FIESTA PATRONAL, PARROQUIA MISTERIO DE PENTECOSTÉS.

 Av. Ingenieros No. 201 esq. Cimatario, Col. Palmas, El Marques, Santiago de Querétaro, Qro. 5 de junio de 2017.

 

En la Parroquia del Misterio de Pentecostés, ubicada en la colonia el Marques, perteneciente al Decanato de Santiago, el domingo 5 de junio de 2017. Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió,  la Sagrada Eucaristía, con motivo de la Fiesta Patronal en la  Solemnidad de Pentecostés. Concelebraron el Párroco Nuyin Aguilar de Paz y el Vicario Pbro. Rubén Pacheco Martínez.

Saludó con mucho afecto y deseando la Paz a todos los fieles laicos presentes. Y en su homilía, Mons. Faustino, dijo al respecto:

«Queridos hermanos me da mucho gusto que sigan caminando como comunidad y en misión evangelizadora, ustedes junto con sus Pastores deben ser el ejemplo para la juventud y niñez de esta Parroquia».

«Debemos mantener viva la llama de amor y de fe, que tenemos en nosotros, esa llama del Espíritu Santo, que nuestro buen Dios ha querido regalarnos, y las lecturas de este día nos hacen reflexionar sobre esta gran fiesta Solemne de Pentecostés que hoy celebramos. Los pasajes de la escritura nos hacen recordar a la Iglesia Primitiva Cristiana, que estando reunidos junto con María la Madre de Jesús, el Espíritu Santo descendió sobre  cada uno de los Apóstoles presentes y por supuesto también sobre La Virgen María, quien siempre estuvo acompañando a los discípulos del Señor, hasta el día de su gloriosa Asunción a los cielos. (cfr. CMD 1950)»

 «Seamos como los apóstoles, quienes después de haber recibido el Espíritu santo, ya no se sentían seguros dentro de las cuatro paredes en las que se encontraban por miedo a los judíos, miedo al ser señalados como seguidores de Cristo, de ese Cristo muerto en la cruz, 53 días atrás, ahora todo es y será diferente, Dios al soplar sobre ellos el Espíritu Santo, renueva todo dentro de ellos, renueva su fe, renueva su amor y renueva su compromiso de anunciar a Jesús resucitado y ahora se sienten seguros en los caminos, en las ciudades  anunciando todo y cuanto vieron que su Maestro realizaba y predicaba, ahora entienden que son Misioneros del evangelio que nuestro Señor les inculco… ¡ayudar al prójimo a ser servidor de los demás!.»

Concluyó alentando a los fieles reunidos, diciendo: «Tengamos la devoción de acercarnos al sacramento de la reconciliación, para poder comulgar el cuerpo místico de Cristo en la Santa Misa. Queridos hermanos, alimentémonos del verdadero pan bajado del cielo y que diariamente nos acerquemos a ponernos de rodillas ante él, que se encuentra en el Sagrario, cuando sintamos desfallecer ante las tribulaciones de la vida, no dudemos en pedirle que llene los corazones de sus fieles e infunda en ellos el fuego de su divino amor, así sea.»

Al termino de la Santa Misa, Mons. Faustino impartió la bendición a todos los ahí presentes, quienes agradecidos por su visita, lo despidieron en medio de cantos y en un ambiente de fraternidad.