MENSAJE DE AÑO NUEVO 2021 MONS. FIDENCIO LÓPEZ PLAZA, X OBISPO DE LA DIÓCESIS DE QUERÉTARO.

EL AÑO NUEVO EMPIEZA, LA VIDA NUEVA SERÁ UNA OPORTUNIDAD DE TODOS LOS DÍAS.

(MENSAJE DE AÑO NUEVO 2021).

Hermanas y hermanos.

Demos gracias a Dios por el año que termina, y demos gracias a Dios por el Año Nuevo que comienza. La vida nueva será una oportunidad para todos, todos los días.

  1. El tiempo como “Kronos” no puede detenerse, por gracia de Dios estamos en las últimas horas del año 2020, año marcado por el miedo, por grandes desafíos y por gran esperanza causada por la pandemia Covid 19. Ante esto tenemos necesidad de pedir perdón por nuestras debilidades y pecados, de dar gracias a Dios porque ha sido misericordioso con nosotros, y suplicar su bendición para el año que comienza. 
  1. Gracias a Dios, no solo tenemos al tiempo como Kronos, que nos exige tener en cuenta el reloj, el calendario y la agenda de cada día, tenemos también, gracias a Dios, el tiempo como un “Kairós”, en el que no cuentan tanto las horas que pasan, sino las oportunidades que Dios nos da todos los días para amar, para perdonar, para ser felices, para renovarnos, para crear y recrear la utopía de la tierra prometida y sobre todo, para descubrir que Dios es el protagonista de la historia en grande, y de nuestra propia historia. Sobre esto les comparto tres grandes desafíos que seguramente se nos presentarán en el año que comienza: 
  1. Primer desafío: Creer en la encarnación del Hijo de Dios. 

Ante el Anticristo, que niega que Jesús encarnado pueda ser el Cristo (1 Jn 2,22; cf. 2 Jn 7) san Juan nos previene acerca de lo fundamental de la Navidad y del Año Nuevo: Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Así san Juan nos advierte acerca de la tentación de ser cristianos demasiado “espirituales”, pero que se olvidan del compromiso con la historia y su manifestación más elemental: el amor fraterno.

  1. Segundo desafío: vivir el presente.

Al terminar un año y comenzar otro, nos sentimos obligados a tomar conciencia del momento presente, y desde allí ver el tiempo como un don y una oportunidad que Dios nos concede para pregustar la vida eterna. El hoy es lo mas parecido a la eternidad, mas aún, el «hoy» es la chispa de la eternidad. En el hoy se juega la vida eterna. El pasado ya no nos pertenece, el futuro aún no ha llegado, por eso el presente es siempre el “desafío”, que como tal, requiere de la chispa del amor, para vivir con pasión cada instante como una oportunidad y un don que Dios nos concede.

5.Tercer desafío: La vida es un proyecto.

El pasado es parte de nuestra historia y el futuro es el tiempo que comienza inmediatamente después de cada instante. El futuro es un tiempo para vivirse en la esperanza. El futuro sin ser real todavía, es una verdadera provocación para aprender a soñar. En este sentido hoy, puede reconstruirse el pasado y el futuro, siguiendo la estrella de Belén, recreando la utopía y convirtiendo en un verdadero proyecto de vida el año 2021 que estamos a punto de comenzar.

No olvidemos que Dios cuida de sus hijos y que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados.

Que divina providencia nos asiste en cada momento. Feliz año.

+ Mons. Fidencio López Plaza,

X Obispo de la Diócesis de Querétaro.