ORDENACIONES SACERDOTALES, Seminario Conciliar de Querétaro.

ORDENACIONES SACERDOTALES
Seminario Conciliar de Querétaro, 22 de abril de 2016

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«Inmersos en el gozo de celebrar la Pascua, celebramos esta mañana la ordenación sacerdotal de 11 jóvenes diáconos, quienes al sentirse llamados por Dios, hoy confirman su sí de manera generosa y definitiva, para ser en el mundo testigos del amor misericordioso del Padre en favor de su pueblo».

Así expresó, el Excmo. Sr. Obispo Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, al iniciar la homilía dentro de la celebración Eucarística, en la cual fueron ordenados 11 nuevos sacerdotes para servir al pueblo de Dios: Omar Neftalí Arreola, Francisco Javier Ávila Benítez, Diego Barrón Estrella, Ernesto Castro Torres, Manuel García Hernández, Constantino González Pérez, Enrique González Rincón, Juan Pablo Licea Núñez, Edder Meléndez Hernández, Emmanuel, Ramírez Olvera y Daniel Rendón Argüello.

Participaron de esta gran fiesta, Mons. Hilario González García, Obispo de Linares y Mons. Florencio Olvera Ochoa, Obispo emérito de Cuernavaca, quienes con el Clero diocesano de Querétaro concelebraron la Eucaristía. Asistieron alrededor de 4000 fieles que en todo momento mostraron su alegría y agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio ministerial, concedido a los 11 jóvenes Diáconos después de una profunda preparación.

En el transcurso Mons. Faustino reflexionó sobre el ser y la misión del ministerio sacerdotal, especialmente en el contexto social, cultural y eclesial al que estos jóvenes serán enviados. Por tal razón los invitó a ser sanos, “tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que los libera de estar centrados en sí mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios, ser hombres de oración y de constante dialogo con su Palabra, hombres no sujetos a efímeras modas culturales, sino capaces de vivir auténticamente la libertad que sólo la certeza de la pertenencia a Dios puede dar”.

Nuestro Pastor Diocesano resaltó la importancia de que, un sacerdote se sepa en el mundo, sin ser del mundo, por eso mencionó: “Queridos sacerdotes, los hombres y las mujeres de nuestro tiempo sólo nos piden que seamos sacerdotes de verdad y nada más».

«Serán santificados en la verdad. La verdad es el baño que los purifica, la vestidura y la unción que necesitan. Esta verdad purificadora y santificadora es Cristo mismo. Han de ser sumergidos en él, han de ser como revestidos de él, y, de este modo, serán partícipes de su consagración, de su cometido sacerdotal, de su sacrificio y de su misión».

«El modelo del sacerdocio al que ustedes han sido promovidos; es el sacerdocio de Jesucristo, especialmente en este tiempo en el que nuestro mundo necesita de la ‘misericordia de Dios’, necesita ser abrazado por el amor y la ternura de Dios.Ustedes son elegidos para hacer viva y eficaz en el corazón de los fieles esta misericordia”.

Al final de su mensaje, nuestro señor Obispo pidió a los ordenandos amar profundamente el sacramento recibido y a encomendarse continuamente a la Viren María. “Amen, cuiden y defiendan el sacerdocio que hoy con tanta alegría y esperanza abrazan. Sepan que en los momentos de dificultad y de duda es Jesús el primero que rezará por ustedes. No se olviden que si en el proceso formativo la Santísima Virgen María los ha acompañado, con mayor seguridad estará con ustedes en su vida sacerdotal”.

Rogamos a Dios bendiga a los nuevos sacerdotes y  les fortalezca en el inicio de su ministerio presbiteral.