DESDE LA CEM: Mensaje sobre el día mundial del Refugiado.

Mensaje sobre el día mundial del Refugiado


Ciudad de México a 19 de junio de 2019

 

Mensaje sobre el día mundial del Refugiado

A los migrantes y solicitantes de refugio.

A los Señores Cardenales, Arzobispos, Obispos.

A los directores de albergues y centros de atención para migrantes. A los agentes de pastoral de movilidad.

A todas las personas de buena voluntad.

“No se trata sólo de migrantes, también se trata de nuestros miedos. La maldad y la fealdad de nuestro tiempo acrecienta «nuestro miedo a los “otros”, a los desconocidos, a los marginados, a los forasteros”. Con estas palabras tomadas del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado del 2019, pensamos en los 258 millones de personas que viven fuera de sus países de origen y que emigran por diversas razones con las cuales buscan protección y la oportunidad de una nueva vida para sí mismos y los suyos pueda ser una realidad.

Sabemos que las políticas migratorias vigentes en nuestro país, ante la crisis que se vive en relación al creciente número de migrantes que en grandes caravanas o en pequeños grupos intentan cruzar el territorio nacional y de los cuales, muchos, sabiéndolo o no, son candidatos para solicitar refugio y asilo, tanto en México como en los Estados Unidos, ésta solicitud se ha convertido también en un viacrucis para los migrantes, se ha cargado de candados y requisitos que retardan su resolución.

Acoger, proteger, promover e integrar, son los cuatro verbos que el Santo Padre ha presentado como líneas de acción para asistir a los migrantes y solicitantes de refugio y asilo, la migración no podemos verla como un problema, sino como una oportunidad, es evidente que la falta de un sistema de coordinación de la migración que se base en los derechos humanos en el ámbito mundial, regional y nacional esta creando una crisis de derechos humanos para los migrantes haciéndolos cada vez más vulnerables, puesto que pos su situación irregular, viven y trabajan clandestinamente, con miedo a quejarse ante el abuso que muchas veces sufren por prestadores de servicios, empleadores e incluso por agresiones en la sociedad civil.

Este 20 de junio, Día Mundial de Refugiado, es para la iglesia una oportunidad para levantar la voz en favor de los que no tienen voz e instar a los gobiernos a desarrollar acciones que puedan favorecer a agilizar los tramites ante el proceso de asilo, así como velar por los derechos humanos de los migrantes en general, siguiendo las recomendaciones del Santo Padre.

Padre, desechar la <<“globalización de la indiferencia”. En este escenario, las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata, se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales.>> (mensaje jornada mundial del migrante 2019).

Una estrategia migratoria que pueda ir más allá de la imposición de aranceles que origine como respuesta inmediata la militarización de las fronteras o levantamiento de muros humanos, tiene que estar basada en los derechos humanos y debe situar al migrante en el centro de las medidas políticas y de mejores condiciones para una migración ordenada y segura, prestando especial atención en los grupos marginados que engrosan las caravanas y quienes son los que con falsas esperanzas y seguramente con intereses personales, mueven estos grandes contingentes, aun así, hay que tomar muy en cuenta a los desfavorecidos por su propia condición de vulnerabilidad y por el engaño al cual pudieran haber sido sometidos.

La Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana quiere ser esa voz profética que desde la Comisión Episcopal de Pastoral Social se levanta a favor de los migrantes y refugiados que están en proceso administrativo, acompañados espiritual y moralmente por los que han logrado un proceso de refugio y asilo para alentar a los que aun están en el mismo proceso para que no pierdan la esperanza de poder lograr su cometido y los exhortamos a colaborar con las autoridades correspondientes.

Encomendamos a la Santísima Virgen María a todos y cada uno de los migrantes y solicitantes de refugio rogando por que logren poder hacer realidad el sueño de una mejor vida u desarrollo personal y familiar.

+José Guadalupe Torres Campos

Obispo de Ciudad Juarez

Encargado de la DEPMH