CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA, XII DOMINGO ORDINARIO  EN SANTA IGLESIA CATEDRAL.

Av. Madero esq. Melchor Ocampo. Ciudad Episcopal, Santiago de Querétaro,  25 de junio de 2017.

 

Con motivo de la presencia de las Reliquias en Primer Grado de San Vicente de Paul y por el 89 aniversario de la fundación del Opus Dei, por San Josemaría Escrivá de Balaguer, el día domingo 25 de junio de 2017, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Queretaro, Presidió la Celebración Eucarística en la Santa Iglesia Catedral.

El ejemplo de estos dos grandes Santos, San Vicente de Paul, que hace 400 años tuvo la inspiración divina de dedicar su vida a asistir a los pobres y enfermos. San Josemaría  tuvo la visión inefable, de realizar en las obras cotidianas y en los lugares ordinarios, la obra de Dios (Opus Dei), de dejarse transformar por Él.

En su Homilía, Mons. Faustino, nos recuerda que estos dos motivos que nos reúnen el día de hoy en la Santa Eucaristía, son un claro signo de verdadera Espiritualidad de Comunión y  alentó imitar el modo de vida de estos dos grandes Santos. Y al respecto dijo:

«Me complace celebrar juntos esta Santa Misa, y que mejor marco que la celebración de los 400 años de la familia «Vicentina», el 89 aniversario de la fundación del Opus Dei, que San Josemaría tuvo la visión de llevar a cabo la obra de Dios, y también la fiesta en días pasados de Santo Tomas Moro, patrono de los servidores públicos. Por tal motivo me alegro en el Señor, el poder recibir a tantas comisiones y dimensiones que evidentemente las tres convergen en un bien común, el servicio a los demás y a los más necesitados, el ver por el prójimo, que tantas veces Jesús en su vida pública nos alentaba a ver siempre por nuestros hermanos más vulnerables. La palabra que hoy nos dice el evangelio, ilumina todas estas tareas que todos tenemos, que están orientadas al bien común, al bien a los demás; la pagina de la providencia que se nos ha descrito en la escritura, donde la confianza total en Dios, es la clave para que los Santos hayan recorrido ese camino de la Santificación, de modo que consagrándose todos los días a él, podamos hacer su voluntad, de darle gloria al Creador».                             «.

«Hoy, en muchas situaciones de nuestra vida cotidiana, hay inseguridad, violencia, impotencia ante la impunidad,  pero hay una forma de miedo más profunda, de tipo existencial que a veces se transforma en angustia la cual nace de un sentido de vacio asociado a cierta cultura impregnada de un nihilismo teórico y práctico y generalizado; por eso Jesús se dirige a sus apóstoles con estas palabras para que no se angustien, para que no desfallezcan, palabras que infunden animo; «No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma, teman más bien al que puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo». Hermanos, quien tiene temor santo de Dios, no tiene miedo a nada en el mundo, quien teme a Dios, no es soberbio, no tiene maldad en su corazón, por tanto quien teme a Dios, protege la vida desde su fecundación, procura al más necesitado, al enfermo, al más alejado del amor del Señor. Y muestra de ello, es la vida de San Vicente, San Josemaría y Santo Tomas, cuyas obras siguen trascendiendo, porque realizaron obras en favor de los demás, y esto es un legado que debemos dejar a nuestra sociedad, un camino de servicio traducido en las obras de todos los días».

Celebró la presencia de las Voluntarias Vicentinas, y del movimiento Encuentros Conyugales, a quienes los alentó diciendo:

«Gracias por decir sí a esta loable tarea de ver por los más necesitados, por su presencia hermanas Vicentinas en la Sierra Queretana, y su catequesis para personas con capacidades especiales. Celebro también la presencia de Encuentros Conyugales, quienes en su labor apostólica realizan un impulso a la familia, sigan evangelizándola, sigan protegiéndola, sigan custodiándola como hasta ahora, con ese trabajo que ambas comisiones desempeñan siempre en los caminos de la justicia, la honestidad y de la paz».

Concluyo diciendo a todos los fieles: «Encomendemos nuestras tareas diarias a María Santísima, para no dejar pasar y ser indiferentes ante las necesidades de nuestro prójimo, que nuestro modo de vida y vivencia del Evangelio, nos hagan ejemplo ante los demás y estos actos sean gratos a los ojos de Dios».

Al termino de la Celebración, Mons. Faustino, impartió la bendición a los participantes en esta Santa Eucaristía, quienes entusiasmados se tomaron con él, la foto del recuerdo.