Mirar el rostro del migrante nos enseña que todos somos hermanos

(CODIPACSQRO) El lunes 21 de julio, en la Casa Mota, se celebró II Encuentro Nacional de Representantes Legislativos y Líderes Migrantes, al que fue invitado el Sr. Obispo don Faustino Armendáriz Jiménez para hablar acerca de una preocupación humana y pastoral muy cercana al corazón de la Iglesia en general, y del pastor diocesano en particular: “¿Dónde está tu hermano? Trato humanitario a migrantes y transmigrantes”.
Mons. Armendáriz dijo ante los asis­ten­tes: “La dignidad de las personas no procede de su situación económica, de su filiación política, nivel educativo, pertenencia étnica, estatus migratorio o convic­ción religiosa. Todo ser humano, por el mismo hecho de ser persona, posee una dignidad tal que merece ser tratada con el máximo respeto”, valorando a cada migrante.

Rescatando frases usadas por el Secretario de Estado de Su Santidad, Card. Pietro Parolin, en el Coloquio sobre Migración y Desarrollo realizado el 14 de julio en la Ciudad de México dijo: “Si sabemos mirar el rostro de cada migrante ‘aprenderemos a encontrar una razón para afirmar que todos somos hermanos. En el fondo, aprenderemos a conocernos mejor nosotros mismos y surgirá el anhelo del cambio’”, calando fuertemente en los representantes de los medios de comunicación que cubrían el encuentro.

Ante más de 20 diputados locales y federales de la Comisión de Migrantes, monseñor Faustino enfatizó: “Señoras y señores: La búsqueda de las soluciones de las problemáticas de la migración requiere del impulso que dan las convicciones más profundas de la persona; requiere de la caridad. Esto debe ser causa de esperanza para nosotros pues, como nos lo enseña nuestra propia experiencia, cuando alguien querido tiene un problema, nuestra vista se agudiza, viendo posibles soluciones que quizá no habríamos identificado de otra manera, impulsándonos a comportarnos valientemente, con constancia, con intrepidez”.
El tema migratorio es de suma importancia en la pastoral social de la Iglesia en Querétaro, siendo que más de 200,000 queretanos se encuentran en el extranjero, y que por el territorio de la Diócesis de Querétaro circulan miles y miles de migrantes, tanto nacionales como extranjeros, princi­pal­mente de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Mons. Armendáriz también presentó los puntos de la declaración de la Doctrina Social de la Iglesia, mencionados en la carta pastoral de los obispos católicos de Estados Unidos y México: “Juntos en el camino de la esperanza: Ya no somos extranjeros, publicada en 2003”:

1. Las personas tienen el derecho de encontrar oportunidades en su tierra natal.
2. Las personas tienen el derecho de emigrar para mantenerse a sí mismas y a sus familias.
3. Los Estados soberanos poseen el derecho de controlar sus fronteras.
4. Debe protegerse a quienes busquen refugio y asilo.
5. Deben respetarse la dignidad y los derechos humanos de los migrantes indocumentados.

Concluyendo que “para los católicos, la cultura de la acogida y el encuentro no es algo extrínseco, secundario, estático, sino que es parte constitutiva de su fe”.

El Pbro. Aristeo Olvera Maqueda, coordinador de la Dimensión de Movilidad Humana de nuestra Diócesis participó en este encuentro, aportando datos, experiencias y ofreciendo soluciones no solo al problema migratorio, sino ante todo a la atención de la persona humana, para encontrar una agenda de colaboración efectiva en cuestiones migratorias.

La ponencia completa de Mons. Faustino Armendáriz puede ser consultada en: www.diocesisqro.org

Auxiliadora García Bellorín
Publicado en el semanario «Diócesis de Querétaro» el 27 de julio de 2014