CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN EL MARCO DEL XXXII ANIVERSARIO DE LOS CONSEJOS PARROQUIALES DE PASTORAL 2023.

Soriano Colón, Qro. 06 de febrero de 2023.

Mons. Fidencio López Plaza presidió la Eucaristía en el marco del XXXII Aniversario de los Consejos Parroquiales de Pastoral, el 59 de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, el 159 de la Erección Canónica de Nuestra Diócesis de Querétaro y el XIV de la Erección Canónica de la Basílica de la de Soriano.

A la Cual asistieron los Consejos Parroquiales, de las 121 parroquias que conforman nuestra Diócesis de Querétaro, así como el presbiterio de la Diócesis.

Dentro de la celebración se dio lectura al Decreto  Prot. N. 18/2023, Asunto: “La reordenación de los Decanatos para la iglesia particular”,  (la Erección de Nuevos Decanatos para la Diócesis de Querétaro), siendo un total 20 Decanato, en lugar de los 12 que conformaban la Diócesis.  

Los nuevos decanos serán elegidos en la reunión extraordinaria, en el Seminario Conciliar de Querétaro, el día 2 de marzo, y en donde se confirmar a los decanos vigentes al momento.   

Posteriormente también se dio lectura al decreto Prot. 17/2023, Asunto: nombramiento del Vicario Episcopal para la Misión Permanente y la Evangelización, siendo este el Pbro.  José Luis Salinas Ledezma, quien hizo su Profesión de fe y juramento de fidelidad, que dura por un quinquenio a partir del 6 de febrero de 2023.

En el Momento de la Homilía Mons. Fidencio compartió diciendo: “Ante el desafío del estilo de vida y de iglesia pastoral hemos optado por promover las pequeñas comunidades, también por la formación especializada de los sacerdotes y agentes de pastoral y también por la nueva formación de nuevas parroquia y decanatos que irán dando sus frutos a su tiempo”.

Necesitamos asimilar que el Pastor es uno, y la pastoral es un arte, el arte la pastoral como la llamaba Pablo VI. 

La pastoral de Jesús es la columna vertebral, el arquetipo de todo pastor, ser pastor consiste en tener la sabiduría para actualiza el plan de Dios aquí y ahora. Un hermoso ministerio que Dios ha puesto, en todos sus seguidores y de manera especial en nosotros los sacerdotes ministeriales y Consejos Parroquiales de Pastoral.  

En nuestra Diócesis, nos exige además de escuchar los gritos de los que sufres, que para que haya un cambio significativo se necesita la conversión de las personas, de los procedimientos y también  del modo de organizarse,  solo así se ira incubando la esperanza. De no ser así, entrará el agobio y no nacerá la alegría de evangelizar, ni a agentes de pastoral que irradien la belleza de Jesús el Buen Pastor.

Para caminar juntos hacia este objetivo, debemos contemplar a Jesús sacerdote, profeta y rey y tomar conciencia de que también nosotros por el Bautismo hemos sido constituidos como sacerdotes, profetas y reyes, para concluir que, estos tres ministerios son inseparables, en la vida cristina y en la pastoral de la iglesia.

Discípulos y misioneros, dos adjetivos inseparables que nos protegen del agobio y nos ponen en la simplicidad de una nueva evangelización, que se distinga por su ardor y por sus expresiones.

Por eso debemos preguntarnos si nuestra pastoral ¿es, cristo céntrica? Si la ¿La persona de Jesús es el criterio inspirador de la pastoral?  ¿cómo lograr que las comisiones y dimensiones caminen en la misma dirección? ¿cómo redescubrir la riqueza y la belleza en la diversidad?, ¿cómo lograr que todos los grupos sientan la necesidad en la pastoral de conjunto y organizarnos?.

Como asumir el principio de unicidad, que sostiene que como el pastor es uno, la pastoral también es una, de que el todo es uno; que nuestra querida madre la Virgen de los Dores de Soriano que nos ha visto nacer y nos ha visto crecer,  nos enseñe a dar los frutos que, el buen pastor y la realidad nos está pidiendo hoy. Que así sea.

Al terminar se hizo la Consagración a la virgen de los dolores y fue llevada nuevamente a su camarín para que, desde allí, interceda por las necesidades de todos hijos que acuden a ella para para que por mediación suya sea escuchadas sus suplicas; y finalmente Mons. Fidencio dio la bendición episcopal, y pidió para que, todos los participantes de esta peregrinación regresen a sus lugares de origen con bien.