1er ANIV. CONSAGRACIÓN DEL ALTAR, MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DEl PUEBLITO.

ORDEN DE SANTA CLARA (OSC) Hermanas Clarisas.

El Pueblito, Corregidora, Qro. 1 de septiembre de 2016.

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La tarde del día 1 de Septiembre de 2016, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, asistió al Monasterio de Nuestra Señora del Pueblito, para presidir la Sagrada Eucaristía de en Acción de Gracias, que la comunidad de Hermanas Clarisas, ofreció a Dios, por el primer aniversario de la consagración del Altar y templo que en su monasterio se edificó, gracias a la Providencia de Dios. En su homilía, Mons. Faustino, comentó:

«Es el primer año de la edificación y consagración de este Altar y de su templo, elevamos a Dios nuestra Acción de Gracias, y también nuestra oración pidiéndole especialmente para que guié nuestra vida sacerdotal.

Saludo a esta comunidad de hermanas Clarisas, a los Jóvenes novicios, también de la familia Franciscana; y a todos ustedes hoy congregados, para celebrar esta Santa Eucaristía.

Sin duda hoy, al escuchar el Evangelio, es una oportunidad para compartir la palabra de Dios, y vivamos la exhortación de Jesús a sus Discípulos, la tarea de Jesús será formarlos, y, con su estilo de vida, y, con su presencia en medio de ellos. Así fue, como hizo esta escuela de discípulos, quizá no tenían un horario, quizá no tenían una serie de materias que escuchar, pero tenían al maestro de maestros, y con su manera de ser, con su manera de actuar y con las maravillas que hacía, los discípulos fueron descubriendo cada vez más a su Señor; al Señor Jesús.

Antes y después de esta pesca milagrosa, los discípulos fueron diferentes, después de esto se anexaron a Jesús, los tres primeros discípulos de doce, que inicialmente aparece, en este grupo. Lo que seguramente, hubo muchos otros, ahora se dejan resonar por Jesús, por su palabra, por este gran prodigio que ha hecho de traspasar los límites.

Pedro, aquel hombre que, en ese momento convivía con Jesús, seguramente ha de ver pensado en cosas que, sonaban diferente al pensamiento de un pescador y que bien sabía encontrar pescado. Sin embargo, más bien, habían ido a pescar, sin embargo sus barcas estaban vacías.

El instrumento de predicación de Jesús en este momento había sido dado; pero también el instrumento de manutención era la pesca, por eso Jesús les comparte la palabra. Y el alimento de la palabra en se momento.

Pero también quiere ayudarles y por eso en un momento dado Jesús les dice: “vayan mar adentro”, las condiciones de vida y la orden del día no son favorables, sin embargo es ahí donde Jesús, rompe con todas esas técnicas de hombre al decirles; “yo se los mando”. Y aquellos discípulos hacen su primera tarea, (un acto de obediencia) y van, a donde Jesús les dice; a realizar una tarea que por sí misma resulta audaz, pescar 300 horas, y los discípulos ¿no iban nunca a pescar?. Sin embargo, ahora no iban motivados por las tareas ordinarias que tenían los discípulos, sino motivados por la palabra de Jesús, y esto es lo importante en la vida del discípulo.

Hermanos y hermanas, lo que hacemos tiene que estar motivado por la Palabra de Dios. Nuestra Consagración es una motivación profunda del corazón, por los efectos creadores y transformadores de la Palabra Dios.
Cuando se escucha a Dios la vida es diferente, cuando no se escucha hacemos de nuestra vida lo que nos plazca.

Cuando se escucha a Dios, se es capaz de dar la vida, cuando no se escucha a Dios, andamos en cálculos muy humanos. Y también, en la vida de la comunidad calculamos tantas cosas, que a veces son reflejo de que falta profundizar el mensaje de Jesús en nuestras vidas.

Hoy, el Señor nos invita a que naveguemos mar adentro, quizá navegar mar adentro lo entendamos como enfrentarnos a los peores peligros, los animales salvajes ,que también son un peligro, o las situaciones propias de un lugar que siempre es desafiante.

El Papa, nos da un mensaje, de remar mar adentro desde San Juan Pablo II, “que seamos una iglesia en salida, religiosas en salida, sacerdotes en salida, seminaristas en salida”, es decir con una orientación misionera, de tal manera que dejemos de pensar solamente en nosotros mismos, en nuestro individualismo y pensemos en los demás.

Que cada uno desde su trinchera realicemos nuestra acción misionera; San Francisco lo decía con claridad, cuando salía a misionar sin decir una sola palabra, solamente con su estilo de vida, logro atraer, en primer lugar; a aquel discípulo de aquellos lugares, que después se fueron anexando a su grupo y desde ahí, con un estilo de vida supo enseñar a sus hermanos.

Pidámosle al señor, que cada uno de nosotros inspirados por Jesús, e inspirados por esos hermanos que nos precedieron en la consagración y su entrega a total Dios, también sepamos enseñar a ofrecer con nuestro estilo de vida. Qué triste seria que con nuestro estilo de vida alejáramos aunque se a uno solo.
Que el Señor nos ayude, el Señor nos llama a cada quien desde nuestra situación muy personal, aquellos pescadores fueron también llamados en su lugar, seguramente recordamos el momento en que Jesús nos dijo: “ven y Sígueme” nos toca ahora decirle un sí, permanente aun en los momentos sin Dios.

Que Dios nos ayude a orar unos por otros, por nuestras vocaciones, oremos también para que nuestra palabra y nuestro testimonio atraigan a muchos a Jesús, son muchas las vocaciones que nuestra iglesia necesita para seguir construyendo el Reino de Jesús.

Hoy le pedimos a la Santísima Virgen María, que interceda por nuestra vocación, por nuestro llamado, y que nos ayude ser tan fieles y transparentes de corazón como ella lo es. Que así sea.