DESDE LA CEM: Mensaje a los asistente de la 12ª Asamblea Nacional de catequistas.

SALUDO A LOS CATEQUISTAS DE MÉXICO

¡Alégrense!, hermanos catequista de México, «alégrense, el Señor está con ustedes». (Cfr.Lc.1,28).

Con el saludo con el que ángel Gabriel saludo a la Santísima Virgen, les saludo a ustedes hermanos y amados  catequistas de México. Les saludo con veneración y con respeto, porque ustedes representan la memoria de nuestro pueblo cristiano y  guadalupano. Sé que han venido a esta 12ª Asamblea Nacional de catequistas con la conciencia clara de los grandes desafíos que enfrentamos, y por eso, con la esperanza y el coraje profético que se requiere,  para ser fieles colaboradores  de nuestros Obispos  en el proyecto nacional de pastoral, y responder a lo que el Documento de Aparecida y el  Magisterio de la Iglesia nos están pidiendo: «Un nuevo paradigma de la catequesis como, una de las grandes conversiones pastorales de nuestra Iglesia». (Celam. Doc.195 n.38).Hemos pasado de una «situación de cristiandad» en la que se «nacía»  cristiano, a una «situación de misión». Hoy es urgente y es preciso, pasar de lo heredado a lo propuesto, de la repetición a la creatividad evangélica, y del mantenimiento al engendramiento. Así responderemos  al desafío de la  nueva evangelización, a la que hemos sido reiteradamente convocados», (DA.287). Consideramos que este desafío, lo podemos  enfrentar solo con catequistas ungidos y enviados por el Espíritu Santo,   y entre otras cosas, con catequistas con la marca de la alegría,  con la marca de la misericordia y con la marca de la familia como catequista alegre y misericordiosa.

CATEQUISTAS CON LA MARCA DE LA ALEGRIA.

Parafraseando al Papa Francisco en su mensaje a la vida consagrada,   yo también  «Quería decirles una palabra, y la palabra era alegría. Siempre, donde están los catequistas, siempre hay alegría». Los conozco cargados de esperanza en lo próspero y en lo adverso, los conozco sonriendo en la salud y en la enfermedad,  los conozco como hombres y mujeres consumiéndose gozosos en la fidelidad al servicio que Dios les ha confiado.  ¡Alégrense! hermanos catequista de México, «alégrense el Señor está con ustedes». (Cfr.Lc.1, 28).  Por eso ustedes hermanos  catequistas son los primeros invitados por el Papa Francisco,  a  salir y a poner en marcha una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría. (Cfr.EG.1).

CATEQUISTAS CON LA MARCA DE LA MISERICORDIA.

En hebreo  existen tres palabras que nos ayudan a comprender, algo sobre la enorme riqueza  de esta palabra: Inclinarse, mirar y compadecer (hesed). La palabra misericordia quiere decir justamente eso, tener la capacidad de inclinarse, de mirar, y poner el corazón en la miseria y la desdicha de nuestros hermanos. Así es Dios con nosotros, es un Dios que se “agacha”, que se “abaja”, y que se “humilla”; es un Dios que se inclina delante de nosotros para servirnos  y  para enseñarnos que lo más importante no es situarse uno por encima de los otros y dominarlos, sino hacernos todos, servidores de todos. La misericordia, «Es una palabra que desborda, su propio contenido y una manera de trascender el tiempo y el espacio, para introducirlo todo en el misterio eterno del amor». Por eso ustedes hermanos  catequistas, son los primeros invitados por el Papa Francisco,  a  salir y a poner en marcha una nueva etapa evangelizadora marcada por la misericordia. (Cfr.MV 7).

CATEQUISTAS CON LA MARCA DE LA FAMILIA.

Nuestros Obispos decían en puebla citando al Papa san J. Pablo II en forma bella y profunda: «La familia es imagen de Dios que  en su misterio más íntimo, no es una soledad sino familia», pues lleva en sí mismo la paternidad, la filiación y la esencia de la familia que es amor; este «Amor», en la familia divina es el Espíritu Santo». Esta hermosa afirmación,  le viene a poner la marca divina a la familia alegre y misericordiosa,  pues la Santísima Trinidad realza de manera infinita aquello que entrevemos  en nuestra experiencia de la  familia humana.

Esta es la familia que subsiste Como telón de fondo,  y como hilo conductor de nuestra 12ª Asamblea Nacional de catequistas. Esta es la familia,  catequista de la misericordia, que Dios, el Magisterio Iglesia y la realidad, hoy  nos están pidiendo como respuesta de fe. Por eso ustedes hermanos  catequistas, son los primeros invitados por el Papa Francisco,  a  salir y a poner en marcha una nueva etapa evangelizadora marcada por la misericordia. (Cfr. AL. Cap,8).

¡Alégrense!, hermanos catequista de México, «alégrense, el Señor esta con ustedes». (Cfr.Lc.1, 28).

 

Cordialmente