Canonización de los papás de Santa Teresa del Niño Jesús

papas-santa-teresa(CODIFAJULAVI) Los padres de Santa Teresa del Niño Jesús, Louis Martin y Zélie Guérin, serán declarados Santos el próximo 18 de octubre de 2015 durante el desarrollo de XIV Sínodo Ordinario de los Obispos.

Louis y Zélie son un don para los esposos de todas las edades por la estima, el respeto y la armonía con que se amaron durante diecinueve años. Celia escribió a Luis: «Yo no puedo vivir sin ti, querido Luis». Él le respondió: «Yo soy tu marido y amigo que te ama por toda la vida». Vivieron las promesas del matrimonio: la fidelidad del compromiso, la indisolubilidad del vínculo, la fecundidad del amor, tanto en las alegrías y en las penas como en la salud y en la enfermedad.

Louis y Zélie  son un don para los padres. Ministros del amor y de la vida, engendraron numerosos hijos para el Señor (nueve en total). Entre estos hijos, admiramos particularmente a Teresa, obra maestra de la gracia de Dios, pero también obra maestra de su amor a la vida y a los hijos.

Louis y Zélie  son un don para todos los que han perdido un cónyuge. La viudez es siempre una situación difícil de aceptar. Luis vivió la pérdida de su esposa con fe y generosidad, prefiriendo el bien de sus hijos a sus atracciones personales.

Louis y Zélie son un don para los que afrontan la enfermedad y la muerte. Celia murió de cáncer; Luis terminó su existencia afectado por una arteriosclerosis cerebral. En nuestro mundo, que trata de ocultar la muerte, nos enseñan a mirarla a la cara, abandonándonos a Dios.

(Fuente:  www.vatican.va)

Milagro que posibilita su canonización

El milagro que posibilita la canonización es el obrado en una niña española que nació de forma prematura y con gravísimas complicaciones, entre ellas, una hemorragia ventricular grado IV.  Fue entonces cuando, ante la imposibilidad médica de sanarla, los padres se encomendaron al matrimonio Louis Martin y Zélie Guérin, que habían sido beatificados recientemente. A partir de ese momento, la niña experimentó un “restablecimiento asombroso y sin explicación médica alguna” y hoy se encuentra “perfectamente y sin la más mínima secuela”.