DEDICACIÓN DEL TEMPLO DEL SEÑOR DE LA COLUMNA.

Derramadero de Charcas, Dr. Mora, Gto., 01 de septiembre de 2019.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Diócesis de Querétaro, el día 1º. de septiembre de 2019, presidio la Santa Misa, en la cual se hizo la Dedicación del Templo del Señor de la Columna, ubicado en la comunidad del Derramadero de Charcas, Dr. Mora, Gto., perteneciente a la Parroquia del Divino Salvador, concelebro esta Sagrada Eucaristía el Pbro. Cesar Mexicano Moncada, Párroco de esta comunidad, Pbro. José Luis López Gutiérrez y Pbro. Rolando Olvera.

Al inicio de la celebración Mons. Faustino les dijo: “La construcción en el año de 1949, siendo Párroco en ese entonces el Pbro. Alfonso Lira Nieto, quién con la ayuda de la comunidad logro hasta la etapa de las bóvedas; desde entonces y hasta el año de 2014 permaneció estática la construcción, y fue, con el impulso de nuestro Párroco, el Pbro. César Mexicano Moncada, que continuaron los trabajos, colocando el piso de laja en el atrio, se construyó el foro, los sanitarios, se implementaron barandales, una bodega y finalmente, en este año para consolidar el trabajo material y poder realizar la Consagración de nuestra capilla, se procedió con algunas remodelaciones como la construcción de un nuevo retablo, se colocó el piso de mármol, se construyó la cúpula, se adecuaron las sacristías, se implementó la iluminación nueva, además de adquirir un altar y un ambón de mármol nuevos, gracias al apoyo de nuestro Párroco y la fe de nuestra Iglesia fue posible culminar y ver realizado todo este esfuerzo implementado.

En el momento de la Homilía Mons. Faustino les competió diciendo: “Muy queridos hermanos de esta comunidad, en este templo donde veneran al Señor de la Columna, saludo a todos ustedes miembros de esta parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, al Señor Cura el padre César, al Vicario Parroquial, el Padre Neftalí, a los sacerdotes que hoy nos acompañan en la Dedicación de un Templo, de un altar para gloria de Dios. Así lo decíamos en la oración inicial, un templo en el cual Dios derrama sus bendiciones, donde venimos a escuchar la Palabra de Dios y dónde venimos a vivir el encuentro con Cristo a través de los sacramentos.

Este templo ya concluido tiene su historia; en este templo a lo largo de esta historia se a transmitido la fe, de tal manera que es un lugar de culto donde se han celebrado los misterios santos de Cristo muerto y resucitado, donde se ha enseñado la catequesis, donde se han administrado los sacramentos, donde se ha proclamado la Palabra de Dios, donde se ha celebrado la Eucaristía, y seguramente los adultos y los adultos mayores tienen su recuerdo sobre su educación en la fe, donde sus padres, sus abuelos los traían para recibir la formación y agradecidos con los y las catequistas de nuestro tiempo, nos encontramos en un encuentro fraternal con un mismo interés de conocer más a Dios; a lo largo de la historia desde el primer Señor Cura de  esta comunidad parroquial que inicio estos muros a una cierta altura que ahora ustedes concluyen con la dirección del sacerdote, de este hermoso templo, puedo decir que han recorrido un camino y en cada una de esas piedras han plasmado la fe de esta comunidad.

Sin duda la historia la van a contar cada uno de ustedes, pero también seguramente la han vivido en una experiencia de fe que se tiene que seguir acrecentando, y se tiene que seguirse acrecentando a través de la responsabilidad que tenemos como bautizados, para ir cultivando aquellas virtudes que tenemos que transmitir a los hijos, a las nuevas generaciones.

Ser superado en su respeto a las cosas de Dios, se de su crecimiento en la fe, por eso les animo a continuar adelante, a seguir amando a Dios, a seguir visitando el Santísimo Sacramento, a continuar haciendo todo lo que necesitamos  para ser mejores hijos de Dios y mejores ciudadanos en una sociedad en la cual vivimos tantas situaciones que nos desafían, que intentan arrebatar nuestra fe, que intentan hacer que nuestros jóvenes y nuestros niños se vayan separando de estos caminos; sin embargo cuando la fe se tiene arraigada en el corazón ninguno de estos retos puede hacer mella de tal manera que esta comunidad se considere siempre una comunidad en crecimiento en su fe cristiana católica.

Y esta fe la vamos profundizando a través de la Palabra de Dios como sucedió hoy en la oración y en las lecturas y especialmente en la Palabra del Señor, que siempre nos reta, nos desafía. Hoy nos habla de la humildad, nos habla de esa humildad que Dios quiere sembrar en sus discípulos y en nosotros, como la realidad humana de querer ser mejor que el otro, a veces los caminos equivocados y las actitudes de envidia porque el otro está en un mejor nivel social, o tiene más recursos o cualquier circunstancia que haga que exista esa ruptura entre hermanos. Hoy Jesús nos dice:, “el camino no es ese, el que quiera ser el primero sea el último y el servidor de todos”.

Esta mañana el Papa al hablar de este pasaje del Evangelio, decía que el Señor nos invita a un banquete y en un banquete no puede estar con Cristo el que fue el último y servidor de todos hasta subir a la cruz, aquel que se cree más que los demás;  sino que pueden estar solamente los hijos de Dios que escuchan el consejo   de Jesús, y todavía más, nos dice: “que quien se sienta en esa mesa recuerden cuidar ese puente que Jesús pone entre la tierra y el cielo”, porque cuando tomamos estas actitudes de no creernos más que los demás, de ayudar al otro, de ser hijos de Dios, donde todos nos tenemos que respetar, de alguna manera tenemos garantizado ese camino hacia el cielo, porque la salvación se gana con obras, no es un privilegio de nadie.

En segundo lugar Jesús nos habla de la gratuidad, fíjense como en esta parábola el Señor les dice a los fariseos: “cuando inviten a alguien, invítenlo no por el interés de que esa invitación, ese favor, les reditúe a ustedes”, a veces hay reuniones, compadrazgos en donde el interés es lo que une y reúne a ciertas personas, dice Jesús: “aquí no, cuando tú quieras hacer algo por el otro, hazlo e invita a aquellos que no te pueden devolver el favor”, a los pobres, a los enfermos y a todos aquellos que la misma sociedad descarta porque los hace menos.

Santa Teresita de Jesús decía algo muy cierto, decía que hay una cosa que nadie desea, ser el último en todo, tener el último puesto, y yo les pregunto ¿a quién le gusta hacer el último en todo? -nadie, va a querer y Santa Teresita ella con su ejemplo nos enseña que el camino del Evangelio, de la norma de Jesús, a pesar de que no entre en nuestros esquemas, es no tratar de usurpar el lugar del otro, sí atrás es tu lugar, sí en medio es tu lugar, sí adelante es tu lugar, allí te corresponde, pero de ninguna manera, por envidia o por soberbia, quieras ocupar el lugar que otro le corresponde. Hermanos las enseñanzas del Evangelio siempre nos llevan por los caminos del seguimiento de Jesús, es decir, nos invitan a imitar en todo a Jesús.

Hoy iniciamos el mes de septiembre, en la Iglesia un mes dedicado como el mes de la Biblia, valdría la pena que, para profundizar en lo que nosotros creemos, en este mes tratemos de leer todos los evangelios o más libros, cada uno de los evangelios que nos enseñan cuál es el estilo de vida que nos propone Jesús, qué es lo que quiere Jesús para ti y eso nos hace más alegres, nos hace más seguros, nos ilumina el camino de tal manera que no tropecemos, en este sendero que estamos recorriendo de nuestra vida cristiana; por eso les invito a leer la palabra de Dios, les invito a entronizar los domingos la Palabra de Dios aquí en  su templo y también en sus familias, les invito a formar círculos bíblicos donde la Palabra de Dios sea el centro, donde ustedes puedan comentar en familia o con sus vecinos,

¿Qué te dice a ti, la Palabra de Dios?, de tal manera que la puedan confrontar y puedan decir: “yo estaba actuando así pero ahora me doy cuenta de que el camino que me propone Cristo en el Evangelio es éste”, mucho tenemos que aprender, y ojalá intensifiquemos este aprendizaje, en este mes de la Biblia, en este mes de septiembre, el mes de la Biblia en la iglesia,  sin duda se pondrán medios para que, por un lado, quienes no tienen Biblia la tenga, para quienes no han estudiado o no han profundizado en el estudio de la Biblia también lo hagan, para que quienes quieran orar con la Palabra de Dios en la mano también lo puedan hacer, de tal manera que la lectura, la meditación, la oración nos lleve a tratar de practicar lo que Dios nos dice en la Palabra de Dios.

Felicidades por este camino de fe que han recorrido a lo largo de los años y que ahora tienen el gusto de poder vivir la experiencia de la dedicación de esta hermosa capilla, de este hermoso templo, el altar signo de Cristo quedará  consagrado para las cosas de Dios, el Sagrario Dónde está la presencia viva de Jesús es un consuelo tú, puedes venir a postrarte y a orar siempre con Jesús,  hermanos les invito a hacerlo con un corazón limpio, es decir, después de confesarnos vivir y luchar para vivir con un corazón donde el maligno no habite y no haga su morada.

 

El Señor nos ayude, y Dios por la intercesión de la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Patrona de nuestra Diócesis de Querétaro, bendiga cada uno de sus hogares y bendiga de manera especial a esta comunidad. Que así sea.

Al terminar la celebración, los allí reuníos le brindaron un fuerte aplauso, a Mons. Faustino y pasaron a una convivencia fraterna.