XXV JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO, SORIANO, COLON, QRO.

Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Colon, Qro. 12 de Febrero de 2017.

El 12 de Febrero del presente se llevó a cabo la celebración de la 25ª. Jornada Mundial del Enfermo, en la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores,  ubicada en  Soriano, Municipio de Colon, Qro.,  la Santa Misa fue presidida por el Excmo. Sr. Obispo, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien en su homilía les compartió:

“Hemos querido celebrar, esta Vigésimo Quinta Jornada Mundial del Enfermo,  que el Papa nos exhorta a realizar.

 Desde hace 25 años con San Juan Pablo II, y hoy, al escuchar la Palabra de Dios, se resalta que en toda disciplina, en todas las normas, en todas reglas que necesitamos para conducir nuestra vida, en un trabajo, al interior de una familia, en cualquier institución, se resalta junto con la norma disciplinaria, se resalta la ley del amor.

La presencia de Jesús, que habla con autoridad refiriéndose a los mandamientos del Antiguo Testamento, que “en aquel tiempo se dijo, pero ahora yo les digo”, refrendando muchas de aquellas situaciones que el hombre vive, situaciones irregulares que Jesús invita a dejar y hacerlo no, solamente como una norma que se observa y pesa mucho, como un lastres, si no hacerlo por amor,  a la pareja, a la familia, por amor al prójimo, por amor a Dios, y este es el principal mandamiento de Jesús puede haber muchas normas, muchos mandamientos, pero el principal que Jesús dijo, los resumió, amaras a Dios y tu prójimo como a ti mismo.

Pero Jesús no solamente lo dijo, sino que lo hizo, por eso cuando abrimos los evangelios, miramos como el Señor se va muy de manera especial con los más necesitados, y cuando hablo de más necesitados, no solamente me refiero a los pobres como una clase social, si no me refiero a todos aquellos que necesitamos permanente mente de la acción  salvadora de Dios.

Pero en el evangelio unos de aquellos preferidos de Jesús, son los enfermos, por eso miramos como se acerca aquel hombre que tantas veces había hecho la lucha de curarse como tantos enfermos, y él se acerca y  lo cura de su parálisis, y vemos a Jesús que camina en medio de la comunidad, en medio de la calle, apretujado por las multitudes y se deja tocar por una mujer que desde años tenía flujo de sangre y con solo tocarlo, por la fe, queda sanada.

Miramos sin duda a aquel ciego, que con duda, al escuchar que Jesús va pasando a lo lejos le grita: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí”, y  ¿Qué hace Jesús?, ¿Que hace Dios?, se acerca al enfermo; creo que estos modelos de relación entre Jesús y los enfermos debe servirnos a todos, porque podemos estar enfermos del alma, de nuestro cuerpo, acudir a Jesús, y decirle Señor, ten piedad de mí, sana las enfermedades que traigo en el corazón, sana y toca mi cuerpo para que tú seas mi salud.

Ciertamente la correspondencia de Dios es más grande que los méritos que nosotros hayamos hecho o hagamos hoy en nuestra vida, por eso, la mejor manera de acercarse a Jesús, es hacerlo con humildad, pero con mucha fe, Jesús, cuando el hombre le pide la salud y le pregunta el Señor, ¿Qué quieres que haga?, “Señor, sáname, que pueda volver a caminar sin dependencia de nadie”, Jesús toma la fe como un elemento fundamental para realizar su milagro.

Hoy, hermanos, son tiempos en los cuales Jesús sigue caminando en medio de las multitudes, son tiempos en los cuales sigue pasando por el camino tocando a los enfermos, hoy,  a todos ustedes especialmente a los hermanos enfermos, a que se dejen tocar por Jesús, porque cuando se administra el sacramento de unción de los enfermos, es el mismo Jesús, el que lo administra, son los mismos efectos salvadores de aquel tiempo cuando Jesús visiblemente paso por esta tierra, hoy se siguen realizando, y hoy, los milagros siguen siendo una realidad.

Por eso el Papa es su mensaje del día de hoy, nos pide: “asombro por las maravillas que hace Dios en  nuestras vidas”, tengamos capacidad de asombro  para reconocer como el Señor permanentemente está haciendo milagros en tanto hombres y mujeres que quizá no están tan enfermos del cuerpo, pero si enfermos del corazón.

El milagro de la reconciliación a través de la confesión de los pecados, ese es un gran milagro de Jesús, cuando el Sacerdote en el nombre de Dios, le dice al penitente: “Yo te absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo”, esa es sanción, esa es la curación, y la curación espiritual, sin duda, nos lleva a la sanación también de nuestro cuerpo.

Pero como lo hemos cantado hemos dicho: “Bienaventurado aquel que hace la voluntad de Dios”, hoy les invito a decirle si, a Dios a decirle Señor, quiero hacer tu voluntad, pero si tú quieres puedes sanarme.

El día de hoy, dice el Santo Padre el Papa Francisco, es un momento importante para fortalecernos  espiritualmente, de tal manera que esta jornada mundial del enfermo de muchos frutos en todas nuestras comunidades, sabemos que el Papa reza por nosotros, que el Papa reza por los enfermos.

Unámonos en oración también nosotros siguiendo el ejemplo del Santo Padre y sigamos realizando esta importantísima pastoral de enfermos, en todas nuestras comunidades parroquiales, cuanto agradecemos a todos aquellos que a través de la pastoral de enfermos de la salud, se dedican a visitar con actitud misionera, a los enfermos en sus casas, hay tantos ministros extraordinarios de la comunión, que van permanentemente a llevarles el alimento espiritual a los enfermos, que esto se duplique, que esto se fortalezca, como dice el Santo Padre y también que nuestra oración se consolide de tal manera que los enfermos puedan tener la salud.

Porque lo mejor que podemos hacer a visitar a un enfermo, más que ir a platicar que le pasa, es orar por el enfermo, los enfermos están deseosos de escuchar una oración, de que les acompañemos en la oración, de que les busquemos en sus hogares, de que vayamos al lugar más alejado de nuestra comunidad a ver a aquel enfermo que necesita de la gracia  del consuelo de Dios.

Estamos en este día a los pies de Nuestra Señora, la patrona de nuestra Diócesis, Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, a ella podemos testificarlo mucho, ha hecho maravillas en nosotros y ha hecho grandes milagros en nuestro corazón, pero también en nuestro cuerpo hermanos, tengamos siempre la firme convicción de que acudiendo a la intercesión de nuestra Señora de los Dolores, nosotros podemos obtener la salud cada quien podemos hablar desde nuestra experiencia, y por eso estamos agradecidos y por eso estamos aquí.

Porque siempre necesitamos que intervenga ella y que de algo nos sane, que el Señor por la intercesión de María Nuestra Madre,  sane nuestros corazones, sane nuestros cuerpos, consuele a nuestros enfermos y los socorra de tal manera que Dios les de la salud. Amen”

Una vez terminada la homilía, Mons. Faustino  procedió a hacer la oración de la invocación  de Espíritu Santo, y dar inicio a la administración del Sacramento de la Unción de los enfermos que participaban de la celebración de la Sagrada Eucaristía.  

Al término  de la celebración,  el Sr. Obispo, les impartió  la bendición e  invito a todos a consagrarse  bajo la maternal protección de la Santísima Virgen,  Nuestra Señora de Los Dolores en Soriano.