TOMA DE POSESIÓN DE LA PARROQUIA DE LAS BIENAVENTURANZAS, MENCHACA I.

Col. Menchaca I, Querétaro, Qro. 25 de mayo de 2021.

Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidio la Santa Misa de Toma de Posesión, del Pbro. Víctor Hugo Ambriz Hernández, como nuevo Párroco de la Parroquia de las Bienaventuranzas, ubicada en la Col. Menchaca I, Querétaro, Qro. el día 25 de mayo de 2021, siendo las 12:00 hrs. del medio día.

En primer lugar, el Pbro. Arturo Thomás Jiménez, Decano, dio lectura al Decreto mediante al cual se le hace su nombramiento oficial que lo constituye como párroco y apoderado legal, y posteriormente se procedió a hacer la entrega de los lugares que el rito litúrgico marca, tales como: El confesionario, bautisterio, campanario y confesionario, mismos desde donde ha de desempeñar su caridad pastoral.   

Concelebraron varios sacerdotes de nuestra Diócesis, que acompañaron en esta ocasión al padre Víctor, oremos por él y su santificación, y lo encomendamos a Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores, y a San José en este año jubilar.

En el momento de la homilía Mons. les compartió diciendo: “Con los sentimientos propios de las despedidas, aunque ya pasó un poquito de tiempo del padre de la Vega, y también con los sentimientos propios de las bienvenidas celebramos el Memorial de la paz de nuestro señor Jesucristo, el Memorial que Jesucristo nos encomendó tiene como centro tomen y coman, este es mi cuerpo y en las despedidas y en las bienvenidas el cuerpo adquiere una nueva dimensión, por eso les he invitado al principio a sentir su cuerpo y a sentirnos cuerpo, porque es así como actualizamos el sueño de Dios, el sueño de Jesús.

Y estamos aquí con dos motivos importantes, entre tantos primero: para dar gracias a Dios por la vida el trabajo y el celo pastoral del padre César de la Vega en esta parroquia. Gracias, padre César Dios y este pueblo son testigos de la siembra qué has hecho en la parroquia, la semilla dará fruto a su tiempo y agradezco otra vez tu disposición que se te ha confiado, ahora en la parroquia de Santiago Apóstol allá en Jalpan, muchas gracias, para ti nuestra oración, nuestro aplauso, nuestro agradecimiento.

En segundo lugar: en este marco eucarístico, también les vengo a presentar al padre Víctor Hugo Ambriz, como su nuevo párroco, el padre Hugo no viene aquí por su cuenta, no se puso en subasta la parroquia, el padre Hugo viene aquí en obediencia al llamado que Dios que le hizo y que Dios le ha hecho y le hace todos los días desde su ordenación sacerdotal, ese día él puso sus manos en medio de las manos del obispo y juro obediencia y fidelidad;  padre Hugo admiro y agradezco también tu disposición para la nueva encomienda que Dios te confía ahora en esta parroquia de las Bienaventuranzas, para ti, también nuestra oración, nuestro aplauso, y nuestra gratitud.

En este contexto, hemos escuchado el Evangelio que el 19 de octubre de 1989, fue escuchado y recibido en este mismo lugar como el registro del acontecimiento fundante de esta parroquia, bajo el patrocinio del Señor de las Bienaventuranzas, alcanzó a ver todavía aquí muchos hermanos y hermanas que fueron testigos de este acontecimiento; el sermón del monte o las bienaventuranzas nos presenta el retrato de los cristianos y de los sacerdotes que sueñan la presencia del Reino de Dios a la manera de Jesús, lo que Jesús es, poner en las bienaventuranzas tanto en el contexto de San Lucas, como en el contexto de San Mateo, expresan lúcidamente su vida y la misión para la que fue enviado.

Por eso las bienaventuranzas son, como su autorretrato, él es el que se ha hecho pobre por nosotros, él es el que llora por nosotros, él es el que tiene hambre y sed de justicia, él es el que revela y realiza sobre la tierra la misericordia del padre Jesús, es el perseguido por todo el mundo, porque encarna en sí mismo la justicia y la misericordia de Dios, él es el bienaventurado, porque encarna perfectamente la salvación querida por Dios para el mundo y además la hace posible.

En este sentido las bienaventuranzas vividas y proclamadas por Jesús quieren decir entre otras cosas que, los pobres no son pobres, ni son felices por ser pobres sino, que son felices por no ser egoístas y por no ser opresores, en este sentido las bienaventuranzas también quieren decir que, los que lloran no son felices porque lloran, sino porque es preferible llorar a hacer llorar a otros, que es más feliz el que pasa hambre, que el que es la causa de que otros mueran de hambre.

“Las bienaventuranzas así, hermanas y hermanos son la manifestación más pura de la manifestación de Dios, del amor hasta el extremo, de eso que él nos enseñó y vivió, el amor con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma, con todas las fuerzas el amor con todo, en este sentido, los que viven las bienaventuranzas son dichosos, porque tienen la certeza de que otro mundo es posible, los que viven las bienaventuranzas son dichosos, porque tienen esperanzas y fundamento, son felices porque son el campo abonado donde germina la gracia de Dios, son felices porque saben que en un mundo como éste, sí ha de haber alguna salida sólo vendrá de los que han hecho de las bienaventuranzas el corazón de la vida cristiana y de la vida sacerdotal, en fin son felices porque tiene las actitudes básicas que se necesitan para ser felices de verdad”.

“En los Seguidores de Jesús que no tienen estas actitudes, se va agotando la esperanza, van perdiendo la capacidad de mirar lejos, formando parte de los que creen, van perdiendo la capacidad de mirar lejos y van formando parte de los que creen que la alegría y la paz pueden comprarse, y por eso ya sin esperanza solo les queda tener miedo, sólo les quedan miedo a perder el poder, miedo a que les roben lo que han acumulado, y en último terminó miedo a morir”.

“La utopía, las bienaventuranzas nos hacen caminar, sabemos que jamás alcanzaremos las estrellas, pero me pregunto ¿Qué serían nuestras noches sin ellas?, son ellas las que alejan los fantasmas de la oscuridad y nos llenan de reverencia ante la majestad de un sueño estrellado, soñar es: compartir la opción creadora de Dios, es entrar en la dinámica, ver el reino con la confianza de los niños, que cuando su padre los lanza al cielo ellos sonríen porque saben que caerán en los brazos de su padre”.

“Mis hermanos y hermanas todos enamoremos los de Jesús, participamos de aquel sueño de la sinagoga de Nazaret, sintámonos ungidos, enviados todos como Jesús y vayamos a evangelizar a los pobres, a llevar la libertad a los cautivos, con la confianza absoluta de que la Santísima Virgen María y nuestro querido padre señor San José, están siempre a nuestro lado, ellos son nuestros custodios”. Concluyó.

Una vez terminada la celebración Eucarística, los fieles participantes, fueron invitados a compartir los alimentos, que para la ocasión el consejo parroquial había dispuesto.