No hay causa perdida

Con emoción he leído el libro del expresidente de Colombia Álvaro Uribe. Veinte años de historia tomaron vida en tan sólo 340 páginas. Aquí no se habla de una persona, sino de toda una nación, de su historia, de su sangre derramada, de su coraje y su pasión. Las nacientes generaciones se han librado de experimentar el terror en el cual crecieron sus padres y sus abuelos.

¡Lo tienen que leer para no olvidar! Hay mucho heroísmo: la fiscal Cecilia Giraldo, “la Margaret Thatcher colombiana”; la muerte del padre Antonio que dedicó su vida a Dios y a educar la población antioqueña; el valor de la prostituta favorita del criminal apodado “El Paisa”, con qué astucia se lo llevó a su punto de encuentro habitual, cerca del campamento y cuando la joven salió de la tienda, una bomba de precisión acabó con este asesino. Lectura obligada para los hodiernos analistas que siguen opinando equivocadamente sobre un conflicto que presumo que desconocen. Lectura para los países latinoamericanos, pues Colombia ahora es libre, pero estuvo arrodillada por el miedo. Lectura para el gobierno actual, pues están resucitando internacionalmente a las FARC con sendos vitrinazos como el que tuvimos que tragarnos con rabia en Oslo. ¡El camino de la paz estaba hecho, sólo hay que seguirlo!

P. José Manuel Otaolaurruchi
@jmotaolaurruchi