APERTURA DEL SINODO DE LOS OBISPOS 2021-2023, FASE DIOCESANA

Santa Iglesia Catedral, Querétaro, Qro. a 17 de octubre de 2021.

El día 17 de octubre de 2021, Mons. Fidencio López Plaza, presidió la Santa Eucaristía con la cual se llevó a cabo la apertura del Sínodo de los Obispos que será dios mediante el año 2023, (reunión de una representación de los obispos del mundo entero, donde se reflexionará la importancia de que toda la iglesia camine unida, desde las claves de la comunión, la participación y la misión).

Con esta Eucaristía en nuestra Diócesis, nos unimos a toda la iglesia universal, iniciando la “fase preparatoria diocesana”, de este Sínodo de los Obispos, uniéndonos espiritualmente con nuestro Obispo y todas las diócesis del mundo, por este tiempo de gracia que se abre para toda la iglesia.

En el momento de la Homilía Mons. Fidencio compartió diciendo: “Hermanas y hermanos todos en nuestra fe católica, en comunión con la Iglesia Universal, atendiendo a la convocatoria y siguiendo la ruta que nos ha indicado el Papa Francisco, con esta celebración declaramos la apertura en nuestra Diócesis del sínodo 2021-2023, con el título: “Con una iglesia sinodal, comunión, participación y misión”.

Considero que esté sínodo se presenta ante nosotros como una gran luz, que viene a fortalecer nuestro proyecto global de Pastoral a nivel nacional; considero también que viene a fortalecer a nuestro plan diocesano de Pastoral 2017-2025 y nuestro proyecto 2021-2033, que hemos titulado: “Caminamos juntos de Guadalupe, el redentor”.

Exhorto a todos sacerdotes, diáconos, vida consagrada, seminaristas, pequeñas comunidades, grupos, movimientos, asociaciones, fieles laicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a caminar, a discernir y a soñar juntos qué hacer y cómo hacer la voluntad de Dios aquí y ahora.

En este contexto hemos escuchado tres principios básicos para caminar como una iglesia sinodal,  primer principio de los hechos de los Apóstoles, hablar el idioma de Dios para caminar juntos, necesitamos hablar el idioma de Dios, el idioma del amor; segundo principio de la carta a los Corintios, necesitamos sentir nuestro cuerpo y sentirnos cuerpo Místico de Cristo; tercer principio del Evangelio de San Lucas, necesitamos descubrir a Jesucristo resucitado en el camino de la vida, fijando no solo en el Evangelio y solo en las palabras más importantes, podemos encontrar al menos cinco verbos que nos ayudan a ponernos en estado de iglesia sinodal: caminar, escuchar, encontrar, discernir y entrar en la casa.

“Caminar”: hacer Sínodo significa caminar juntos y en la misma dirección estoy impresionado cada vez más de la riqueza en todos los aspectos que tenemos en nuestra iglesia, pero también cada día descubro con más urgencia la necesidad de aprender a caminar juntos, así como el camino Jesús con los discípulos de Emaús, sabiendo que el destino era el regreso a Jerusalén para anunciar a los 11 que verdaderamente Jesucristo había resucitado.

Con cuánta razón San Juan Crisóstomo decía: que había muchos sínodos, porque Sínodo significa: “caminar juntos”, por eso el Papa Francisco, no se cansa de invitarnos a dejar la comodidad y ser la iglesia en salida para descubrir a Jesús en la iglesia.

Dice el papá: “salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo”, prefiero una iglesia accidentada herida y manchada por salir a la calle, antes que una iglesia encerrada y acomodada en sus propias seguridades. 

“Escuchar” solo escuchando podremos ser una iglesia en camino sinodal, comunión, participación y misión como no los propone el papa dice el Evangelio que mientras los dos discípulos conversaban de lo que había ocurrido, Jesús en persona se acercó a ellos y se puso a caminar.

Aunque de momento no lo reconocieron, eso nos pasa con mucha frecuencia a todos, no estamos acostumbrados a escuchar, ni a descubrir a Dios en el camino de la vida, para esto es necesario saber escuchar sin cansarse a nuestros hermanos, por eso escuchar es un presupuesto indispensable para caminar juntos porque lo sepamos o no lo sintamos o no, el resucitado nunca se aparta de nosotros, esa es su promesa “Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”, sin escuchar no se da un verdadero encuentro, solo nace de la escucha, no solo con los oídos si no con el corazón, solo se puede escuchar gratis a quién nos es grato, así Jesús se puso a escuchar con amor aquellos caminantes y espero pacientemente el momento para explicarles las escrituras.

Fue entonces cuando comenzó a arder el corazón de aquellos peregrinos, fue entonces cuando su tristeza se transformó en alegría y el camino de Emaús cambio de destino, ahora caminaron juntos y transformados de nuevo a Jerusalén.

Aprender a escuchar es un arte hermanas y hermanos, implicarse con amor para escuchar como verdaderos discípulos y luego levantarse como verdaderos misioneros, para escuchar a los demás.

“Discernir” el sínodo es un camino de discernimiento espiritual y de discernimiento espiritual que se realiza en adoración y oración en el contacto con la Palabra de Dios.

y por eso invito a todos a que, en sus casas, en sus capillas le hagan el altar a la Palabra de Dios, y sentarse para aprender a escuchar al maestro y después levantarse para enseñar a los hermanos.

Por eso un buen discernimiento implica la capacidad de reconocer de manera permanente a la manera de Jesús, no dejar las cosas tal cómo están, al contrario, cuando entramos en un diálogo sincero nos sentimos desafiados, pero al final no somos los mismos de antes resultamos convertidos, resultamos cambiados eso es lo que ocurrió con los peregrinos de Emaús, y eso es lo que Dios espera de cada uno de nosotros.

Por último entrar en sínodo, implica no solamente caminar, escuchar encontrar y discernir, es necesario entrar en la casa sentarse a la mesa y partir y compartir el pan a la manera de Jesús, dice el Evangelio que al llegar al pueblo donde iban, Jesús hizo como que quería seguir adelante, pero ellos le insistieron, ¡quédate con nosotros! y Jesús entró para quedarse con ellos, este es el momento cumbre de la experiencia de caminar juntos, este es el momento cumbre de la iglesia sinodal, en comunión, participación y misión fue hasta este momento cuando se le abrieron los ojos y lo reconocieron, se levantaron de inmediato regresaron a Jerusalén y se convirtieron en testigo de Jesucristo resucitado.

Así hermanas y hermanos así, Dios está esperando de los cristianos católicos del tercer milenio, nos invita a no tener miedo, a arriesgarnos a compartir los cinco panes y los dos pescados, abrir los ojos para descubrir y comulgar el pan de vida, que ha bajado del cielo y ya descubrir la alegría y la belleza también de ser pan comido por los demás.

Que la Santísima Virgen en su advocación de Guadalupe, el Señor San José y todos los santos de Dios nos enseñen y nos acompañen a caminar como iglesia sinodal, que Dios así nos lo conceda. Que así sea.

Al terminar la Celebración Mons. Fidencio junto con toda la Asamblea hicieron la oración recomendad en este tiempo de Sínodo.

Posteriormente se entregó el documento preparatorio sinodal, a los equipos de base de las distintas pastorales, de los doce decanatos que componen nuestra iglesia diocesana.

Y finalmente el Señor Obispos les dio la bendición solemne, a los allí reunidos, diciéndoles que no se les olvide que son una bendición de Dios, y que se sienta amados por Dios.