La familia: célula vital

En nuestros días la familia se ve lastimada por innumerables ataques que hacen que, lo que la sociología ha llamado “célula vital de la sociedad”, se enferme afectando no solo a las personas, sino a la comunidad misma, recordemos la expresión a “familias fuertes, sociedad fuerte”, y al minarse la familia, por la mentalidad divorcista, las uniones libres, los intentos por paragonar las sociedades de convivencia como matrimonios, los atentados contra la vida, a partir de la mentalidad antinatalista, el aborto, los anticonceptivos, eugenesia, eutanasia, etc., se va debilitando la sociedad.

Sigue haciendo estragos el relativismo moral y el gris pragmatismo, que incansablemente el Papa Benedicto XVI a denunciado. Se pretende acusar a la Iglesia de anticuada y oscurantista, poco moderna y vanguardista, cuando no se ajusta a esta mentalidad que pretende relativizar la familia, el matrimonio y la vida, sacrificando su esencia y sus principios.

No podemos creer que ser moderno consiste en sacrificar los principios universales, para dar paso a concepciones equivocadas de la familia: de su origen (la unión de un hombre y una mujer que por amor deciden constituir por el matrimonio, con todos sus elementos, la comunidad íntima de vida y amor) y de sus fines (el amor conyugal y la transmisión de la vida).

Es loable el esfuerzo de celebrar el Día de la Familia en México, desde el 2005, el primer domingo de marzo; es la oportunidad de unirnos sociedad civil, iniciativa privada, iglesia y gobierno para tomar conciencia de cómo la familia es el núcleo de la sociedad y salvaguardar su valores. Que este próximo 3 de marzo sea una auténtica fiesta nacional en donde a la familia se le devuelva se esencia

Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega