FIESTA PATRONAL Y PRIMERAS COMUNIONES, San José, El Alto.

San José, El Alto, Qro. 19 de Marzo de 2017.

El día 19 de Marzo de 2017, la comunidad parroquial de San José, ubicada en la Col. San José,  El Alto, Qro.  celebró  la fiesta en honor a su Santo Patrono San José, la celebración Eucarística fue presidida por el Pbro. Jorge Ramírez Casas, Presidente de la Comisión Diocesana para las Vocaciones y Ministerios, el Sr. Cura, David López Buenrostro,  concelebro la Santa Misa; cabe mencionar que dentro de la celebración, 80 niños y niñas,   después de haberse preparado, por casi un año con la catequesis pre sacramental  adecuada,   recibieron su  Primera Comunión, acompañados por sus Padrinos,  papás, amigos y familiares,  así mismo, antes de impartir la bendición el  Pbro. Jorge y el Sr. Cura, Pbro. David,    hicieron entrega de  la Cruz Vocacional, a 10 familias de diferentes comunidades pertenecientes a la parroquia. En la homilía el Padre  Jorge, les compartió:

“Con mucha alegría celebramos  esta Eucaristía, y siempre que celebramos una Eucaristía es para dar gracias a Dios, celebrar la Eucaristía es descubrir o darnos cuenta,  que Dios  esta con nosotros, cuando tú te das cuenta de que Dios está en tu historia, en tu historia de  vida,  de  tus situación y acontecimientos que vas viviendo,  el corazón se mueve,  para ir a agradecer  por su presencia de  Cristo,  y por eso vamos a Misa porque descubrimos que Dios, está presente  con nosotros a través de su Hijo Jesús.

 Sin embargo hay momentos y acontecimientos en los que nos es  más fácil descubrir la presencia  de Dios con nosotros, siempre esta con  nosotros, pero hay situaciones en las  que decimos, si es cierto, ¡Dios está con nosotros,  y con mi familia!

Como yo creo que les sucede a ustedes ahorita, me imagino que estos  pequeños que van a hacer su Primera Comunión y ustedes papás y padrinos, y toda esta comunidad que celebra a San José,  se dan cuenta de una manera más palpable que Dios esta con ustedes.

Me imagino por ejemplo los Papás de estos pequeñitos,  yo  creo que hoy viene a su mente  desde que Dios los bendijo a ustedes como papás,  y  les dieron la noticia  que estaban embarazados,  y luego como fueron pasando esos 9 meses,  hasta que nació este pequeñito o esta pequeñita,  como fue creciendo, se bautizó  etc.  Y ahora, ya los ven de 8 o 10 añitos  y  se dan cuenta  que allí está presente en su vida, en  una historia de vida muy concreta.

Y estos  pequeñitos, yo me imagino que han de estar muy  contentos, alegres  porque por primera vez van a recibir al Señor Jesucristo, por primera vez  de muchas, van a ir acercándose  a Jesús Eucaristía, y estos  niños están contentos tan solo por el hecho de que hoy sus papás están aquí,  y más de alguno de sus papás van a comulgar.

Y me imagino  que han de estar contentos  porque también hoy  ven a sus padrinos y  que también van a comulgar,  y me imagino que están contentos porque va haber mole,  y por todo lo que hay,  o sea,  hay muchas situaciones para estar contentos, para estar alegres, eso es darse cuenta  de que Dios está con nosotros y por eso estamos celebrando la Sagrada Eucaristía.

Por eso llenos de alegría  y  llenos de Gozo,  y más que cayó en domingo  la  celebración de su  Santo Patrono,  San José,  que es el protector de toda  la Iglesia,  San José con una tarea  de cuidar al hijo de Dios.

En el texto de  San José, cuando José, en sueños pensaba dejar a María, y el ángel de dice  no dudes, y tú le vas a poner  el nombre de Jesús,  porque “él salvara su pueblo”, allí está escrito en esta parte el destino de San José,  tú le pondrás el nombre, solo el papá puede darle el nombre a un hijo,  nadie más,   le  encomienda esto de ponerle el nombre  de Jesús, porque él salvara  a su pueblo.

El Señor San José, es protector,  y también es patrono de la Vocaciones, por eso me da mucho gusto  que, el padre David,  me invitara para entregarles al final la Cruz Vocacional,  que es para pedir por nuestra vocación, por ustedes que ya están casados, por los  Sacerdotes, por los que están en etapa de noviazgo y  le piensen bien que es lo que  Dios quiere de nuestra vida,  y que allí en esa vocación vamos a encontrar  la felicidad,  allí donde estamos.

 Tenemos muchos motivos para agradecer  y para bendecir a Dios,  en este día,  yo  los quiero invitar a   fijarnos  en tres cosas, que es  como el resumen, porque,  está  el  Evangelio de la Samaritana, está  de fiesta por su Primera Comunión, está la Cruz Vocacional,  y  son   tres cositas que creo nos pueden ayudar   para nuestra vida.

La 1ª.- Pedirle a Dios que nos bendiga, y nosotros bendecir, escuchamos  desde la  primera   lectura como Moisés va con Dios y le dice:  “tu pueblo ya no me quiere, y ya madamas falta que lo apedree” -porque Moisés salvo al Pueblo de  Egipto-  y entonces el pueblo le reclama “para que nos sacaste de Egipto,  allá siquiera  teníamos  algo que comer y que beber, vamos en el desierto y no tenemos nada” y le reclama el pueblo a Moisés,  y Moisés -le dice a Dios-, “me están reclamando” y Dios -le dice a Moisés-, “ve al monte y de allí en el desierto  y hay una piedra y de allí va  a brotar agua y se va a llamar Meriba”, (donde brota el agua),  es una bendición para un momento complicado  el pueblo estaba muriéndose y Dios lo bendice le da  el agua que necesita.

Luego escuchamos en el Evangelio,  como la Samaritana, -los samaritanos  y los judíos no pueden verse- y   Jesús le  enseña a la Samaritana y a los discípulos,   que él ha venido para entablar un diálogo con todos y en lugar de maldecir o rechazar,  se acerca y le pide agua, y él le ofrece agua viva.

Yo creo que hoy celebramos de esta Misa y de manera especial estos pequeñitos que van a comulgar, y todos los que estamos aquí y  tenemos que aprender  que Dios nos está llamando a bendecir, a veces en la vida nos va mal y  podemos  reclamar y podemos pelearnos, pero Dios no abandona  y siempre está presente y  entra en tu historia cuando tu decidas y hay que acercarse a él.

Por eso  pequeñitos hoy que van a hacer su Primera Comunión,  les pido que esta Primera Comunión,  la ofrezcan por lo que más  necesita su familia, y normalmente cuando los pequeños hacen su Primera Comunión, cuando  se confiesan, -luego yo les pregunto- ¿haber vas a comulgar?,  ¿por quien quisieras ofrecer tu Primera Comunión?, y -ello dicen- Padre la quisiera ofrecer por mis papas para que ya no se peleen, o la  quiero ofrecer por mi abuelita que está enferma, o la quiero ofrecer por mi hermano,  para que deje de tomar, cada quien tiene una historia.

Por eso quiero pedirles que en esta Primera Comunión, la ofrezcan por lo que  ustedes crean que necesita su familia, la bendición más grande para su familia, lo que  ustedes sientan que necesitan.

Y lo primero que tenemos que hacer,  es pedirle a Dios que nos bendiga y nosotros también bendecir; y papás y niños no hay que maldecir,  no hay que desearle mal a los demás, hay que bendecirles  y hay que cambian nuestro lenguaje,   en lugar de desearles mal y en lugar de apedrearlos, vamos a dialogar, en lugar de  rechazar como los  Judíos a los Samaritanos, vamos a dialogar, vamos a bendecir, vamos a crear un ambiente  de armonía  de Paz.

Entonces, lo primero la bendición,   lo segundo:  La protección, San José es el  modelo de todo protector,  San José protegió a María  de hecho ya ven que dice el Evangelio que “San José  siendo  hombre justo  quería dejar en secreto a María “, para que no  le dieran muerte a María, y cuando el Ángel le dijo:  él es tu hijo,  se queda con María y  luego le avisa, es que tienen que huir  porque hay alguien que quiere matar a Jesús, y tienes que ir a Egipto, y después le dice tienes que regresar, y después  van a Jerusalén y se le pierde el niño, José siempre estuvo protegiendo a Jesús, a su Hijo y José es el modelo de todo protector.

Ustedes que están  consagrados en esta comunidad a  San José,  tienen al más grande  protector de toda la Iglesia,  y triste seria que teniendo al  protector más grande, entre ustedes no se protejan, porque  tienen a ese modelo de protector, y que triste seria eso, y que en lugar de protegernos nos pongamos  el pie para que tropecemos, y por eso, quiero invitarles a que se  protejan, por supuesto pedir la protección de Dios,  del Señor San José, pero entre nosotros hay que protegernos  y papás protejan  estos niños.

Hoy, van a comulgar por primera vez, y  ustedes papás y padrinos, depende mucho que ellos sigan comulgando, se sigan acercando, cuídenlos, protéjanlos,  no los desamparen, no los descuiden,  yo creo que hoy en conciencia,  si no los han  protegido o si no han estado con ellos, hoy es un gran día  y decir Señor perdóname y pedir perdón  a sus hijos y decirles, quiero estar contigo, porque José  protegió  a su hijo, y hoy de manera especial papás y padrinos a estos niños.

Entonces lo Segundo es Protección, y lo Tercero:   es pedir a Dios que nos de la paz, en la segunda lectura escuchamos eso,  pedirle a Dios que nos de la Paz, y que estemos en paz,  Jesús al entrar en  dialogo con la Samaritana, parecía un ambiente  tenso, porque un Judío no puede dialogar con un Samaritano,  y más con una mujer  sus discípulos hasta se extrañan con lo que está pasando, pero Jesús,  cambio este ambiente tenso por un ambiente de paz,  la Samaritana se da cuenta de que es un profeta, regresa a Samaria y les dice  a los demás,  “he encontrado a un profeta que me ha dicho todo  lo he hecho”, y dice el  texto que la gente le pedía a Jesús que se quedará y se quedó dos días,  porque donde Jesús  está, crea un ambiente de armonía y de paz, y es lo que dice la primera lectura.

Que vivamos en Paz,  pues yo me imagino que hoy es un día de paz, porque la Comunión siempre da paz,  porque ustedes papás y  padrinos, sí pueden comulgar, sí se confesaron y sí están en las condiciones necesarias, y esto le va a dar paz.

De hecho cuando uno se confianza, el padre dice, “que Dios te de la su perdón y paz”, hoy no pierdan esta paz,  hay que cuidar  la paz este día que Dios les ha concedido, entonces le pedimos  a Dios que nos bendiga, segundo que nos proteja y tercero que nos de la paz. Y entre nosotros también bendecirnos, protegernos y estar en paz.”

Al término de la Misa, el sr. Cura, agradeció al Pbro. Jorge su presencia en medio de la comunidad Parroquial, le brindaron un fuerte aplauso y se tomaron la foto del recuerdo.