MISA EN SANTA IGLESIA CATEDRAL, DEL V DOMINGO DE CUARESMA 2019

Av. Madero, esquina Ocampo. Ciudad Episcopal Santiago de Querétaro. 7 de abril de 2019

El domingo 7 de abril de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Celebración Eucarística, en Santa Iglesia Catedral, correspondiente al V Domingo del tiempo litúrgico de Cuaresma. Concelebraron el Pbro.  Rafael Gavidia Arteaga, Pbro. José Luis López Gutiérrez,  y M.I. Sr. Cango. J. Guadalupe Martínez Osornio, Rector de la Catedral.

En su Homilía, Mons. Faustino, saludó de manera muy especial a los movimientos católicos; Legión de María, Movimiento Familiar Cristiano (MFC), Adoración Nocturna Mexicana (ADM) congregados en esta Santa Misa matutina y al respecto dijo:

“Mis queridos hermanos, aprecio la presencia de todos ustedes en esta celebración de fe, de los movimientos de iglesia que hemos mencionado. En este quinto domingo del tiempo cuaresmal en el que la liturgia nos propone este año el episodio del evangelio en el que Jesús salva a una mujer adúltera de la condena de muerte, mientras está enseñando en el templo los escriba y los fariseos llevan ante Jesús a una mujer sorprendida en adulterio para la cual la ley de Moisés preveía la lapidación y con ello la muerte, estos hombre piden a Jesús que juzgue a la pecadora con la finalidad de ponerlo a prueba y impulsarlo a dar un paso en falso, la escena está cargada de dramatismo… de las palabras de Jesús depende la vida de esa persona pero también su propia vida de hecho los acusadores hipócritas fingen confiarle el juicio, mientras que en realidad es precisamente a él al que quieren acusar y juzgar, Jesús en cambio está lleno de gracia y de verdad él sabe lo que hay en el corazón de cada hombre de cada uno de nosotros lo que quiere Jesús es condenar al pecado pero salvar al pecador y desenmascarar la hipocresía. El evangelista san Juan pone de relieve un detalle; mientras los acusadores lo interrogan con insistencia, Jesús se inclina y se pone a escribir con el dedo en el suelo << San Agustín observa que el gesto muestra a cristo como el legislador divino, en efecto Dios escribió con su dedo en las tablas de piedra, Jesús por tanto es el legislador, es la justicia en persona. >> y le preguntan, ¿que podríamos hacer? ¿Cuál es la sentencia de Jesús? – Aquel de ustedes que este sin pecado, que le arroje la primera piedra- estas palabras están llenas de la fuerza de la verdad que desarma que derriba el muro de la hipocresía y abre las conciencias a una justicia mayor, la del amor en la consiste el cumplimiento pleno de todo precepto, es la justicia que salvo también a San Pablo transformándolo en Pablo. Jesús mira a aquellos hombres pero les mira el corazón, Jesús sabe quiénes son los acusadores, como sabe quiénes somos tu y yo, sabe lo que hay en el corazón del hombre; aquella mujer era una adultera quizás una pecadora pública, posiblemente alguno de ellos algo tuvo que ver con la mujer y ahora le acusa, Jesús le señala su pecado y por eso les reta – tiren la primera piedra si es que están puros- cuando los acusadores se fueron retirando uno tras otro comenzando por los más viejos, Jesús absuelve a la mujer, las piedras las suelta aquellos hombres. Hoy la invitación es a soltar nuestras piedras, seguramente en algún momento o en este momento en nuestras manos cargamos piedras de condena piedras con las cuales juzgamos al otro, las piedras de hablar mal de los demás, las piedras con las cuales pensamos mal del otro sin tener evidencias, las piedras para destruir al hermano.”

 “Pensemos siempre si estamos libres de culpa como para agredir, como para condenar, como para destruir… Jesús nos dice hoy – si lo estas, lanza la primera piedra- que esto nos ayude a soltarlas a deshacernos de esas piedras sin hacerle daño a los demás, Jesús absuelve a la mujer y seguramente puede absolver a aquel que en su mano ya estaba preparado para lapidar para masacrar y nos puede absolver a nosotros. Jesús al absolverla la introduce a una nueva vida orientada al bien – Tampoco yo te condeno, vete y en adelante no peques más- es la misma gracia que hará decir al apóstol << una cosa hago, olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que esté por delante, corriendo hacia la meta para alcanzar el premio al que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús>> Hermanos, Dios solo desea para nosotros el bien y la vida no nos obstinemos en hacer el mal y en hacernos el mal, el señor se ocupa de la salud de nuestra alma por medio de sus ministros liberándonos del mal especialmente con el sacramento de la reconciliación, ahí está el sacerdote confesando no perdamos la oportunidad, lo que quiere el señor es que nadie se pierda sino que todos podamos convertirnos. Que bien nos hace ser conscientes de que también nosotros somos pecadores cuando hablamos mal de los otros, todas estas cosas que nosotros conocemos bien y que bien nos hará tener el coraje de hacer caer en el suelo esas piedras que tenemos para arrojárselas a los demás y pensar antes en nuestros pocos o muchísimos pecados. Queridos hermanos y hermanas, esa mujer nos representa a todos nosotros porque todos somos pecadores adúlteros ante Dios, hemos deformado la gracia, traidores a su fidelidad, y su experiencia representa la voluntad de Dios para cada uno de nosotros, no nuestra condena sino nuestra salvación a través de Jesús, él es la gracia que salva del pecado y de la muerte, él ha escrito en la tierra en el polvo del que está hecho cada ser humano, la sentencia de Dios es: no quiero que tu mueras quiero que tú vivas, Dios no nos clava a nuestro pecado, no nos identifica con el mal que hemos cometido, tenemos un nombre y Dios no identifica a este nombre con el pecado que hemos cometido, Dios no nos estigmatiza a pesar de nuestra historia, a pesar del pecado más grave que hayamos cometido.”

“El papa dice que podemos ser pecadores pero no corruptos y es corrupto aquel que se obstina en su pecado, aquel que sistemáticamente y conscientemente hace el mal sobre todo cuando trasciende a otro hermano, tenemos un nombre y Dios no identifica ese nombre con el pecado, no te identifica a ti con lo que has hecho porque te ama, porque él nos quiere liberar y quiere también nosotros lo queramos con él, quiere que nuestra libertad se convierta del mal al bien y esto es posible pero solamente con su ayuda, solamente con su gracia, nunca yo solo. La sugerencia para esta semana es que busquemos después de hacer un serio examen de conciencia, acercarnos a la reconciliación ¿Qué hacer para dejarse cautivar por la misericordia, para superar el miedo a la confesión? Recordar que Dios es misericordioso y no es juez castigador, al hacer el examen de conciencia sería bueno que nos preguntásemos ¿cómo está mi relación con él, con el prójimo, con las cosas creadas y conmigo mismo? Y tras confesarlo será importante recordar el perdón de Dios, recordar la ternura, volver a buscar la paz y la libertad que hemos experimentado, porque este es corazón de la confesión y no los pecados que decimos o que tenemos temor en decir, sino el amor de Dios  que recibimos y que siempre necesitamos, sin embargo nos puede asaltar la duda y podemos decir << no sirve confesarse si siempre cometo los mismos pecados >> El señor ya lo sabe pero él insistirá ¿estamos también nosotros dispuestos a insistir? El señor nos conoce, sabe de nuestras luchas interiores que son muy duras, que somos débiles, que somos propensos a caer a menudo reincidiendo en ese mal que cada quien conocemos y nos propone recomenzar; él será el quien nos levantará y nos convertirá en creaturas nuevas como a la mujer adúltera. Entonces reprendamos el camino desde la confesión, devolvamos a este sacramento de la confesión el lugar que merece en nuestra vida y en la vida pastoral, en la vida familiar, inviten a sus hijos a la confesión como nuestras mamás y nuestras abuelas no solo nos invitaban, sino que nos acompañaban, hasta que ellas veían que nos acercábamos y esto nunca fue presión, fue un acto de amor para que valoráramos el inmenso amor de Dios. Pidamos la gracia de una mirada semejante a la de Jesús ante aquella mujer que no la condena, pero si le pide no pecar más, pidamos tener el enfoque cristiano de la vida donde antes que el pecado veamos con amor al pecador, donde antes que los errores veamos a quien se equivoca.”

Alentó a los feligreses diciendo: “Hermanos, estamos en un tiempo privilegiado, el año jubilar Mariano con motivo de los cincuenta años de ser patrona de nuestra diócesis de Querétaro nuestra señora de los dolores de Soriano, esta puerta santa de catedral y de las parroquias tiene el privilegio de poder otorgarnos y que nosotros ganemos la indulgencia plenaria, hagámoslo en estado de gracia, hagámoslo aceptando la invitación a la oración, hagámoslo solidarizándonos con el papa orando por él, profesando nuestra fe, hagámoslo abriendo el evangelio y meditando la palabra de Dios, hagámoslo con la conciencia de que eso es lo mejor para nosotros. Queridos hermanos, aprendamos del señor Jesús a no juzgar y a no condenar, a no condenar al prójimo, aprendamos a ser intransigentes con el pecado comenzando por el nuestro, por el tuyo, indulgentes con las personas, las demás no pueden ser como yo <<si es que tenemos algún mérito>>  Que nos ayude en esto la santa madre de Dios, que exenta de toda culpa, es mediadora de gracia para todo pecador arrepentido, dejemos que la misericordia de Dios se encuentre con nuestra miseria, dejemos que Dios haga su obra en este tiempo cuaresmal y en esta semana santa dejémonos sensibilizar por el dolor de Jesús que es amor a nosotros para que nosotros seamos salvados, que así sea.”

Al termino de la Celebración, Mons. Faustino, encargó a los movimientos diocesanos presentes, lo siguiente:              A la Adoración Nocturna, que ningún Sagrario se encuentre solo.                                                                                              A Legión de María, que promuevan la devoción del Santo Rosario a Ntra. Señora de los Dolores de Soriano, muy especialmente en este año Jubilar Mariano.                                                                                                                                    A los miembros del Movimiento Familiar Cristiano, defender e impulsar el derecho a la vida, en cualquiera de sus expresiones, e impartió la bendición a todos los asistentes.