LXX ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN PONTIFICIA  DE  NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DE EL PUEBLITO.

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Templo de San Francisco de Asís,  Av. Corregidora, Col. Centro, Santiago de Qro. 17 de Octubre de 2016.

La tarde del día 17 de Octubre de 2016, en el  Templo de San Francisco, de esta Ciudad  Episcopal de Santiago de Querétaro, el  Vicario General, Mons. José Martín Lara Becerril, presidió la Solemne celebración Eucarística, con motivo del LXX Aniversario de la Coronación Pontificia  de la  Santísima Virgen, en su advocación de  Santa María del Pueblito, Patrona de los queretanos, de la Ciudad Episcopal de Santiago de Qro. y  de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, el Vicario General, exhortó a todos los fieles que asistieron a la  celebración diciendo:

Hermanos todo, el amor a la Madre de Jesús, hoy nos convoca para permanecer junto al corazón de su hijo, para tener este encuentro personal con Jesús, a través de esta Eucaristía” y en la homilía, Mons. Martín,  expresó:

 “Saludo a ustedes hermanos Franciscanos y en especial al Padre José Luis,  Guardián de este templo, queridos hermanos Seminaristas, hermanos  todos.

 En esta Santa Misa, hoy, es un día muy especial para nosotros los queretanos, porque recordamos un acontecimiento que sucedió  hace 70 años, por voluntad del Santo Padre, a la  imagen de la Virgen del Pueblito, se le  colocó la Corona de Gloria, donde los queretanos representados por nuestros Padres hace 70 años  la reconocimos como Reina y Patrona.

Después de 70 Años,  los hijo de  aquella generación que fue testigo histórico, hoy  nosotros nos reunimos por este acontecimiento lleno de gracia y bendición; es una bendición muy bonita,  aquí en la Cuidad de Querétaro,  que  la Virgen  en su advocación del Pueblito,  represente la vida,  la salud, representa la bendición de  Dios, y el signo más claro es  la lluvia, un signo claro de  que Dios por medio de la Virgen María sigue bendiciendo a su pueblo.

Dijo la Primer Lectura <El pueblo que caminaba en tinieblas vio una grande luz, y la luz que brillo para alumbrar al pueblo un hijo nos ha nacido,  el hijo de una Virgen>. Y  por eso, escuchamos nosotros en el Evangelio, esta, una ocasión tan extraordinaria que fue el principio histórico de nuestra salvación, cuando una doncella de Nazaret da a luz a su hijo, y el hijo de la Virgen María, Jesús de Nazaret, es el principio histórico de nuestra Salvación. La luz  completa brillo dentro de las tinieblas, para traer al hombre la salvación y, el medio ha sido precisamente la doncella  de Nazaret. 

A partir de ese momento  encontramos a Jesús en brazos  de su Madre,  encontramos a Jesús siempre al lado de su Madre, pero también encontramos a la Madre siempre al lado de su Hijo, y esta unión Madre e Hijo, Hijo y Madre,  serán inseparables en la obra de la redención.

Encontramos al hijo Jesús, llevando a cabo la obra de la redención y, a su lado precisamente  la Virgen María, cooperando de una manera activa en la  redención humana; por eso,  el amor que le tenemos a Jesús, siempre a su lado está el cariño a la Virgen María. Tanto así,  que  la Segunda Lectura nos ha dicho  de una manera muy clara, que: “La Virgen María,  es el modelo acabado de la Iglesia”  Que así,  como la iglesia alcanza su plenitud en el cielo,  este modelo  acabado de la iglesia precisamente es la Virgen María, porque ella, es la que ha sido elevada  al cielo en cuerpo y alma Purísima.  La Virgen María,  la que ha sido llevada al cielo, y Purísima,   es el modelo para toda  la Iglesia y según este modelo nosotros tenemos que alcanzar precisamente la salvación.

Hermanos todos, hace 70 años, en que,  esta  Ciudad Episcopal de manera especial,  se llenaba de alegría y gozo con la noticia del Santo Padre;  de que,  esta imagen podía  llevar la corona precisamente por mandato del Santo Padre, y un hecho verdaderamente alegre e histórico, cuando uno revisa, las crónicas, de que era un acontecimiento histórico. Verdaderamente son  esperanzadoras, que nos llena de mucha fe y de reconocimiento a la Virgen María en la advocación del Pueblito.

  Hoy nosotros nos alegramos igualmente por este acontecimiento histórico, hoy nosotros, fijamos nuestros ojos en esta imagen bendita.  Y por qué, si el Santo Padre permitió que esta imagen se Coronara con esta Corona Pontifica,  es porque detrás de ella   había un caudal de fe, detrás de ella había innumerables devotos, que clamaban a Dios por este acontecimiento.

 Y desde  hace 70 años para acá, ciertamente la Virgen María, en su advocación del Pueblito  ha representado para los queretanos un caudal de gracia, de fe, de vida espiritual; tanto así,  que nuestro Pastor Diocesano, ha dicho que esta imagen de la Virgen del Pueblito es “La  Virgen Protectora del Obispado”.

Por eso, hermanos todos, hoy en este día quiero invitarles  a que nosotros alcemos nuestros ojos para contemplar esa imagen bendita y vean que bonita es la imagen de la Virgen del Pueblito. Está la Virgen y en sus brazos, a un lado de ella, está su Hijo Jesús. Porque desde el principio de la Historia de Salvación así ha sido.  

Y a la Virgen la vemos Coronada de Gloria, la vemos Coronada  de todo el esplendor de la Gloria, porque ella es el modelo para nosotros,  es  el modelo de  la Iglesia, y por eso,  cada católico hemos de vivir una vida verdaderamente  resucitada y gloriosa, ¿cómo vamos a llegar  a la salvación final?, -haciendo lo que la Virgen hizo-  estar a un lado de su hijo Jesús, ¿Cómo vamos a alcanzar nosotros la salvación? -estando a un lado del hijo la Virgen María-, estando a un lado de ella, la Virgen María”.

Por eso,  hoy hermanos,  todos que recordamos este acontecimiento tan grandioso y tan bonito, quiero invitarles a todos ustedes a que hoy tengamos nosotros la intención del corazón,  tengamos la intención de nuestra vida,   de poner sobre la cabeza de María , esta Corona de  Gloria que el Santo Padre ha dicho que  se le podía colocar, que cada quien desde su corazón diga a la Virgen,  te vamos a poner esta corona material, te vamos a poner esta corona  que  representa nuestro amor, que  representa nuestra devoción, que  representa el amor que nosotros  le tenemos a tu hijo  se lo vamos a expresar coronando a la Madre.

Y,  que cuando hagamos nosotros este gesto espiritual de  ponerle la corona a la Virgen, le digamos a la Virgen María, esa frase que siempre decimos nosotros cuando la coronamos: “Que  así como  hoy eres coronado por nosotros en la tierra, seamos un día coronados por ti en el cielo”,  cuando  la Iglesia; cuando cada católico  llegue a la Gloria del Cielo siguiendo el modelo de  la Virgen María”.

Por eso, hermanos todos, después de esta celebración Eucarística, que día con día crezca nuestro amor a la Virgen María,  ¿Cómo? rezando el Rosario, que cada familia se acostumbre a rezar el rosario diario,  que cada uno de nosotros al levantarnos y abrir nuestros ojos pronunciemos el Ave María,  que nos acostumbremos  a media mañana esa tradición tan bonita que existía en nuestro pueblo  católico de rezar el  Ángelus,  que en la tarde nos  acostumbremos siempre a hacer la consagración a la Virgen María,  que día con día crezca  este cariño y estas manifestaciones tan bonitas que tenemos el pueblo  católico, de un amor  profundamente espiritual a  la  Virgen María, la Madre de Jesús..

Hermanos todos, que a estos 70 años de Coronación de la Virgen María, en  nosotros los católicos de hoy, crezca el amor y crezca el fervor, y crezca también las manifestaciones de amor a la Virgen María, todos estos días se han escuchado y visto las manifestaciones de alegría y de fe, que nunca perdamos esto, que nunca perdamos este corazón Católico y Mariano que tiene el pueblo de Querétaro, que nunca perdamos el amor a la Virgen María en su advocación  del Pueblito.

Que el Señor bendiga todas nuestras familias, que la Virgen María en su advocación del Pueblito, siga siendo la intercesora de la vida, desde su concepción hasta el momento de la muerte natural, que la Virgen María siga bendiciendo a nuestras familias y, que nuestras familias, tan lastimadas en estos días, bajo la protección de la Virgen María, siga siendo familias unidas con un corazón Mariano,  y siguiendo el  ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret. Concluyó,  Mons. Martín.

Al término de la celebración, el Vicario General de nuestra Diócesis de Querétaro, invito a  todos los presentes  a  consagrarse  a la Virgen  Santísima del Pueblito,  a consagrar también a sus familias, a  toda la Diócesis de Querétaro, y con la bendición de Dios ,  entre cantos  Marianos,  concluyó la Santa Misa.