SANTO DEL DÍA: SAN BARTOLOMÉ, APOSTOL, PATRONO DE LOS CARNICEROS Y FABRICANTES DE LIBROS.

SAN BARTOLOMÉ APOSTOL.
celebramos la noche de San Bartolomé, Apóstol; la noche en la que “el diablo anda suelto”.
Cuenta la tradición que San Bartolomé Apóstol, cuando llegó a Armenia, se encontró que los pobladores acudían a un templo donde adoraban a un ídolo para ser curados, San Bartolomé les comentó que en realidad no se trataba de un dios, sino de un demonio. Así que los sacerdotes de dicho templo lo retaron a que comprobara lo que decía. Comenzó entonces a predicar el Santo Evangelio, y al pronunciar el nombre de Jesús, el ídolo se partió y de él emergió un demonio encadenado, San Bartolomé le ordenó que diera su nombre a los sacerdotes, y éste les contestó que el era el demonio astarot, y que se encargaba de engañarlos haciéndoles creer que él era su dios.
El rey de esa tierra al enterarse del milagro, lo mandó llamar para que curase a su hija que estaba bajo una posesión del demonio. El rey, al ver liberada a su hija, se convirtió a Cristo, así como todos los de su casa, mandatarios y sacerdotes, y muchos súbditos.
Cuando el rey murió, su sucesor se entregó nuevamente al paganismo y ordenó el martirio del Santo, su muerte fue por desollamiento.
Años más tarde, con la llegada de los españoles a México y con una notable religiosidad popular, los naturales comenzaron a relatar historias fantasiosas que entremezclaban deidades católicas con asuntos fantasiosos. Tal es el caso que en muchos de los pueblos antiguos de México antiguamente se recomendaba que el 24 de agosto no se jugara con cerillos porque se podían quemar las casas. Que no se podía manipular cuchillos porque se podía ocasionar una desgracia; no se debía acercar a rifles, pistolas, machetes, ni subirse a ningún árbol, mucho menos meterse al agua porque el Diablo lo ahogaría.
Esto se debe a la antigua tradición que comenzamos a relatar al principio de este artículo en la que a partir de dicha historia, se creía que el 24 de agosto, que es el Día de San Bartolomé, el Diablo “andaba suelto”.
Incluso se solía contar que si alguien entraba a una cueva, quedaba atrapado en el tiempo muchos años y, al salir, salía de la misma edad pero su generación ya habría envejecido, o bien, saldría envejecido el mismo día que entró.
Los abuelos decían que la flor llamada pericón que hoy se utiliza para darle un sabor especial a los elotes hervidos, perdía literalmente el aroma, por eso se debía recolectar antes de este día si se quería usar para otra ocasión.
San Bartolomé fue uno de los 12 apóstoles de Jesús y cuenta la tradición que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo, cuándo él aún se encontraba vivo.
San Bartolomé Apóstol, ruega por nosotros.