo Regional de Querétaro.” En 1959 se Restaura la torre, se colocan losas de concreto y vigas de acero en los entrepisos. En 1966 fue demolido el mercado Escobedo, para inaugurar en este mismo lugar el 5 de febrero de 1967 la Plaza de la Constitución y se construye el estacionamiento de un nivel subterráneo. En 1993 se realiza el Jardín del arte en el lugar que ocupó la pequeña huerta del convento. En 1987 se realiza un estacionamiento de tres niveles subterráneo y una nueva Plaza de la Constitución, inaugurados entre 1988-1999.